La Asociación Hermanos Saíz reconoce la labor de los jóvenes escritores con la entrega de los premios Calendario 2023. Autor: Juan Carlos Borjas Publicado: 18/02/2023 | 10:40 pm
Con gran júbilo, la organización que agrupa a los creadores de entre 16 y 35 años de todo el país celebra los premios a lo más prominente de la literatura escrita recientemente por jóvenes, entregados en el marco de la 31era. Feria Internacional del Libro de La Habana.
Los premios Calendario figuran, desde su creación, como la máxima distinción literaria que confiere la Asociación Hermanos Saíz. La sala Nicolás Guillén de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña fue testigo, como cada febrero, del talento laureado este año en las diferentes categorías.
La joven escritora Giselle Lucía Navarro Delgado fue merecedora del reconocimiento en el apartado Infantil y juvenil con su libro Un niño perfecto. «En este caso el Premio Calendario me va a posibilitar la publicación de mi sexto libro, una novela que aborda el tema de la discriminación y la identidad. El personaje protagónico es un niño autista, y hay otros infantes con alguna discapacidad en los personajes secundarios. Es un texto que, si bien se narra en tercera persona, está todo el tiempo viendo el contexto; que es ficticio, pero tiene muchos elementos comunes con la realidad cubana. Durante un extenso momento de la trama esta perspectiva se narra desde los ojos de los niños: ese es el hilo conductor de la historia», declaró a Juventud Rebelde.
«El Premio Calendario es un lauro visto con mucha significación en el plano literario cubano porque ha hecho una especie de registro muy amplio de una buena parte de las últimas dos generaciones de escritores que existen en la Cuba actual. Me hace muy feliz esta entrega, pues si bien no es mi primer libro, me vino a ratificar un trabajo que llevo realizando hace buen tiempo en el ámbito de la narrativa para niños y jóvenes», afirmó la además Premio David de Poesía 2019.
Cables de alta tensión, de Onel Pérez Izaguirre, engalanó la categoría de Poesía en esta ocasión. Según declaraciones ofrecidas por el autor a JR, «este libro ha pasado por varios momentos, pero el período de depuración ha sido esencial para su evolución. Es una pieza literaria que ve a la sociedad desde la mirada inquisidora de una máquina; un artefacto que lo vigila y lo controla todo.
«Ser premiado por la AHS es un impulso que me llena de emociones y buenas vibras, pues abre las puertas a la visibilización dentro del contexto nacional. Es una forma, sin dudas, de recompensar el sacrificio y las muchas horas frente a una página en blanco», aseveró el escritor.
En Teatro, Juan Edilberto Sosa Torres se llevó el lauro con su obra El subterráneo. El joven comentó a este diario que la obra premiada es un texto escrito alrededor de 2016: «Fue una de mis primeras obras. Tiene además el añadido de que fue uno de los textos que pude revisar a través de la escena: surgió a través de la escena y de todos los procesos investigativos que hemos estado desarrollando en el Grupo de Experimentación Escénica La Caja Negra, el cual dirijo en Santiago de Cuba.
«Es una obra que tiene mucho del juego del espejo, donde el público pudiera ser en algún momento un elemento de representación y a su vez el actor pudiera ser también el público. El libro se encuentra atravesado por esa relación obra-espectador, y tiene como sugerencia que el público vaya recorriendo los espacios de representación, donde ya adquieren automáticamente la condición de actuantes desde la mirada de otro, que puede ser otro espectador o el propio actor.
«El subterráneo trae consigo muchos referentes literarios y teatrales de la posmodernidad. Habla además sobre el feminicidio, algo que está presente en las sociedades contemporáneas. El texto aborda este tipo de acción que va contra las esencias humanas», destacó Sosa Torres.
Para el autor, «obtener este premio significa legitimar una escritura teatral que vengo explorando desde hace varios años, no solo desde los textos, sino desde la escena. Patentizar eso a través de un galardón tan importante es una confirmación de que esta búsqueda es acertada. Tiene el valor añadido de estar bajo la editorial Abril y ocurrir en el marco de la feria. Estoy muy agradecido. Espero que ese otro jurado que va a ser el público, también le dé un buen calificativo».
Martha Acosta Álvarez fue distinguida en la categoría de Ciencia Ficción con Refugiados, obra en la que cuenta «dos historias en paralelo en un contexto posapocalíptico. Por una parte, una madre y su hijo resisten en la Tierra en un ambiente hostil; por otra, un joven privilegiado aguarda en una nave espacial el momento de volver al planeta. Pasan situaciones muy difíciles, pero eso no apaga sus ganas de vivir.
«Formar parte de la colección de premios Calendario ayudará a que el libro llegue a los lectores. Es un galardón con una historia hermosa. Cuando aún no soñaba con publicar, siempre buscaba las piezas premiadas con este lauro en las librerías», expuso la creadora.
En el apartado de Ensayo se galardonó a Luis Emilio Aybar Toledo con la obra La ideología revolucionaria en el trabajo. Una mirada desde el sector industrial (1961-1965), mientras que Salvajes y dichosos, de Rubiel Alejandro González Labarta, fue la obra reconocida en la categoría de Narrativa.
Además, hubo menciones para Yasmani Rodríguez Alfaro con Ojos de gatos, en Infantil y Juvenil; Norge Luis Labrada Gutiérrez, con Pasto Negro, y José Ernesto Nováez Guerrero con El sueño de la razón en Poesía, y Daryl Ortega González con Acomplejados en Narrativa.
Como cada año, la AHS, en su afán de promocionar el arte joven en toda Cuba, presentó los títulos premiados el pasado año, los cuales se encuentran a la venta y se comercializarán en la red de distribución y en presentaciones de la organización durante todo el 2023.