Momentos de la entrevista al cineasta cubano Lester Hamlet en la redacción digital de Juventud Rebelde. Autor: Roberto Morejón Guerra Publicado: 21/09/2017 | 05:05 pm
El cineasta cubano Lester Hamlet visitó Juventud Rebelde este martes para dialogar con nuestros lectores sobre su última producción, Casa Vieja, y sobre el cine cubano en general.
Casa vieja, primera cinta en solitario de Hamlet, conquistó el premio del público en el 32 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, celebrado el pasado mes de diciembre.
Graduado en 1991 de la Escuela de Instructores de Arte, Hamlet se especializó en Dirección Teatral. Asimismo, cursó estudios de Montaje Cinematográfico, Dirección de Arte y Técnica de Dirección de Actores en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, y se especializó en Dirección de Cine en la Facultad de Arte de los Medios de la Comunicación Audiovisual del Instituto Superior de Arte en Cuba.
En su obra sobresalen cortos de ficción, publicitarios, videos musicales, conciertos y documentales. Entre sus trabajos más recientes destacan la segunda historia del largometraje Tres veces dos y el montaje del filme La edad de la peseta; además de un gran número de video clips.
Respuestas a las preguntas:
Felix: ¿Qué tal fue su relación laboral con el ya desaparecido Rufo Caballero? ¿Alguna vez tuvieron alguna diferencia de opinión?
Lester Hamlet: Me satisface muchísimo me pregunten al respecto de Rufo Caballero, a quien considero un maestro, un gran maestro y de cuya pérdida tardaré en recuperarme. Rufo y yo fuimos, somos, amigos, una amistad que estuvo marcada siempre por su exigencia y no conformismo y por mi necesidad de conocimientos y seguridad. Muchas veces tuvimos diferencias de opinión, más de una vez dejamos de hablarnos, nos comportábamos como niños en medio de alguna perreta. Su muerte me dolió, me duele saber que no podremos contar más con su criterio.
Una semana antes de su último ingreso visitó mi casa esa vez con el propósito de ver Casa Vieja, lo dejé solo en mi estudio para no interrumpir en la proyección y permitirle toda la comodidad posible. Al escuchar la música de créditos finales entré al estudio y, conmovido, muy conmovido, me habló de la película; sus lágrimas fueron una especie de recompensa. Había yo logrado emocionar al crítico más exigente y él se deshacía en recomendaciones, halagos y consideraciones sobre lo visto, más tarde, un rato después me pidió que le mostrara imágenes de Fábula, mi proyecto más nuevo y también se las mostré y comentó. Ahora solo sé que él me falta, me encantaba contar con su juicio, con esa verdad suya que solo él defendía y en la que tantas veces acertó y otras se vio errado, pero su compromiso con el arte, con su época, su compromiso ético siempre me harán sentir cada día que a la vida le falta el color de ese amigo entrañable, a veces no comprendido, a veces tierno y otras común. Un hombre que daba un color que a partir de su muerte falta.
Marta: Solo quiero preguntarte: ¿Si la canción de Carlos Varela del final fue hecha expresamente para el filme o si ya existía?, de cualquier manera un cierre perfecto. También desearte suerte y que sepas que hemos recibido tu mensaje.
Lester Hamlet: A estas alturas lo importante no es saber en que momento fue escrita la canción, creo que la vida es una serie de causalidades y casualidades que existen en torno a los proyectos. Tal vez Carlos Varela no escribió conscientemente para Casa Vieja esta canción, pero somos amigos cercanos, hemos trabajado y colaborado en más de una ocasión y tal vez los fantasmas que habitan el mundo de mi creación le soplaron al oído alguna vez mi historia y provocaron en él un texto como De vuelta a casa. Es concurrente. Siempre pasa. Para mí es la canción de la película, para él también. El momento de la escritura nadie sabe a que ciclo de su composición responde, pero yo soy un hombre dichoso porque en una síntesis hermosísima: el poeta que es Carlos logró concluir y sintetizar toda la trama de mi filme, y eso es de agradecer.
Masi: Ante todo mis saludos y felicitaciones por tan excelente filme. Mi pregunta es la siguiente: ¿Se ve identificado usted de alguna forma con esta película?
