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El arte de investigar el arte

Un coloquio dedicado al destacado escritor Luis Álvarez Álvarez rindió honores a una obra llena de matices y facetas

Autor:

ANIELA DUMAS

«Luis Álvarez Álvarez es de los intelectuales más sólidos y reconocidos de las letras cubanas». Así lo aseguró la ensayista Cira Romero en el coloquio de homenaje al Premio Nacional de Literatura 2017, uno de los autores a quien se dedica la 30ma. Feria Internacional del Libro de La Habana 2022.

La cita tuvo lugar en la sala Nicolás Guillén de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña. Contó con la presencia de seis panelistas conocedores de la trayectoria de Luis Álvarez, quienes recorrieron aspectos de su obra como sus facetas de investigador, poeta, ensayista, crítico y maestro.

El arte de investigar el arte es uno de los aportes esenciales de este intelectual, académico titular de la Sección de Ciencias Sociales de la Academia de Ciencias de Cuba y miembro de la Academia Cubana de la Lengua. Su condición de trabajador incansable lo ha hecho merecedor de numerosos reconocimientos, entre estos, la Medalla Alejo Carpentier, la Distinción por la Educación Cubana y el Premio Nacional de Literatura.

La directora del Centro de Estudios Martianos, Marlene Vázquez, se refirió al recorrido de este autor por la oratoria de Martí a partir de los saberes que acumula como gran conocedor de su obra. «Álvarez Álvarez posee alto vuelo ensayístico en la obra martiana, de cuyo magisterio ha hecho no solo objeto de estudio, sino pauta de vida».

Durante su disertación Vázquez recomendó algunos títulos del quehacer editorial de Álvarez Álvarez, para quienes deseen acercarse a su obra. Se refirió a Estrofa, imagen, fundación: la oratoria de José Martí, merecedora del Premio Casa de las Américas en 1995; Martí biógrafo, que alude a la figura del Apóstol desde un ángulo histórico; El pensamiento cultural de José Martí, que se publicará próximamente de manera digital, y El Camagüey en Martí.

Un momento especial del coloquio lo protagonizó Caridad Atencio, quien calificó a este intelectual como «un profesor culto y agudo», y mostró su orgullo por haber sido su alumna de Latín durante sus años como estudiante de Filología.

Al referirse a los aportes de Álvarez Álvarez en la ensayística, hizo alusión al trabajo sobre el poema Polvo de alas de mariposa, de José Martí, en el que caracteriza la singularidad de este cuaderno y fundamenta la necesidad de estudiar el poema, pues constituye un eslabón dentro de la poesía martiana.

«Es un guía de lujo, sabio y paciente; recorrer a su lado la ciudad de Camagüey es una forma de descubrir mitos, personajes, historias y anécdotas populares e íntimas; el estudio de la cultura y de los textos fílmicos habilitan para sus lectores nuevas formas de mirar y entender películas. He aquí una rara virtud para quien ilustra, sin querer enseñar», señaló Astrid Santana, profesora del Departamento de Estudios Teóricos la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana.

Sobre la poesía de Álvarez Álvarez, el poeta Rito Ramón Aroche señaló su habilidad de encontrar en lo común, en lo cotidiano, la esencia que luego plasma en su obra, pues sus poemas provienen de cuadros que engalanan las paredes de simbólicos museos y de la historia de Cuba, aportándole a su lírica una distinción personal.

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