Carilda Autor: Marisol Ruiz Soto Publicado: 05/07/2022 | 11:39 pm
MATANZAS.— La ciudad la ama como mismo ella idolatró sus calles, ríos y bahía. Este 6 de julio cumpliría cien años. Quiso llegar a esta fecha, pero el destino se opuso a su deseo… y aun así ella vive en cada amanecer de su Canto a Matanzas.
«Desprendida de un astro dorado y milenario, cayó en los páramos de la poesía cubana. Si hay en Cuba un solo poeta que haya vivido en carne y espíritu la poesía, ese poeta es, sin dudas, Carilda Oliver Labra», fueron las palabras de Miguel Barnet, presidente de honor de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
«Ella echó por tierra la poesía femenina del romanticismo con versos inflamados y huecos, para inaugurar un neorromanticismo de rabia jubilosa, con un tono descarnado y real, un tono, en fin, revolucionario», fueron sus valoraciones, leídas en el teatro Sauto por Alfredo Zaldívar, director de Ediciones Matanzas.
Para recordarla en sus propios códigos, este martes se desarrolló en el Archivo Histórico matancero el coloquio Jugando a no perder la luz, y este miércoles será el conversatorio La ciega que se mira en sus espejos.
«Como todo mito, Carilda es un tipo de poeta que durará, porque es una poeta del amor, tema universal que no tiene tiempo. Es una poeta del futuro», subrayó a este diario Virgilio López Lemus.
José Manuel Espino, presidente del Comité provincial de la Uneac en Matanzas, explicó que desde el lunes y hasta hoy ha tenido lugar la jornada literaria nacional por el centenario de la Premio Nacional de Literatura.
«Ella es un símbolo matancero, una leyenda, sin dudas de las de mayor dimensión entre los intelectuales que han nacido en esta provincia», destacó Espino.
Para honrar su impronta, en la noche del martes fue el recital poético Una mujer escribe, con poetisas matanceras e invitadas, el cual contó con un performance a cargo de Teatro Mirón cubano. También se inauguró en la sede de la Uneac la exposición de artes plásticas Discurso de Eva, como parte de un salón de pintoras matanceras, y en Ediciones Vigía la muestra A salvo en la palabra.