Lester Hamlet: Pero estimado lector… ¿qué pregunta es esa? Cada proyecto en el que me involucro lo hago desde un profundo sentimiento de pertenencia y de identificación, si eso no ocurre el proyecto no me interesa y cuando me siento así no me involucro. Es simple.
Cuento las historias que me motivan, hablo de temas en los que me veo identificado, por eso no se me ocurre contar historias de ciencia ficción, hasta que no conozca al primer marciano.
Casa Vieja habla de mí, de ti, de nosotros, de los que vivimos y pensamos en este país, de los que padecemos ante una silla vacía en cada reunión familiar, de los que lamentamos semana a semana no suene el teléfono para dejarnos oír la voz de aquel que está lejos.
No escapo de ese designio contemporáneo, y tampoco de otros muchos a los que se refiere mi película.
Esteban es gay porque yo mismo soy gay y eso funciona como un alter ego a través del cual digo cosas que no alcanzo a expresar con mi voz, la presencia del gay en la producción audiovisual nacional, salvo contadísimas excepciones me ha provocado insatisfacciones, no por pensar que por ser gay uno es un ser mejor ni nada semejante, sino porque siempre nos retratan desde la burla, el fantoche, lo exagerado y lo patético. El Esteban de Casa Vieja, no siendo un personaje positivo, escapa de ese denominador común, sus problemas son otros, como también son otros los problemas míos, pero su comportamiento social no se rige por un poco de hombría de más o de menos.
Por supuesto que me veo identificado con mi película y no solo con Esteban sino con cada uno de los personajes. Por ejemplo, la Laura interpretada por Daysi Quintana, ella refiere un mundo de lo romántico muy semejante al mío, ella habla de idealismo romántico y refiere un momento de amor, el caminar solo 2 cuadras con el ser amado, ella se inventa el amor, lo riega, lo cultiva, lo provee de sombra y agua, pero ella sola, tal vez yo también ame así, tal vez mi mundo lírico sea tan ilusorio como el de ella.
Y así con cada uno de los personajes.
Lo importante es vivir, y saber que todo cambia.
Marlon: ¿Va a dejar el mundo clip por las grandes producciones?
Lester Hamlet: Ojalá. Me encantaría dedicarme únicamente a las grandes producciones pero no depende solo de mis deseos ni de mi empeño. Por ahora no tengo proyectos de realizar clips, ya aparecerán seguramente y no es que me crea que por ya haber hecho una película el clip se queda pequeño, nada de eso.
El clip tiene una función y una dedicación que hace esa experiencia completamente distinta del rodar ficción, pero es igual de encantadora.
Tengo muchos deseos de poder hacer nuevos videos, me encantaría que cayeran pronto, prontísimas propuestas de ese tipo pues entre una película y otra además de tiempo largo aparece la inutilidad y eso si no me complace, adoro trabajar. Creo firmemente en el precepto martiano de que hay que ir a lo mejor del hombre para que lo peor no prevalezca y eso solo lo logro desde el trabajo, soy un ser de trabajo, mi cabeza no puede estar detenida sin ocuparse del oficio, me siento mal, triste, vacío, me siento nada.
Así que el trabajo siempre es bienvenido en mí, esa es mi fuerza y mi verdad, sea un spot, un clip, un documental, un corto, o un largometraje, eso es lo que le da sentido a mi vida.
Kmilo: Aunque le falta mucho camino por andar a usted Sr. Lester, creo que esta película tiene las características necesarias para su gran triunfo, por tanto le pregunto: ¿Se siente preparado para lo que TRIUNFO significa?
Lester Hamlet: No para nada, cada día de vida de Casa Vieja me sorprende, es una película que no tenía yo ni idea de que podría interesar tanto como ha ocurrido. Al terminar de editar la peli, cuando la veíamos los miembros del staff y yo, no pensaba que iba a ser una película querida por el público, incluso pensé que podría la gente querer alejarse de ella, no buscarla… paranoias mías tal vez, o una mala suposición de los intereses del público.
El triunfo es ese, servir para algo que es grato a los demás, que de alguna manera lo que era mi sueño desde siempre, que era hacer películas se ha convertido en una realidad y que una de estas obras goce del favor del público y su aplauso me conmueve tanto que no reconozco más triunfo que mis erizamientos. ¿Habrá más? ¿Cómo es posible más? Ya lo tengo todo, una película, las salas llenas, la sonrisa de los espectadores y la conformidad de mi espíritu. Lo demás será otra cosa, pero triunfo… con ese alcanza.
