Todas las manifestaciones artísticas se reúnen en una plataforma común de pensamiento y gestión. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:46 pm
Si eres un amante de la creación artística contemporánea, en cualquiera de sus manifestaciones, en pocos días tendrás la oportunidad de intercambiar con diversos procesos de esa vanguardia, cuando se desarrolle del 24 al 30 de este mes, la quinta edición del Festival de las Artes del ISA.
Tal vez el verbo intercambiar no sea el más adecuado para definir la relación público-obra-creador que se ha concebido para el certamen, pues uno de sus aspectos más significativos será la posibilidad que tendrá el público de participar como ente activo en muchas de las iniciativas que se han preparado.
Con una amplia programación conformada por casi 120 acciones, durante el festival se mostrarán al público de la capital los resultados del proceso de formación de la Universidad de las Artes, trascendiendo los límites geográficos de la institución.
Por esa razón, a la fiesta se suman el Pabellón Cuba —sitio esencial donde se realizarán eventos teóricos, paneles, presentaciones de libros, conciertos y exposiciones—, instalaciones de la calle Línea como el Centro Cultural Bertolt Brecht, el complejo Raquel Revuelta, la Casa del ALBA Cultural, la Casona de Línea y el Teatro Trianón; y otros lugares como el cine Lux, La Madriguera (Casa del Joven Creador), la Fundación Ludwig y parques de la capital.
El Festival de los estudiantes
En un mundo contemporáneo donde las artes tienen fronteras tan difusas, este quinto festival busca propiciar, desde el proceso formador, las relaciones entre las distintas artes y entre los creadores de todas las manifestaciones. Sin embargo, eso no puede funcionar como algo sujeto a un plan de estudios o de evaluación, sino que tiene que surgir desde la motivación y la espontaneidad, refiere el rector del ISA Rolando González Patricio.
«Un elemento importante del programa de desarrollo en nuestra universidad es la participación, una palabra muy repetida, pero muy poco respetada. Por tanto, este no podía ser un festival que el centro o sus facultades pensaran para ser ejecutado sobre los estudiantes, sino que debían ser ellos mismos los que intervinieran en el proceso desde el primer momento de su concepción. Este es el festival de los estudiantes, de la Universidad de las Artes para el público de la capital, y ojalá fuera para todo el país», comentó González Patricio.
Para gustos...
El ISA tiene como fundamento esencial de su quehacer la formación de una parte importante del futuro artístico de la nación, lo cual se complementa con la posibilidad de contribuir a la vida y la calidad de la cultura.
El festival está integrado por seis certámenes que corresponden a las cinco facultades y al Centro de Restauración y Conservación que posee esa casa de altos estudios: Imago, Elsinor, Musicalia, Marcapasos, Expo-Isa y el evento del joven restaurador y conservador.
Todos se reúnen en una plataforma común de pensamiento y gestión, no para anular sus dinámicas particulares, sino para estar en sintonía con las prácticas más contemporáneas del arte, vistas desde el prisma de la interdisciplinariedad.
Michel Cruz, presidente de la FEU de esa institución, comentó a Juventud Rebelde que este año, «siguiendo la experiencia de las cuatro ediciones anteriores, queremos no solo presentar los resultados docentes, sino promover la obra de las noveles generaciones de artistas de diversas concepciones que hoy se forman.
«Lo más importante que buscamos es captar la atención del público universitario fundamentalmente, y hacerlo parte del hecho creativo en la medida que puede intervenir, proponer, sugerir, generar experiencias y retroalimentarse.
«Estamos hablando de compartir el quehacer de muchachos muy jóvenes, recién egresados e incluso estudiantes, cuyas obras están todavía en proceso de conformación y que se abren de esta forma al diálogo y a la participación».
Con ese propósito se podrá formar parte de más de siete propuestas no acabadas, o sea, procesos de trabajos bien intencionados cuya finalidad es enriquecerse a partir del diálogo con los espectadores, una vez que culminen las presentaciones.
Mostrar una pluralidad de fenómenos, de lenguajes, de miradas y de modos de hacer de personas en pleno aprendizaje constituye una vía de estimular a los jóvenes que no cursan estudios en escuelas de arte y que pertenecen al movimiento de artistas aficionados.
«Esa realidad se manifiesta en la invitación que hicimos este año a siete proyectos de la AHS y a la Universidad Central de Las Villas con su Conjunto Danzario 5 de Diciembre. Consideramos que todas esas iniciativas son portadoras de valores, imprescindibles para ayudar en la concepción del gusto estético y elevar la capacidad de apreciación del hecho artístico».
En pleno crecimiento
Serán aproximadamente 342 los participantes en el festival. La convocatoria no solo incluyó a creadores del ISA, sino que se extendió a todo el país y a escuelas de arte en el extranjero. «Recibiremos proyectos invitados de más de seis provincias del territorio nacional y a una agrupación teatral chilena», precisó el dirigente juvenil.
Esta quinta edición redimensiona aún más la proyección comunitaria de la Universidad de las Artes mediante la intervención en plazas y parques de la ciudad, sobre todo en la localidad del Romerillo, —muy cercana a ese centro de enseñanza.
La producción literaria tendrá asimismo una fuerte presencia con la presentación de 15 títulos de ediciones Cúpula, entre los que se encuentran El Ballet en Cuba. Apuntes históricos, de Miguel Cabrera; En torno al arte musical y sus procesos en Cuba, de Lino Neira; TV y Edición, de Antonio Caballero; y De Hollywood al cine posmoderno, de Pedro Noa.
Otro de los momentos que promete ser de los más interesantes será el evento teórico dedicado a la gestión del arte joven en Cuba con temáticas como la creación artística en el sistema institucional cultural cubano, las redes de cooperación e intercambio cultural y el derecho de autor. Esos paneles tendrán como colofón un encuentro de noveles creadores.
Para Michel Cruz, esta fiesta de las artes constituye una suerte de puertas abiertas «que realizamos durante siete días, para mostrar lo que sucede en nuestro centro a la vez que lo proyectamos en dimensiones de lo público.
«En este punto es importante destacar eventos como el Imago, que no se limita a estudiantes de la escuela de cine, porque se asume como el evento del audiovisual universitario, donde concursan en igualdad de condiciones jóvenes de todo el territorio nacional con inquietudes audiovisuales. No hacemos distinciones entre lo que proviene de la enseñanza artística y lo que no, porque estaríamos cayendo en criterios elitistas que niegan las prácticas del arte más inmediato y contemporáneo».
Una vez más, este encuentro de la creación juvenil ratifica la idea de multiplicar, integrar y crecer. Todo está dicho, si el arte realmente te interesa, ya sabes que para gustos: tenemos un festival.