En La tierra comprometida, el artista Reynerio Tamayo realiza una apropiación del programa Google Earth para conformar las obras de la exposición. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:11 pm
La imaginación es la certeza de un mundo que sorprende en cada breve espacio. ¿Acaso conocía usted la existencia de una península con la forma de la Mona Lisa, una laguna a imagen y semejanza del famoso retrato realizado por Leonardo da Vinci en el siglo XVI, o una playa cuyo contorno imita una mano con el puño cerrado a punto de impactar sobre un rostro humano de perfil?
Y es que fantasía y realidad a diario se dan la mano. Bien lo sabe el artista de la plástica Reynerio Tamayo, quien invita a descubrir la maravilla de esta geografía traviesa, mediante su exposición La tierra comprometida.
La muestra, que se exhibe en la Galería Habana (Línea entre E y F, Vedado) hasta el 29 de julio venidero, está conformada por 12 piezas. A decir de su autor, cada obra incorpora «el vínculo que se tiene con la gente, la tierra, el mundo, la naturaleza y la filosofía de la vida».
Para Reynerio —graduado en 1992 en el Instituto Superior de Arte (ISA)—, la esencia de su discurso dialoga en torno al hecho de que «estamos viviendo tiempos muy crudos y raros, por lo cual todo se resume en un compromiso latente que uno tiene con el tiempo que le tocó vivir».
La tierra comprometida constituye una propuesta sugerente que interpela al espectador. Haciendo uso del acrílico sobre lienzo, el creador construye panoramas desde una perspectiva satelital. A partir de ese enfoque pueden ser apreciadas obras como Mito y realidad, la cual refleja un paisaje elaborado con la imagen del Che Guevara; Península y Laguna interior, ambas inspiradas en esa obra sublime de las artes plásticas universales que es la Mona Lisa; y Habana, pieza cuyo contenido asocia a la ciudad con una representación simbólica de la mujer y lo maternal mediante una vista de la capital, donde la bahía tiene la forma del sistema reproductor femenino.
Completan la expo las creaciones Harakiri, La isla de los vivos, Bombardero, El último día de Jackson Pollock, Nostalgia, Sexos opuestos, La casa y La playa.
En diálogo con Juventud Rebelde, Reynerio explicó que hizo una apropiación de un programa de Internet llamado Google Earth, el cual permite obtener imágenes y mapas satelitales de cualquier lugar del planeta.
«Este es un fenómeno del consumo mediático de millones de personas en el mundo y asumí esos discursos de la vista satelital para transformarlos en mapas reinventados. A partir de ahí monté la idea y mi historia para hacer reflexionar a la gente sobre cuestiones que me conmueven, inquietudes, circunstancias… Intento provocar al espectador desde temas contemplativos hasta asuntos más reflexivos, como el de la imagen del Che».
Todas las piezas son paisajes vistos desde arriba. El propósito radica en cambiar un poco la visión de la gente y que el espectador se sienta en parte como el mismo satélite o un ser todopoderoso, señaló.
«Son mapas que privilegian la fantasía. La Mona Lisa se ha repetido tanto que por qué no figurarse la existencia de una península con la geografía inspirada en esa imagen».
La obra de Reynerio Tamayo se ha caracterizado por sus lazos con el humor. Al indagar por los motivos que lo conllevaron a plantearse el mensaje pictórico de La tierra comprometida de una manera tan peculiar, el artista comentó que «conceptualmente esa esencia está presente a través de la construcción de la idea y los personajes. «Esta muestra constituye una consecuencia de toda mi obra, que se manifiesta desde el punto de vista de los materiales, las concepciones, el tratamiento y la materialización, para conservar la sintonía con la serie y sustentar una sinfonía de acuerdo a esta exposición».
La tierra comprometida se erige ante la mirada del espectador como confirmación de que la vida es una verdad caprichosa, que nace siendo un sueño y termina convertida en realidad. Un manto vital bajo cuyo amparo el hombre crea su camino, construye ilusiones, imagina su espacio y crea su mundo.