Él tocó mi puerta, 2020, mixta sobre yute. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 22/07/2021 | 10:29 pm
En un pequeño apartamento ubicado en la capitalina barriada de la Víbora, encontramos a Víctor Manuel Maden Morgan, uno de los jóvenes que participará en la octava edición del Post it. Graduado de Artes Plásticas en la Universidad Camilo Cienfuegos, de Matanzas, y de la Escuela de Instructores de Arte de esa misma provincia, este joven artista desarrolla desde hace algunos años una obra marcada por la religión afrocubana.
Pinta mucho y reconoce influencias de Moisés Finalé en sus creaciones. Lo admira y respeta como a un padre. Estudia, lee, incursiona sin miedo en soportes, materiales y técnicas, e incorpora elementos como clavos y raíles. Maden Morgan busca su camino.
Quiere más y ese deseo de crecer como creador y, por consiguiente, como ser humano, lo lleva a detener la mirada hasta en el más mínimo detalle. Atrapa sueños e ideas de todo lo que ve.
Maden Morgan. Foto: Tomada del perfil de FB del artista
El recuerdo de la abuela es quizá una de las razones por las que el tejido se ha convertido en un elemento distintivo en la obra de este artista. «Mi abuela era costurera y el castigo que me ponía cuando en la niñez me escapaba a jugar en la calle sin decir a dónde iba, era ensartarle las agujas. A mí eso no me gustaba, pero de tanto verla hacer lo mismo aprendí a coser yo también. Esa imagen y la de los altares en las salas de las casas de Cárdenas, mi ciudad, fueron permeando mi arte y me acompañan todos los días», confesó a Juventud Rebelde.
Abundan en sus piezas los tonos ocres y las representaciones yorubas acompañadas muchas veces de puntadas que acentúan la intencionalidad del mensaje.
«Es un rencuentro con el pasado. Desde luego, beber de la fuente de otros artistas me ha permitido desarrollarlo mucho más. Los colores tierra simbolizan el mestizaje existente en nuestra Isla y la presencia de la cultura africana. En Cárdenas es común encontrar una ofrenda en cualquier esquina, oír un toque de santo. Justo en esa ciudad querida realicé mi obra hasta hace muy poco», dijo y más adelante agregó:
«En la pintura encontré el modo de expresarme, de vivir o coexistir con la belleza, los fenómenos y situaciones internas o externas que me rodean. Nunca me conformé con el contenido que impartían en el aula, investigaba y adquirí algunas técnicas de modo autodidacta.
«Como parte de esa indagación descubrí la obra de Finalé y comencé a seguirla. En aquellos años él fue a impartir una conferencia en la escuela y yo quedé impactado por la similitudes de análisis y pensamiento, el modo en que hablaba de la pintura y la necesidad de hacer búsquedas constantes y cuestionarlo todo.
«Disfruté, una vez graduado, la etapa del servicio social porque pude enseñar a otros lo que había aprendido; pero yo quería pintar, hacer mi propia obra, volcar sobre el lienzo o cartulina angustias, alegrías, preocupaciones, cuestionamientos, todo. Tenía algunos trabajos ya realizados y decidí, en 2011, presentarlos a los salones municipales que se convocaban en la galería Conrado Walter Massaguer (Cárdenas). Allí recibí mis primeros premios y críticas, y gocé inmensamente la interacción del público con la obra».
Desde la llegada a la capital de Maden Morgan, hemos visto piezas suyas en varias exposiciones colectivas, incluido la última Bienal de La Habana, sobre todo con Finalé, quien está convencido de que su coterráneo es un pintor con muchas potencialidades y un caudal creativo impresionante.
La obra de Maden Morgan empieza a madurar, se consolida, recorre algunos lugares del mundo y se amontona en una pequeña habitación de la Víbora. «Es difícil abrirse camino en la capital. Hay mucho talento. El Post it es una oportunidad para nosotros los jóvenes. Visibiliza nuestro trabajo y nos abre puertas en un universo tan competitivo como el arte. Es un concurso de mucho prestigio. Pongo todo el empeño en estar a la altura de quienes cada año se presentan. Es la primera vez que participo.
«Estoy concentrado específicamente en dos piezas para enviar al certamen, al tiempo que llevo adelante otro proyecto expositivo, pinto y estudio», concluyó Maden Morgan.
Lo múltiple y lo heterogéneo a concurso
Siete ediciones le han bastado a Post it. Arte cubano contemporáneo para colocarse entre los certámenes más atractivos por la manera en que visibiliza la obra de los creadores premiados y por los posibles convenios de colaboración que estos pueden establecer con Collage Habana, del Fondo Cubano de Bienes Culturales, institución que lo organiza. El propósito es establecer un vínculo con el contexto artístico emergente en la Mayor de las Antillas.
Dirigido a artistas cubanos menores de 35 años residentes en el país, mientras no hayan resultado ganadores en las dos últimas entregas del concurso, los aspirantes tendrán la oportunidad de enviar en formato digital, hasta el 31 de julio, la documentación que se requiere para participar, a la dirección electrónica: galeriagaliano@gmail.com.
Las obras deben ser inéditas. Con temática libre, se pueden presentar hasta tres trabajos (dípticos, trípticos o polípticos contarán como una sola) y escoger cualquier manifestación de las artes visuales como medio de expresión (dibujo, pintura, escultura, instalación, fotografía, grabado, arte digital, videoarte, performance, etc.).
Un comité de selección se encargará de escoger las piezas que conformarán la muestra en competición, la cual será inaugurada de manera virtual este septiembre. La exposición presencial se organizará en la medida en que las condiciones epidemiológicas así lo permitan.
El jurado, integrado por reconocidos artistas, críticos y curadores, otorgará tres premios y cuantas menciones estime conveniente. Su veredicto lo dará a conocer en el mes de octubre.