Mildre Hernández, en Literatura para niños y jóvenes, y José M. Ferrán Oliva, en Ensayo, consiguieron que Cuba conquistara dos prestigiosos Premio Casa de las Américas, según se dio a conocer este jueves ante la presencia de personalidades de la cultura del país y del Héroe cubano Antonio Guerrero.
Una cotidianidad surrealista, donde todo está a la vista del que quiera enterarse, pero que al mismo tiempo brinda miradas a una realidad llena de conflictos propone El niño congelado, de Mildre Hernández. Hubo menciones en esa categoría para Cuando llega el dragón, de Maricel Palomeque (Argentina) y para Ojo de agua, de Christian Nelson Medina Negrín, otro cubano.
El escritor José M. Ferrán Oliva fue galardonado por Cuba año 2025, un ensayo de tema histórico social. Ferrán tomó como referente el primer cuarto del siglo XXI y a través de un lenguaje claro y dinámico aportó aspectos relevantes a la comprensión de la historia económica de la Isla y la necesidad de transformaciones. A su coterráneo Guillermo Rodríguez Rivera le otorgaron mención por El problema racial en Cuba (los primeros libros de Nicolás Guillén).
El jurado galardonó a los colombianos Adelaida Fernández Ochoa por La hoguera lame mi piel con cariño de perro (Novela) y Nelson Romero Guzmán por Bajo el brillo de la luna (Poesía).
Además, Bernardo Ajzenberg, con Minha vida sem banho, obtuvo el mayor reconocimiento en Literatura brasileña, mientras que José Acosta, de República Dominicana, resultó ganador en el apartado Literatura Latina en los Estados Unidos, gracias a Un kilómetro de mar.
Se entregaron premios honoríficos a la argentina Tamara Kamenszain, por La novela de la poesía (Premio de Poesía José Lezama Lima); a la chilena Claudia Zapata Silva, por Intelectuales indígenas en Ecuador, Bolivia y Chile. Diferencia, colonialismo y anticolonialismo (Premio de Ensayo Ezequiel Martínez Estrada), y al mexicano Mario Bellatin, por El libro uruguayo de los muertos (Premio de Narrativa José María Arguedas).