El FULL se mueve a la calle, afirma Rubiel. Foto: Franklin Reyes La lectura es uno de esos hábitos que inciden en la madurez espiritual de los seres humanos. Desde esa perspectiva el Festival Universitario del Libro y la Lectura (FULL) también invade las casas de altos estudios y permite, además, que se aprecien otras manifestaciones del arte.
Para Rubiel García González, miembro del Secretariado Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), el FULL «ha pegado en todo el país».
«El Festival es un homenaje al centenario de Raúl Roa, quien tuvo mucho que ver con los universitarios y fue profesor en la Universidad de La Habana y nuestro Canciller de la Dignidad.
«El cumpleaños de la FEU es otro de los motivos —apunta. ¡Qué mejor celebración que esa recreación que hace crecer, crear e invita a pensar a los universitarios!».
Rubiel destaca que es la primera vez que la organización desarrolla un evento de tal magnitud, en el cual ha puesto en práctica el principio de aprovechar los recursos y potencialidades existentes en cada territorio.
«El libro es el actor principal de esta novela. Y el evento no se ha limitado a los centros universitarios, pues también se ha desarrollado en residencias estudiantiles de Profesores Generales Integrales de Ciudad de La Habana y en intercambios con la población, porque el FULL se mueve a la calle».
—¿El evento es expresión de conceptos de recreación existentes en la universidad?
—No queremos que la recreación sana se quede en el eslogan. El libro viene a ser el denominador común de todas las opciones culturales que promovemos. En el FULL, expresiones de ese concepto son actividades como Mirar un libro, en la que se puede apreciar la proyección de filmes cuyo origen se encuentra en la literatura.
«En los Café literarios, por ejemplo, están presentes la lectura de poesía y la trova. Enfatizamos en propiciar espacios que integren otras expresiones del arte, así como abrimos los espectros en el tema de las iniciativas.
«Potenciamos pequeños sitios, los cuales tienen un impacto más allá del público universitario, que gusta de lugares para pensar y polemizar. Es algo que podemos mantener en las universidades y sedes universitarias».
—¿Cómo concibieron el FULL?
—Teníamos que definir un período de tiempo que nos permitiera llegar a los 169 municipios. Para nosotros este Festival es la llama que debe poner al fuego otros temas. La experiencia puede extenderse a otras instituciones y organizaciones, demostrando cuántas actividades se pueden hacer con recursos propios.
«Varias de ellas se unieron a la FEU, la UJC y el Instituto Cubano del Libro para materializar esta idea, como el Ministerio de Educación Superior, los Gobiernos en las provincias, las instituciones culturales y las universidades. No se trata de presentar un libro y venderlo, sino de promocionar la lectura.
«En estos 17 días llegamos a toda Cuba. El FULL ha trascendido a los estudiantes y ha llegado a la población.
«Hoy cierra el Festival con La noche universitaria de los libros. Será una acción simultánea en varias ciudades y con ella festejamos el Día Internacional del Estudiante.
«Asimismo, la música del virtuoso Yasek Manzano junto a otros invitados, se escuchará a las 8 de la noche en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí (G y 21)».
—¿Los universitarios podrán apreciar otras opciones culturales próximamente?
—Todos nos enamoramos del FULL y nos dimos cuenta de que era algo que podía dejar una huella. En diciembre celebraremos el aniversario 105 del natalicio de Wifredo Lam, y ya tenemos algunos planes con las artes plásticas.
«Igual nos pasa con el audiovisual y los jóvenes realizadores —a los que estamos conectados, pues muchos de ellos forman parte de nuestras filas—. De ahí que realizaremos una promoción de materiales de ese formato en nuestros centros.
«Del mismo modo, impulsamos los Festivales de Artistas Aficionados en la base, que muchas veces se convierten en el evento más significativo de algún municipio».
—¿La universidad cubana se ha convertido en un foco cultural de primera línea?
—Es el principal objetivo que tiene la FEU en la esfera de la cultura. Y es una prioridad convertir los centros de estudios superiores en plazas culturales permanentes donde confluyan las investigaciones y las actividades deportivas.
«Los universitarios debemos tener una preparación cultural sólida. Nos parece clave que ese conocimiento se asuma para continuar perfeccionando la sociedad. Vale la pena que desde la perspectiva del hábito de la lectura también lo miremos».