Luis Miguel Fonseca es delegado al Congreso de la AHS. Autor: Ana Esther Zulueta Publicado: 26/09/2023 | 07:57 pm
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— Para Luis Miguel Fonseca Calderón, investigador, poeta y profesor universitario, la Asociación Hermanos Saíz (AHS) es un espacio donde ha podido convertir sus aspiraciones artísticas en realidades concretas.
Hoy, como delegado por la Isla de la Juventud a la magna cita de la organización que agrupa a la vanguardia juvenil artística de Cuba, dialoga con JR sobre sus inicios e inquietudes como joven creador.
«Mis primeros pasos fueron en el taller de creación y apreciación de la poesía que impartía el poeta José Antonio Taboada en 2005. Entonces alcancé premios y menciones, señales de que ese también era un camino a seguir.
«Aquellos encuentros despertaron mi sensibilidad y la necesidad de expresarme en versos, sobre todo en temas relacionados con el amor a la pareja y a la naturaleza. Poco a poco vi que era una forma de liberación espiritual y, al mismo tiempo, una vía para comunicarme con el resto de las personas.
«Uno de mis referentes es el poeta Francisco (Paco) Mir Mulet (1953-1998), por la forma en la que aborda lo natural en su obra, pues en mis poesías resalto la naturaleza,
sobre todo la endógena, como el mangle rojo, las arenas negras…, todo lo bello que identifica este terruño.
«Me defino como un cantor de la belleza, aunque también genero polémicas en mis versos. Me gusta —disfruto— dialogar con las personas
sobre temas románticos, la naturaleza, las complejidades de la vida… eso me hace feliz.
«La pasión por la investigación, para nada desligada de la poesía, se despertó en 2012, cuando ingresé a la Universidad Jesús Montané Oropesa en la especialidad de Agronomía. Desde entonces no he parado de indagar, y en 2017 me gradué con título de oro.
«Esas habilidades investigativas me han permitido dotar a la AHS de otras miradas para encarar proyectos, crear el espacio Con-Verso, dialogar con personalidades de la cultura pinera y con otros integrantes de la asociación, incluso con aquellos que aspiran a ingresar.
«Ser parte de la AHS también me ha permitido relacionarme con otras manifestaciones artísticas, como la música, las artes escénicas, las artes plásticas… Esta última es una de las inquietudes que pensamos llevar al Congreso, ya que desde que se cerró la escuela Wilfredo Lam también se cerró la oportunidad de formar esos artistas en el territorio.
«Hoy solo se cuenta con una o dos plazas para San Alejandro, pero, lastimosamente, la mayoría no regresa. Esperamos que la magna cita promueva soluciones a esos problemas añejos y se abran puertas a la búsqueda de financiamiento (local o internacional) para proyectos que generen transformaciones en el quehacer de la AHS, relacionadas, además, con la terminación de la sede y los equipos de sonido.
«En la actualidad contamos con nueve proyectos, pero nos falta mayor vinculación entre los asociados y necesitamos más apoyo de la dirección
municipal de Cultura, específicamente con la transportación, para entrar a las comunidades. Por suerte existe excelente alianza con los medios de comunicación.
«En tanto todos esos asuntos encuentran soluciones parciales o totales —soy optimista—, me gustaría que las personas se identifiquen con lo que escribo, no solo con la poesía, sino también con las investigaciones y ensayos sobre la cultura local», concluyó.