Maykel Blanco y Salsa Mayor durante la presentación de A toda máquina en el teatro Mella. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:33 pm
Tomando la mixtura que ese son nuestro permite, Maykel Blanco refleja en sus conciertos que existe un relevo joven, creativo y con un montón de ideas en la música popular bailable. El pianista, percusionista y líder de Salsa Mayor, explota un sinnúmero de potencialidades en A toda máquina (Bis Music, 2013), el sexto de los fonogramas que factura junto a su grupo.
Heredero de placas anteriores de la agrupación como Llegaron los cubanos, Recoge y vete, Anda y pégate y Soy lo que te hala —el primero de los volúmenes de la agrupación que licencia una disquera nacional, en este caso Bis Music—, el nuevo álbum sintetiza ese concepto esencial que guía la obra de su orquesta: el songo. Tal tendencia, patentizada por Juan Formell en toda la obra de los Van Van, encuentran en Blanco a un seguidor que no solo asume esa estética, sino que también la enriquece con sus orquestaciones.
En esa cuerda emerge El songo de todos, uno de los 13 sencillos que contiene el compacto y en el que se pide que «abran paso a la nueva generación» de soneros que hace música cubana en la actualidad. Allí ponen su voz, además de los vocalistas de Salsa Mayor, Cristian y Rey Alonso, de los Kini Kini; Emilio Frías, ex cantante de la Revé; Norisley, «el Noro», Valladares; de Pupy y los que son son, y Ailyn Dallera, de Bamboleo.
Aderezado con frases del sincretismo nacional y atemperado con esa riqueza que el género permite, el tema nos permite avizorar lo que luego escucharemos: piezas con una inconfundible influencia del denominado «tren» de la música popular bailable, del Charangón, la Charanga Habanera y de Adalberto Álvarez.
Entre la docena de obras compuestas por Blanco para el CD resaltan temáticas como el amor y la nostalgia, así como vivencias salidas de la piel del músico y de su entorno. Todo manejado con palabras diáfanas y alejadas de recursos que empobrecen el lenguaje.
Precisamente ese ha sido uno de los preceptos de Maykel Blanco, quien ha manifestado que entre sus expectativas con A toda máquina está que se continúe «defendiendo nuestro estilo, siempre marcado desde el lenguaje».
Mientras apreciamos escenas cotidianas de La Habana enriquecidas con la fuerza del son contemporáneo en La calle, recibimos lecciones sobre la fraternidad en Tú no eres mi amigo.
La figura soy yo, El artista y Un kilo se suman a esa mirada de Blanco sobre la tendencia melódica que defiende y a la que se une Pa’ que se quite, de Mauricio Cecilio Díaz, la única composición que no pertenece al líder de Salsa Mayor, auque se ajusta a la estética que propone el fonograma.
Quisiera resaltar el corte El bembé, pieza cuyo cadencioso ritmo rumbero nos ofrece un sustancioso viaje a la cultura africana que corre por nuestra piel. De todos los instrumentos sale ese potente sonido afrocubano, que se resalta en los solos de percusión y de piano, con los cuales se alude a una tradición de «barrio», donde «suenan los cajones».
Fue la presentación de A toda máquina ante el público capitalino en el teatro Mella un momento para mostrarnos ese concepto de espectáculo que ha amasado la orquesta en este último tiempo. Con el claro objetivo de promocionar su proyecto artístico, Maykel Blanco y el director artístico, Lázaro Caballero, conjugaron elementos esenciales en este tipo de actuaciones como el diseño de la escena y el uso de soportes digitales como pantallas y luces.
Como comentó a Juventud Rebelde, Maykel siempre admiró la capacidad creativa del estadounidense Michael Jackson, pero en su caso toma de los valores de nuestra cultura y el arraigo musical de la Isla para llevarlos a la escena.
Pudimos apreciar en el Mella desde un homenaje a la popular cantante La Lupe —en el que intervino Laritza Bacallao y Salsa Mayor dio muestras de su desdoblamiento en el acompañamiento melódico—, hasta la presencia de reconocidos cultores de la música popular bailable como Elito Revé y Manolito Simonet, quienes además asistieron con sus cantantes; así como los vocalistas Juan Guillermo y Elaín Morales, y la agrupación folclórica Yoruba Andabo, con la cual hizo una loable simbiosis en El bembé. Por supuesto que la velada no dejó fuera a quienes participan junto al grupo en el sencillo El songo de todos.
Grabado en el estudio 3 de Radio Progreso el pasado año, y con la producción musical de Maykel Blanco, A toda máquina deviene carta de referencia en el quehacer sonoro actual, una propuesta nada desdeñable para quienes gustan de bailar; y una apuesta segura de que el son tiene muchos continuadores.