Escritores y artistas en la UNEAC. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:47 pm
A raíz de vasto análisis sobre la necesidad de replantear las dinámicas particulares de la producción artística a las circunstancias actuales del país, los delegados al VIII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), tomaron importantes acuerdos relacionados con el mercado del arte, la remuneración de su trabajo y el papel de las industrias culturales.
Lo anterior fue expresado en el Dictamen de la comisión Arte, Mercado e Industrias Culturales, en la sesión plenaria del cónclave, que desarrolla su jornada final este sábado en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Con la premisa de mantener de modo permanente el funcionamiento de esta comisión luego del Congreso y abordar los diversos temas desde cada manifestación artística, los asistentes a esta magna cita aprobaron casi una veintena de acuerdos, entre los que sobresalen la participación de los artistas y escritores en el análisis que se haga en «pos de legalizar o crear las formas de gestión no estatal necesarias para el desarrollo de los procesos de la producción cultural en las actuales circunstancias económicas del país».
Igualmente se determinó que la organización debe coordinar acciones con las instituciones y los consejos correspondientes para fomentar la participación de sus miembros en la elaboración de las normas jurídicas del sector; así como debe garantizar, de conjunto con el Sindicato de Trabajadores de la Cultura, «la correcta aplicación y evaluación, en los ámbito laborales, económicos, financieros y de derecho de autor».
También se llegó a un consenso en temáticas como el seguimiento al proceso de transformaciones del cine cubano y del Icaic; la necesidad de rescatar los espacios de debate en los medios de comunicación —sobre todo en el Icrt—, y entre los artistas y los escritores; y la participación en el análisis del funcionamiento y la eficiencia de las actuales agencias de Representación Artística.
Asimismo se llamó a eliminar las trabas que sesgan todavía la cooperación internacional como vía para complementar a la contribución estatal, y a estrechar los vínculos con sectores como el Turismo, en aras de potenciar allí la presencia de nuestro arte más auténtico.
Para enriquecer esos acuerdos, el reconocido artista de la plástica Manuel López Oliva sugirió estudiar aquella vía de asociación para la gestión entre productores, especialistas y personal que colabora con el hecho artístico —propuesta en la década de 1980—, para la relación entre las instituciones estatales y los trabajadores particulares.
Tomy Hernández propuso agregar a lo críticos de arte en el registro del creador, mientras el periodista villaclareño Luis Ovidio González pidió perfilar mejor las facultades que tiene el Ministerio de Cultura, y donde la Uneac participa, en los espectáculos culturales que se presentan en el sector turístico.
Julián González, titular del sector, respondió que existen disposiciones legales establecidas en el país que garantizan este último planteamiento, y que exigen que la imagen de la nación se manifieste a través de sus ejemplos más auténticos.
«Ya hay una carta de intención del Ministerio de Turismo, porque es algo demasiado serio y no puede quedar a la espontaneidad», acotó el funcionario.
Miguel Barnet, presidente de la Uneac, recordó que en el informe central de este VIII Congreso se incluyó que la organización retornó a la comisión de Turismo y Cultura, porque la misma es asesora importante en ese tópico y sus aportes pueden ayudar a presentar ese rostro genuino de nuestro arte a los visitantes extranjeros en las instalaciones hoteleras.
En relación con el mundo del libro, Edel Morales insistió en la necesidad de una revitalización de la industria poligráfica.
A su vez, Giraldo Piloto propuso la figura del editor musical como ente facilitador de los fenómenos de la manifestación, al tiempo que Desiderio Navarro propuso que en los anuncios turísticos sobre Cuba se promocione al país y sus bondades, y se despojen de mensajes que solo se relacionen con estereotipos ya arraigados como, por ejemplo, los sexuales.
Bobby Carcassés reflexionó sobre el acceso de un público mayoritario a espectáculos culturales como los que ofrece Tropicana. Mientras, José Loyola pidió que se tuviera en cuenta su preocupación sobre los impuestos en los premios que se reciben en la cultura, los cuales no forman parte de los ingresos estables de los creadores.