Veni, vidi, vinci es una locución latina dicha por el general y cónsul romano Julio César en el 47 ane. César usó la frase dirigiéndose al senado romano, describiendo su victoria reciente sobre Farnaces II del Ponto en la Batalla de Zela. El comentario lacónico —traducido «vine, vi, vencí»— a la vez proclamaba la totalidad de la victoria de César y sirvió para recordar al senado su destreza militar (César todavía luchaba una guerra civil). Alternativamente, el comentario se puede ver como una expresión del desdén de César para el senado patricio (optimates), que tradicionalmente representaba el grupo más poderoso de la antigua república romana. Estas tres palabras quizá constituyan el parte de guerra más corto que se haya escrito jamás. Veni, vidi y vinci son la primera persona del pretérito perfecto simple de los verbos en latín venire, videre y vincere. (Tomado de Wikipedia y Diccionario de Sinónimos y Antónimos, Océano)