Félix: ¿Consideras la producción de Casa Vieja, superior a otras de tus películas como La edad de la peseta y 3 veces 2?
Lester Hamlet: Primero, La edad de la peseta no es una película mía aunque me entregué a lo que me correspondía en ella con toda la pasión con la que lo hago cada día, pero es una peli de mi hermano Pavel Giroud, que me ha dado muchas satisfacciones también y de la que guardo bellos recuerdos.
Casa Vieja es distinta en todo a mis producciones anteriores porque a mí mismo me descubrió facetas que desconocía dentro de mí, y era además como el cierre de una etapa y el inicio de otra; es una película realizada con un compromiso enorme con mi contemporaneidad y con mi patria, perdón PATRIA, así con mayúsculas está mejor.
Casa Vieja es un intento de hablar desde la verdad, desde la más justa y sincera verdad y esa diferencia es notable, Tres veces dos, era más performatica, canciones, vestuarios, enormes y fastuosos movimientos de cámara… era como jugar en un carrusel, divertirme.
Casa vieja es más íntima, mucho más personal y dolorosa. Recuerdo días enteros de no parar de llorar mientras filmábamos, y es que esa era la energía que necesitaba el rodaje, y no es que crea en las lágrimas ni tampoco que ellas legitimen sentimientos, pero era lo que me ocurría. Yo soy un ser más introvertido, callado, y necesitaba explotar esas deficiencias en mí y Casa Vieja fue el catalizador. Desde que la estrené disfruto de una paz distinta, algo que si puedo hacer entender con frases hechas, te diría que vivo con el encanto «del placer que provoca el deber cumplido».
Annia: ¿Existe alguna forma de acceder a tu obra?
Lester Hamlet: Existe lo que conocemos, la TV, los cines en estos días y no sé que más, en algunas tiendas hay Dvds que he dirigido, pero si quieres ver o poseer algo específico comunícate conmigo, a lo mejor en medio del desastre organizativo que puedo ser encuentro lo que deseas, mi correo es obispo@cubarte.cult.cu.
Mónica: ¿Qué hay que hacer para ser modelo de alguno de tus videoclips?
Lester Hamlet: Jajaja, pues cuando te enteres de que voy a filmar y a hacer un casting preséntate, dime qué eres Mónica y eso te dará puntos a favor… jajaja.
Lic. Luis Alberto Reynaldo Argüelles: ¿Tiene en mente algún otro proyecto cuyo resultado (esperado claro) sea otra producción excelente como esta última?
Lester Hamlet: Desde que se estrenó Casa Vieja vivo con el miedo de que no pueda hacer otra película que logre lo que ha logrado esta, es un susto del que no me logro separar, pero sigo con fuerza intentando contar las historias que me vienen a la cabeza. Ya está a punto un nuevo largometraje que tiene por título Fábula, es una historia de amor contemporánea, tal vez un poco sucia, tal vez un poco desamorada pero una historia de amor. Ojalá y guste, pero más que gustar soy de los que piensan que el cine es para hacer reflexionar, despertar o calmar dudas. Y Fábula plantea cosas sobre nuestra juventud que ojalá encuentre eco en ustedes, los espectadores. En febrero, durante la Muestra de jóvenes realizadores que organiza el ICAIC se hará una proyección única del filme en un apartado de muestra de cine en construcción, quisiera que fuera una oportunidad de debatirla y conversar tras la proyección con todos ustedes. Ya trabajo ahora mismo en la adaptación a cine de la pieza Week end en bahía, de nuestro inmenso Alberto Pedro, otro texto clásico de nuestra dramaturgia que tendrá como título para cine Ya no es antes, el guión cinematográfico lo comparto con Mijail Rodríguez un duende hermoso y genial, al que gracias a Dios tengo cerca y me acompaña de la mejor manera en estas aventuras. Que sean excelentes no es un propósito. Que sean legibles, emocionantes y honestas es mi meta.
Alfredo: ¿Ve usted su obra cómo un llamado a la esperanza, al cambio necesario de la Cuba de hoy sin apartarnos de los logros positivos de la Revolución para legar a las próximas generaciones un país próspero en lo económico y social?.
