Orlando Valle, autor de discos inolvidables. Autor: Bernard Chauveau Publicado: 21/09/2017 | 04:53 pm
A estas alturas da lo mismo como lo nombren: Orlando Valle o Maraca. De cualquier manera ya todos saben que se trata de uno solo: del autor de discos inolvidables como Tremenda rumba, Soy yo, Sonando, Descarga total y Fórmula Uno; del joven habanero que dejó para la posteridad, con la grabación de Pasaporte, la huella de su formidable encuentro con Tata Güines y Angá; que se trata del productor que ha sido escogido por artistas de la talla de Cesaria Evora (Cabo Verde), Jane Bunnet (Canadá), Monique Seka (Costa de Marfil), Nora (Japón)..., para que colabore con ellos. El mismo que, desde hace mucho tiempo, se ha convertido en uno de los más grandes virtuosos que ha dado la flauta en el mundo.
Ahora, el genio que está detrás de un colectivo formidable como Otra Visión regresa a las páginas de Juventud Rebelde porque justamente él protagoniza, como instrumentista y director general, el esperado espectáculo que está llamado a convertirse en el primer gran suceso cultural de este 2010, que recién comienza: el concierto Maraca & The Monterey Latin Jazz All-Stars, el cual tendrá lugar el próximo martes, a las 8:30 p.m., en el Gran Teatro de La Habana. Pero mejor dejemos que sea Valle quien lo explique:
«Primero debo aclarar que ese Monterey, con una sola erre, se refiere a la ciudad que pertenece a California, no a México. Es allí donde se desarrolla el festival de jazz más antiguo de Estados Unidos. En la edición de 2008, a la cual me invitaron, me pidieron que creara un proyecto. Entonces se me ocurrió escribir para una orquesta de cuerdas —algo que no es común en mi trabajo—, que terminó siendo una orquesta «todos estrellas», pues se involucraron jazzistas muy reconocidos a nivel mundial como el fabuloso pianista Herbie Hancock, bien conocido en Cuba; el saxofonista Joshua Redman; Cassandra Wilson, ganadora de varios premios Grammy como cantante solista de jazz... Y todos juntos cerramos esa noche que nos tocó actuar.
«Recuerdo que la presentación se efectuó en un estadio muy grande. Ese, un lugar pegado al Pacífico, que por lo general es bastante cálido, se mostró algo frío aquella velada, incluso lluvioso. Y no obstante, estuvo repleto de gente. Tocamos con aquella orquesta conformada por algunas de las figuras cimeras del jazz latino. Y sin embargo, a pesar de que apenas ensayamos —no hubo casi tiempo—, reinó en el escenario mucha armonía y una energía increíble, tanto esa noche como la siguiente, en que volvimos a repetir juntos, pero esa vez en un salón techado donde no cabía un alma más. Tengo que decir que la acogida fue tan cálida, tan fabulosa, que todos nos quedamos con deseos de repetir la experiencia y lo conseguimos en el 2009, cuando nos volvieron a programar en Colombia, donde se realiza un circuito de festivales de jazz. De modo que Maraca & The Monterey Latin Jazz All-Stars me permitió presentarme por tercera ocasión en Barranquilla, en el Barranquijazz; pero también en el XIII Festival Internacional Medellín de Jazz & Músicas del Mundo 2009, y en el Ajazzgo Festival, de Cali.
«Según los colombianos, Cali está considerada la capital de la salsa, de manera que llegué a pensar que nuestra actuación en su hermoso teatro Salamandra del Barco Ebrio sería algo así como un ensayo con un público deseoso, sobre todo, de bailar. Sin embargo, las entradas se agotaron mucho antes de la presentación y los asistentes nos recibieron de maravillas —lo cual quedó recogido por la Televisión de Cali—, a pesar de que nuestra música es fundamentalmente instrumental. Algo muy similar ocurrió en Medellín, por lo que antes de seguir de gira, Maraca & The Monterey Latin Jazz All-Stars decidió hacer una parada para traer nuestra propuesta a La Habana».
—¿Quiere decir que el nuestro es el tercer país donde actuará Maraca & The Monterey Latin Jazz All-Stars?
—Así es. Tenemos aún algunas programaciones en otras partes del mundo, en importantes festivales de jazz de Europa y Estados Unidos, pero quisimos grabar un DVD y dejar un rastro de este proyecto. Y escogimos a Cuba para hacerlo. ¿Por qué? Porque esta Isla posee una relevancia histórica en el desarrollo del jazz latino. Y, por otro lado, esta ciudad irrepetible cuenta con un espacio mágico para poder llevar a cabo este sueño, como el Gran Teatro de La Habana, que nos acogió enseguida con mucho entusiasmo.
«El del próximo martes 12, a las 8:30 p.m., es un espectáculo dirigido artísticamente por Lester Hamlet y por mi esposa, Celine Chauveau, donde confluirán la música, la plástica con artistas como Alain Felipe Bauza y Nadia García; con video jockeys al estilo de Yury Fernández y Leordanis R. Hernández..., aunque, por supuesto, lo fundamental es el concierto.
