Tocar un instrumento musical por primera vez será recordado por siempre. Los niños pudieron sacar sonidos de las cuerdas de guitarras trovadorescas. Autor: Yahily Hernández Porto Publicado: 21/09/2017 | 06:16 pm
CAMAGÜEY.—— Dicen que los jóvenes están perdidos. Yo replico que no es verdad. Los «cruzados» —alias nacido del sudor caliente de noveles artistas con morral al hombro—, hijos legítimos de una juventud arriesgada y desafiante ante un clima adverso, lejanía y caminos intransitable, prefieren hacer arte del bueno, donde casi nunca va el creador.
Sin miramientos los jóvenes «chiflados» —como muchos los llaman— recorren cada verano sitiales distantes de Camagüey, la barriga del Verde Caimán. Por equipaje —dicen quienes los ven subir lomas, cruzar ríos, hundirse en el lodo, desafiar las lluvias o el intenso sol de agosto— solo llevan guitarras, claves, cajones… y textos, poesías, libros y un sinfín de regalos culturales.
JR, junto a los rebeldes noveles de la Asociación Hermanos Saíz de varias regiones del país, desanduvo parajes y tomó abundantes instantáneas para hacer suya la XII Cruzada Literaria, sus sueños atrevidos, la arriesgada travesía y hasta la impronta de una cultura cercana a la gente de pueblo.