Lester Hamlet: Yo vivo en Cuba, cada día amanezco aquí, y cada día también convivo con nuestros placeres y nuestros errores. Casa Vieja habla de la ceguera de la intransigencia, del destierro y del terrible mal de los secretos. Si en algo hablar de esos temas casi tabúes en nuestra sociedad ayuda a hacer mejor al hombre y su entorno, pues que sea bienvenido. No soy un ser político, lejos estoy de eso, soy un hombre de paz y de silencio, el silencio es la clave para mis pensamientos y para poder desarrollar de ellos los guiones o las historias que traduzcan mejor mis intereses. Es cierto que vivir aquí también te hace conocer privilegios y no solo encontronazos, vivir aquí también tiene risas de niños y lluvias en mayo, ciclones en octubre y vacaciones con playa, amigos y mar, además de sinsabores y dudas.
Pero, ¿qué sociedad es perfecta? Ninguna, no debemos serlo tampoco nosotros. La perfección puede ser aburrida y aburridos no crecemos.
También debemos de ser capaces de querer seguir creciendo. Y Casa Vieja exige eso, crecer, oír,mirar, no aferrarse a dogmas ni a lo inmediato.
Cuba está cambiando, esta familia también, levantan nuevas paredes de bloque para afirmar su espacio, pintan y repintan los espacios para adornarse con colores. Eso hacemos cada día, sentirnos más dueños y menos malcriados. ¿Por qué solamente es la sociedad la responsable de nuestro futuro? Eso está mal, no hay que seguir únicamente al amparo, exigiendo con malacrianzas sin dar a cambio más que nada. El hombre debe crecer, creer en lo que está vivo y cambia, sin cerrar la puerta de la ventanilla a nadie y menos a una madre que despide con el alma en vilo. Los extremos siempre son malos, por eso Casa Vieja habla desde todas las esquinas. Un yogurt puede ser un lujo y un desvencijado taller de jaulas para aves todo un monumento.
Lo simple del hombre es lo que transforma, somos lo más simple que proyectamos. Desde ahí podemos vencer y ser felices.
Vencer quiere decir sonreír, admirar y honrar. Casa Vieja tributa a toda una generación y lo hace desde la reverencia del cuestionamiento. Esteban mismo lo dice: Aquí nadie tuvo la culpa. Nadie. Y en esa afirmación no solo defiende su homosexualidad ni su distancia, sino también su hombría y su quebranto. En otro momento apunta: Pero es que todos no podemos nacer héroes. Y eso es cierto, la heroicidad no se intenta, es algo que se alcanza y es un destino que llega, no es un fin, es una consecuencia. Casa Vieja quiere ser una vivencia, un estado de emociones que despierte dudas y respuestas. Solo eso. En otro momento, Esteban refiriéndose a su entorno, a su casa, a las viejas costumbres que complican su estadío dice: ¿Tenemos miedo a romper las reglas y quedarnos sin nada, y qué importa que nos quedemos sin nada si lo que tenemos no sirve?
Revolución, ese sigue siendo el camino. Revolución en nosotros mismos.
Y que maravilla que la gente la acoja, la sepa suya, se apropie de esos personajes y desde allí comprenda un poco de sí mismos.
Mario: ¿Cuál de las múltiples manifestaciones en las que ha incursionado con reconocido éxito, usted prefiere? ¿Por qué? ¿Qué ha significado el teatro, los videos musicales, anuncios publicitarios y el cine para usted?
Lester Hamlet: Por supuesto que el cine, pero no hubiera llegado a él sin el tránsito hermoso y lleno de aprendizaje que tuve con el teatro, con el musical, con el clip. Es el cine el sueño, por lo que he apostado desde hace años, tal vez por eso lo prefiero, aunque no me gusta ese término, digamos mejor que es en el que más feliz me siento pues cada vez es como cumplir una ilusión grandísima.
José Luis: ¿Es cierto que actualmente trabaja en un libro de narraciones y cuentos? ¿Cuál será la temática de este texto?
Lester Hamlet: Ese es un secreto que no sé cómo se ha filtrado, a lo mejor un día lo dije y allí me cogieron, jeje, impresionante, debo callarme un poco para no crear expectativas.
Por lo pronto estoy muy concentrado en los guiones de Ya no es antes y de Compota, dos proyectos de ficción que me roban y a los que les regalo todas las horas de mi vida.
