En esta primera exposición de caricaturas, no falta la perspicaz mirada criolla, enriquecida por la excelencia del dibujo. Autor: Roberto Morejón Guerra Publicado: 21/09/2017 | 05:42 pm
Entre los muchos atractivos que trajo consigo la 35 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano estuvieron las propuestas de las artes plásticas. Una de las más disfrutadas por el público fue la muestra De eros, vampiros y Tapoks (pinturas, dibujos y «erotips» de Juan Padrón), que por estos días se exhibe en el Centro Hispanoamericano de Cultura, de la Oficina del Historiador de La Habana.
Lo más destacable de la exposición radica en el hecho de que, por primera vez, el creador de Elpidio Valdés expone en esos formatos múltiples dibujos y temperas, más un centenar de cortos animados que él denomina «erotips».
Nombrados así, con un término creado por el propio Padrón, se trata de animados cortos con una esencia fundamentalmente erótica. Aunque su contenido es un poco «picante», no afectan la sensibilidad del público, sino que estimula la picardía cómplice.
Escenas de vampiros erotizados, hombres de la Edad de Piedra en busca de placer sexual y personajes pertenecientes a la época de El Sable —suplemento humorístico de nuestro periódico al que estuvo vinculado Padrón en décadas pasadas—, además de la socarrona referencia a otras culturas como la egipcia, la romana o la griega, son algunos de los elementos que el público podrá disfrutar en De eros, vampiros y Tapoks.
En esta primera exposición de caricaturas del también premio nacional de Humor 2004 y premio nacional de Cine 2008, no falta la perspicaz mirada criolla, enriquecida por la excelencia del dibujo.
Muchas generaciones de cubanos crecimos riendo y aprendiendo de la mano de los reconocidos personajes de Juan Padrón. De la preferencia del público goza sin dudas la saga de Vampiros en La Habana. Ahora tiene usted la posibilidad de sumergirse, de una forma diferente, en el ingenioso universo creativo de uno de los artífices más importantes de nuestro país. No lo deje para una próxima aventura, compay.