Marcial Benítez, el sinsonte espirituano, fue un hombre sencillo, en su rivalidad poética utilizó siempre la caballerosidad que lo caracterizaba Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 04:53 pm
Los amantes de la música campesina cubana recuerdan este lunes el aniversario 54 del fallecimiento de Marcial Benítez, El Sinsonte Espirituano, reconocido como el más brillante cantor de puntos y tonadas de Sancti Spíritus.
Improvisador nato y con habilidades suficientes para triunfar en las más difíciles controversias, Benítez cultivó la décima campesina, aunque también compuso versos con otros matices.
Nacido el 30 de junio de 1904 en el seno de una familia humilde, se convirtió en apasionado lector de textos de poesías y versos relacionados con el campo, lo que le permitió alcanzar una formación como artista autodidacta.
Marcial tuvo que ganarse la vida como cortador de caña, apartador de la hoja, lector de tabaquería, y aprendiz de otros oficios, antes de debutar en la radio local en 1934.
Hombre sencillo, en su rivalidad poética utilizó siempre la caballerosidad que lo caracterizaba, pero nunca dejó de responder, cuanto más fuerte fuera su contendiente.
No era una voz portentosa, pero se adueñaba de los ánimos con los matices legítimos de la pulsión parrandera y un estilo mesurado, que debió sentar cátedra entre sus contrincantes, comentó el periodista y crítico Manuel Echevarría.
Su prenda de vestir favorita era la muy espirituana guayabera, fundamentalmente de color blanco, pantalón del mismo color y zapatos de dos tonos; cuidadoso siempre de su imagen artística.
Su obra tuvo alcance nacional a partir de 1950, a través de varias emisoras del país, lo que aumentó su gran popularidad.
Murió víctima de un ataque cardíaco el cuatro de enero de 1956, a los 52 años, y sus actuaciones sólo quedaron grabadas en discos comerciales de la época, pero su obra y particularmente su tonada Palmarito, se venera como patrimonio cultural de Sancti Spíritus y de toda Cuba.