Claudia: Cuéntenos que representó para usted Tres veces dos y su más reciente filme Casa Vieja. ¿Cómo califica estas obras?
Lester Hamlet: 3 veces 2 fue la primera vez, era como un beso, escondido, descubriendo lo dulce de la saliva, lo terso de una lengua, era un amor adolescente, inspirado y pasional. Casa Vieja ya fue el sexo, ese sexo inolvidable y preferido, esa manera de amar sabiendo que quieres amar para siempre así, un orgasmo retenido e intenso y un placer que me ha dejado para siempre con ganas de más y más y más.
Dennis: ¿Cuál es el mayor anhelo de Lester?
Lester Hamlet: Hay una canción del enorme Silvio Rodríguez que es mi secreto, mi anhelo, mi ilusión. Se llama Derecho humano, y está en el disco Mariposas. Escúchala y ahí encontrarás mis claves.
Mercedes: ¿Es Lester una persona con tabúes?
Lester Hamlet: ¿Quién no? Lo que pasa es que soy consciente de muchos e intento superarlos. Vivir es para eso, para conocerse y superarse, creo en el hombre que evoluciona, que es capaz de vencer miedos y tabúes para lograr algo importante en la vida. Una frase de nuestra Revolución es casi un lema para mí y para mi Staff «Hay que convertir el revés en victoria». Y no es un chiste, es una ideología, una manera de entender que hay que crecer y ahí, donde se vean obstáculos pensar primero en las soluciones. Aunque a veces es difícil, ya lo sé… pero pensar en las soluciones… eso puede hacer que encuentres el fin del dilema. Tengo tabúes, pero creo que cada vez menos. Gracias al silencio, al tiempo que dedico a pensar y gracias a esta manera de ser y entender la vida que heredé de mi madre. Para ella trabajar fue lo más importante, y trabaja para la cultura. Yo aprendí eso de ella y es su mejor legado. Uno debe superar miedos y límites, ser quien es sin permitir daños a su esencia y defenderse de la mediocridad y lo banal. Solo a veces lo consigo, pero me afano.
Lis: ¿Qué tan difícil es mostrar esas verdades que a algunos les molesta tanto? Como al personaje que hace Albertico en la peli.
Lester Hamlet: Lo difícil de mostrar las verdades es que las acepten, que las entiendan y que empiecen a superarlas. Respecto a Diego, interpretado magistralmente por el primer actor Albertico Pujol, es uno de los personajes más bellos de la película, porque es frágil, su coraza es tan simple que se desmorona, su fuerza es tan impuesta que es falsa, inútil, y sus verdades son tan impuestas como los rigores de los demás. Ese fue uno de los trabajos más hermosos de la película, porque Diego es un ser simple, tan simple que no reconoce sentido ni de víctima o victimario, el avanza con torpeza por la vida, sin preocuparse demasiado, eso sí… siempre con sus manos limpias, sus tenis sin fango y sus rencores simples agazapados, amante y paternal, hijo y hermano, pero desde lo simple. Sus pretensiones no son suficientes, tal vez no sean pretensiones. Es un ser común, miles de Diegos nos rodean, convivimos con ellos, muchas veces somos Diego y nos escondemos en torpezas semejantes para evadir responsabilidades o festejar cualquier evento, aunque mínimo y poco notable.
Diego es lo que muchos somos, lo que muchos no podemos dejar de ser. Entonces, Diego tiene verdades que nos son comunes, en él se concentra mucho del ser social cubano contemporáneo, desde su machismo hasta su hombría, desde su paternidad hasta su rabia. Él marca una manera de ser que distingue, aliena y define. Contra sus verdades no puedo yo levantar mentiras. Sería falso. No podría mentir desde tan notable realidad. Yo mismo no me permitiría tanto descaro.
Anet: ¿Puede decirnos con cuánto presupuesto realizó la película?
Lester Hamlet: No lo sé… para eso están los productores, ellos son quienes enloquecen ordenando números y prioridades. Sé que fue poco, pero fue justo y doy fe de que fue utilizado de la mejor manera. Lo importante era la película, y ahí está. ¿Cuánto? No lo sé. Solo recuerdo mis emociones ante el brillante trabajo de todos los que conformaron el equipo de Casa Vieja, y mi felicidad de saber que nadie vino a trabajar en la película para recibir ofrendas ni dinero, lo importante era contar la historia. Al precio que podíamos pagar.