«En esta ocasión integrarán el Maraca & The Monterey Latin Jazz All-Stars instrumentistas de la talla de Hugh Fraser, considerado, a partir del resultado de varias encuestas, el trombonista más sobresaliente de Canadá; de Sayaka, una magnífica violinista japonesa a la cual seguro muchos ya han visto en los espectáculos del pianista y compositor griego Yanni, que se han exhibido por nuestra televisión; y de Giovanni Hidalgo, quien, además de llevar el legado de Mongo Santamaría, Tata Güines, Patato Valdés, ha trabajado con Eddie Palmieri, Tito Puente, Mickey Hart, Paul Simon, Freddie Hubbard...; fue uno de los solistas estelares de la United Nations Orchestra de Dizzy Gillespie. Giovanni Hidalgo, quien estuvo en Cuba en los 80 junto a Batacumbele, es un percusionista tan significativo, que las congas, o sea, las tumbadoras, que vemos en videos y en los grupos del mundo llevan su nombre.
«Asimismo, hemos convocado al baterista cubano Horacio «el Negro» Hernández, quien se inició con Gonzalo Rubalcaba y ha tocado con Carlos Santana, Roy Hargrove, Dave Valentín, Michael Brecker, Alejandro Sanz..., y ha estado durante diez años junto al pianista Michel Camilo; a David Sánchez, el saxofonista tenor puertorriqueño que reside en Estados Unidos; al muy joven y supertalentoso Harold López-Nussa, al extraordinario trompetista Julio Padrón; a Yusef Díaz, tecladista y productor musical que toca con Giraldo Piloto y Klímax; y al magnífico bajista Feliciano Arango. Creo que viviremos una experiencia muy especial, porque se ha unido a nosotros un maestro a quien admiro mucho como Iván del Prado y su Orquesta de Cámara de La Habana.
«Ese será el elenco que estará en el escenario, pero detrás hay un equipo muy grande que ha recibido la colaboración de muchas instituciones internacionales y de Cuba.
«Lo que el público verá no se parecerá en nada a mis propuestas anteriores. Podrán disfrutar de una música transparente, tranquila, más madura, que se conecta con la música clásica cubana, el jazz y con otros géneros. Estrenaré especialmente para la ocasión una pieza titulada Parque Central, arropada con las más disímiles influencias. Espero que la del próximo martes sea una velada inolvidable —se instalarán pantallas en las afueras del GTH, porque sabemos que no todos podrán entrar por la capacidad del teatro—, no solo para los asistentes, sino también para nosotros los músicos. Y, sobre todo, para aquellos que por vez primera se enfrentarán a un auditorio tan conocedor y entusiasta como el cubano».
—Entonces, esta actuación en La Habana solo es una parada en el camino...
—Efectivamente, Maraca & The Monterey Latin Jazz All-Stars deberá reanudar sus presentaciones próximamente. Como es un proyecto siempre excepcional, un Todos Estrellas, pues justo por ello se hace muy complejo reunirlos a todos, porque cada uno tiene su propia orquesta, sus giras, sus compromisos internacionales. Sin embargo, nos llevamos tan bien y nos place tanto lo que hacemos —incluso estamos pensando en enriquecerlo con otras músicas del mundo—, que no dejaremos de encontrarnos, pero ya con un disco y un DVD, resultado de esta presentación habanera.
—Se dice que tienes entre manos otro proyecto muy interesante también para enero...
—A ustedes los periodistas no se les puede «esconder» nada (sonríe). Pues sí. Se trata de la actuación en Cuba, el venidero 23 de enero, de un cantante pop ruso muy famoso llamado Leonid Agutin, quien acaba de vender diez millones de discos y de presentar un DVD donde aparece con un guitarrista fuera de serie como Al Di Meola. Leonid viene a nuestra Isla y me escogió para que colaborara con él. Actuará junto a su grupo, pero yo debo preparar otra parte de la banda. En este caso percusionistas, instrumentistas de viento (trompetas, saxofones, trombones...), coros... Este será un espectáculo al que se sumará otra cantidad importante de artistas.
«Agutin, un músico en verdad de primera línea, continuará aquí la filmación de un documental que comenzó a rodar en París, durante nuestro primer encuentro, y que tendrá locaciones en escuelas de arte cubanas, otros espacios donde dialogará con instrumentistas de la Isla, y, por supuesto, en la Plaza de la Catedral, donde se efectuará el concierto, en el que estará como invitada especial Omara Portuondo, a quien podremos ver en una faceta diferente. Ese material fílmico deberá concluir en el Kremlin, donde nosotros vamos a tocar, en calidad de invitado especial , el 14 de febrero».
—¿Dónde radica el secreto de Maraca para estar «pegado» y, al mismo tiempo, ser aplaudido por la crítica?
—No dejar nunca de superarse. Mi desayuno es la flauta. Ella es la que manda. Después que la toco y queda en algo «satisfecha» (a veces me «ensaño» y permanezco cinco o seis horas estudiando), paso al piano. Y después es que comienza el día. Lo que más he estudiado ha sido la flauta, mi instrumento, pero he ido haciendo otras cosas: componiendo, arreglando, dirigiendo espectáculos y orquestas, ideando eventos, gracias a que tengo muy cerca un cerebro muy activo como Celine, que me complementa y duplica las fuerzas. Todos los días me encierro a estudiar, a escuchar las más disímiles músicas, a imaginar cosas que me vienen a la mente y otras que están escondidas y que busco afanosamente. He escuchado mucha música y pasé el ISA, pero después vinieron otras escuelas como Emiliano Salvador, Chucho Valdés e Irakere, Bobby Carcassés, Tito Puente, Cesaria Évora, Angá, Tata Güines... Muchas escuelas a las que he intentado sacarle el máximo provecho. Esos grandes artistas te llenan de energías que interiorizas y luego expandes a tu manera... Así, solo así, tiene que ser la vida de un artista.