Mario Benedetti. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 04:57 pm
Escribir de quien escribe es siempre difícil, y no se hallan las palabras para el homenaje, pero escribir de este gigante hombrecito, pequeño como un gorrión, que pareciera venido al mundo para tomarle el pulso desde la pluma, es más difícil aún.
América celebra hoy —y celebra porque a un cantor de la vida no se puede más que celebrar— el aniversario 97 de esa vida que vivificó a tantos desde novelas, poemas y cuentos, y desde un hacer que fue en todo coherente con su enramado y verde discurso.
Gracias, Benedetti, por tanto. Permítenos el sacrilegio de recordarte con simples frases, cuando tu obra no se puede reducir a tan poco.
1. El amor no es repetición. Cada acto de amor es un ciclo en sí mismo, una órbita cerrada en su propio ritual. Es, cómo podría explicarte, un puño de vida.
Mario Benedetti, nacido en Uruguay, fue creador de más de 80 libros que fueron traducidos a una veintena de idiomas.
Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia, era su nombre completo, y nació en1920 en Paso de los Toros (Tacurembó, Uruguay), bajo una familia italiana que influyó en los cinco nombres con los que fue bautizado.
2. Pero, en definitiva, ¿qué es Lo Nuestro? Por ahora, al menos, es una especie de complicidad frente a otros, un secreto compartido, un pacto unilateral. Naturalmente, esto no es una aventura, ni un programa ni -menos que menos- un noviazgo. Sin embargo, es algo más que una amistad. Lo peor (¿o lo mejor?) es que ella se encuentra muy cómoda en esta indefinición. Me habla con toda confianza, con todo humor, creo que hasta con cariño.
Desde los 14 años Benedetti trabajó en una fábrica de repuestos de automóviles Will L. Smith, S.A., en la que incursionó en todo tipo de especialidad desde vendedor hasta contador. Para luego en 1939 viajar hasta argentina donde descubrió sus dotes de poeta.
3. ¡Si uno conociera lo que tiene, con tanta claridad como conoce lo que le falta!
Foto: Kaloian Santos Cabrera
El uruguayo regresó a Montevideo en 1941 y se integró al equipo del semanario Marcha, donde participó en la formación de hasta tres generaciones de intelectuales como Eduardo Galeano, Alfredo Zitarrosa, Emir Rodríguez Monegal, Ángel Rama, Juan Carlos Onnetti, entre otros. Para luego convertirse en 1954. Para luego convertirse en el director literario del semanario.
4. Después de todo, la muerte es solo un síntoma de que hubo vida.
Foto: Kaloian Santos Cabrera
Contrajo matrimonio en 1946 con Luz López Alegre, quien fue su gran amor y compañera de vida.
Benedetti continuó con sus publicaciones literaria pero también incursionó en la vida política y en 1971 fundó el Movimiento de Independientes 26 de marzo. Al igual que participó activamente contra el Tratado Militar con los Estados Unidos.
5. En la razón solo entrarán las dudas que tengan llave.
Su primera novela Quién de nosotros pasó casi desapercibida por la audiencia, caso contrario a La tregua, que fue traducida en 19 idiomas y llevada al cine, teatro y televisión (1960).
En 1971 se suman más logros a su vida, cuando es nombrado director del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República de Montevideo, aunque tuvo que renunciar en 1973 producto al golpe de Estado.
7. No vayas a creer lo que te cuentan del mundo (ni siquiera esto que te estoy contando) ya te dije que el mundo es incontable.
Tras el exilio político le tocó viajar a Perú, luego a Cuba y por último a España, lugares en los que continuó su vida literaria, para luego regresar a Uruguay en 1983, donde permaneció hasta su muerte.
En 2001, el autor recibió el Premio Iberoamericano José Martí como muestra de reconocimiento a toda su obra, y un año más tarde es nombrado "Ciudadano Ilustre" por la alcaldía de Montevideo.
8. Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio.
Sus últimas obras fueron: Testigo de uno mismo y El viaje de salida, ambos en 2008, para que luego un año más tarde el 17 de mayo de 2009 falleciera tras padecer una enfermedad intestinal crónica que lo mantenían muy frágil.
9. Nos resignamos al momento único y feliz. Preferimos perderlo, dejarlo transcurrir sin siquiera hacer el razonable intento de asirlo. Preferimos perderlo todo, antes que admitir que se trata de la única posibilidad y que esa posibilidad es solo un minuto y no una larga, impecable existencia.
10. No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda, y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estás solo, ¡porque yo te quiero!
(Con información biográfica tomada de Telesur, imágenes de archivo digital JR)