Ana María Lujan: Has tocado el corazón de muchos, es el primer paso en un camino largo. Te acompañaremos con devoción y cariño, una cubana que reconoce tu entrega y que estuvo presente cuando hablaste en el Payret. ¿Pudiste sentir los aplausos al final de la proyección? Un abrazo del corazón.
Lester Hamlet: Sí, mil gracias, los oí cada día, emocionado y complacido. Nunca he tenido mejor recompensa. Vuelvo a citar a Silvio: «Soy un hombre feliz y quiero que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad». Gracias a todos los que aplaudieron la película tengo mi alma entera compensada.
Alek: Quisiera saber de los videos clips que ha realizado, cuál es el que más lo ha complacido.
Lester Hamlet: Sin lugar a dudas un clip que realice para Leoni Torres que se llama No pierdas tiempo. Es un clip que hice hace creo que 3 años como campaña en contra de las enfermedades ITS, y fue un proyecto de larga preparación. Todavía lo veo y me encanta. Ese clip es mi preferido junto a La sesión, que realizara para Osdalgia. Son los que más me complacen desde lo creativo. Otros tal vez hayan sido más reconocidos por jurados o por críticos, pero estos son mis favoritos.
Alexis: Qué crees que se puede hacer para mover todos esos espacios de la capital para provincias donde se gusta de tener participación en ellos para conocer en que anda el cine en Cuba en estos momentos y si sabes algo de Barrio Cuba es otra esperada por acá. Muchas felicidades y esperaré con ansias Fábula, saludos desde Villa Clara.
Lester Hamlet: Gracias por tu felicitación Alexis, y no dudes de que en el momento en que sea invitado para algún evento donde quiera que sea en función de la cultura y el hombre allí estaré.
Amo tu provincia, mi madre nació allí y yo siempre he dicho que me hubiera encantado ser de esa región del país: ¡Es tan bella!
Quiero hacer una película por allá, creo que el escenario que ofrecen las parrandas de Zulueta es un sitio ideal para contar una historia de amor.
Gracias de nuevo, en cuanto me necesiten voy.
Dunia: Permita preguntarle, ¿es usted gay?
Lester Hamlet: Sí. ¿Por qué? ¿Cambia algo eso? No puedo ir contra mí. Me gusta ser un hombre feliz.
Lis: Lester, quién es Ernesto Ruvira y Lourdes a los que se les dedica la peli, disculpa la indiscreción es que me corroe la curiosidad, jajaja.
Lester Hamlet: Ernesto Ruvira es un amigo, el mejor amigo que se puede tener en la vida. Un ser especial y quien me insistió muchísimo para que yo hiciera la adaptación de La casa vieja y la llevara al cine. Él es el responsable de que todo esto pasara porque despertó ese deseo en mí. Un amigo de los buenos, la persona más hermosa y buena que conozco. Y Lourdes es el nombre de mi madre. Ya no está, pero para siempre estará. Una mujer enorme, de una espiritualidad altísima y quien me inculcó el amor a trabajar, la necesidad enorme de decir las verdades y a quien le debo lo mejor de lo que soy. Me encanta que en el momento de Casa Vieja en que Onelia, la madre, besa cariñosamente a su hijo, Esteban; aparezcan los nombres de mi madre y mi mejor amigo, protegidos para siempre en la magia de una esquina de mi película. Honrar, honra.
Mensaje final de Lester Hamlet
Muchas gracias a todos los lectores online que me permitieron este diálogo tan sui géneris en la mañana de hoy. Ojalá sigan ahí, haciendo de nuestra obra sus recuerdos y apoyándonos desde sus reflexiones y preguntas. Ha sido un inmenso placer y una oportunidad única. Gracias también a todo el equipo de JR por la posibilidad de encontrarme con ustedes en este espacio poco tangible pero exacto e ideal. Un abrazo fuerte y hasta la próxima. Cualquier pregunta o deseo que tengan y sientan que necesitan comunicarme, pueden escribirme a obispo@cubarte.cult.cu, es mi correo personal. Con gusto los atenderé.
¡Gracias de nuevo, y más!
Lester Hamlet
Habana, 18 de enero. 12.47pm