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En Las Tunas, lo importante es no detenerse

Por los municipios tuneros de Jobabo y Colombia, continuó este viernes el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sus encuentros en los territorios como parte del sistema de trabajo del Partido. Estuvo acompañado por el integrante del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central, Roberto Morales Ojeda

Autor:

René Tamayo León

JOBABO, Las Tunas.- A fuerza de resiliencia y voluntad para reinventarse y volver a su producción principal, la UBPC ganadera 1ro de Enero fue hacia la diversificación productiva y echó manos a una vieja tradición jobabense, casi perdida, pero que aún persiste en la sapiencia campesina local: el arroz.

Tras la autorización para que el agua de una presa cercana se dedicara a la agricultura y un acuerdo con la empresa del grano para fomentar el llamado «arroz especializado», dirigido a la canasta básica normada, la entidad sembró el pasado año cuatro hectáras del cereal, en las que obtuvieron cerca de cuatro toneladas por hectárea. Fue una luz al final del túnel de las pérdidas económicas que estaban acumulando por años.

En lo que va de 2025 han plantado 62 hectáreas, en las que esperan rendimientos por encima de las tres toneladas, aún por debajo de la media nacional, pero alentador si se sabe que está es la segunda siembra que hacen de este exigente y arduo cultivo.

El 2024 fue un año malo para la cooperativa; sumaron pérdidas por más de 15 millones de pesos, fundamentalmente por incumplimientos en la produccion ganadera —leche y carne—, debido al deterioro de la masa, pero para este año, solo con el arroz, esperan ingresos por unos 19 millones de pesos.

La UBPC Primero de Enero llegó a tener más de mil cabezas de ganado vacuno, ahora apenas superan las cien; para este año, sin embargo, se proponen duplicar la masa a partir de la recuperación de infraestructuras, la base alimentaria y tecnologías como la inseminación artificial.

Apoyan las inversiones en las utilidades que le dejará el cereal, además de los ingresos que logren con la cosecha de maíz, del que plantan 21,5 hectáreas, y otros cultivos varios dedicados a la alimentación de los trabajadores.

El ingeniero Omar Fonseca Galindo, presidente de la UBPC, se siente optimista por los planes de desarrollo que ejecutan sus 46 trabajadores, cinco de ellos, mujeres, entusiasmados por la perspectiva de retomar su principal producción, aportar al autoabastecimiento municipal e incrementar sus ingresos, muy magros hoy, pues los salarios apenas superan los 2 100 pesos mensuales.

Los planes incluyen la creación de un módulo pecuario, con ganado ovino-caprino, cerdos y aves, y, por supuesto, seguir avanzando con el arroz, pues para la segunda cosecha del año prevén duplicar el área plantada ahora.

Foto: Estudios Revolución.

De lo que se hace aquí, conoció el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien llegó la mañana de este viernes a este intrincado paraje del municipio tunero de Jobabo para dar continuidad al sistema de trabajo del Partido en los territorios, acompañado por el integrante del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central, Roberto Morales Ojeda, y las principales autoridades de la provincia y el municipio.

Con más de mil hectáreas de tierra en patrimonio, alrededor del 50 por ciento del área de la UBPC está infestada de marabú, un problema que el mandatario llamó a convertir en oportunidad, incorporando el carbón vegetal a su carpeta productiva, además del arroz, el maíz y otros cultivos.

Ponderó las perspectivas que se abren en la cooperativa con la diversificación, no obstante, subrayó la importancia de fortalecer su producción principal, la ganadería, incrementando la entrega de leche y carne, que tanto se necesita.

Y lo mas importante —señaló— es que los trabajadores estén conscientes y se sientan comprometidos con salir de las pérdidas y seguir adelante, porque lo importante es nunca detenerse.

En Argentina Sur

En la comunidad en transformación Argentina Sur, del consejo popular homónimo, que abarca dos circunscripciones y donde viven cerca de 3 000 personas, al Presidente lo esperaba una nutrida representación de jobabenses, con quienes intercambió junto a los delegados Onelio Árias Morales y Ana Ivis Salina Núñez.

El proceso de transformación barrial comenzó con un diagnóstico que, además de los problemas generales de infraestructura, incluyó una evaluación de las condiciones sociales y de vida de familias protegidas por la seguridad social, de 575 adultos mayores —127 de los cuales viven solos—,de personas proclives al alcoholismo, desvinculados laborales, amas de casa, trabajadores informales, madres con tres o más hijos menores de edad, y adolescentes embarazadas.

Entre los problemas comunes identificados y a los que se les ha ido buscando solución, por lo menos de forma parcial, se cuentan el estado técnico de las viviendas, la inestabilidad en el abasto de agua y la recogida de desechos sólidos, el mal estado de los viales, la falta de alumbrado público y problemas con la cobertura de la telefonía inhalambrica y fija, entre otras limitaciones.

Díaz-Canel preguntó a los vecinos sobre el nivel de satisfacción que han ido generando las acciones acometidas en el barrio por las instituciones y ellos mismos, y los exhortó a continuar incorporándose a los cambios, proponiendo, participando y ejerciendo el control popular. «Han hecho muchas transformaciones aquí, pero hay que seguir trabajando», les dijo.

Proyecto de referencial que hay que venir a aprender

«Ha sido un placer y hemos sentido una satisfacción tremenda al apreciar la experiencia educativa y formativa de este centro, que se convierte en un referente de lo que es posible lograr en tiempos difíciles, con talento, creatividad, esfuerzo y compromiso».

Así dejó escrito para los más de 500 estudiantes y el claustro de profesores del Instituto Politécnico Agropecuario (IPA) «Manifiesto de Montecristi», el Presidente cubano, quien apreció los resultados de un proyecto de desarrollo local (PDL) fomentado con fondos nacionales y cooperación internacional y que lidera la directora del centro, la pedagoga Madelaine Sosa Menencia.

Con un colectivo de maestros altamente profesional, incluyendo cuatro profesores que cursan doctorados en ciencia en diferentes disciplinas, el proyecto está dedicado a la producción en 20 hectáreas de tierra y siete hectáreas de pastos, y a la prestación de servicios veterinarios, fitosanitarios y sobre el suelo.

El financiamiento logrado y la labor de los estudiantes y trabajadores del centro —y sin la contratación de personal agrícola— ha permitido la producción de viandas, hortalizas, granos, tabaco, carne, leche, injertos, materia orgánica, producción de semillas, condimentos y hasta ladrillos.

EL PDL ha permitido al IPA de Jobabo ingresar más de un millón 800 pesos y aportar 70 mil pesos al fondo de desarrollo municipal, además de beneficiar a la comunidad con la venta de productos frescos y de gran calidad.

Las ganancias han facilitado, además, ahorrar más de un millón de pesos del presupuesto asignado por el Ministerio de Educación y potenciar la enseñanza práctica de los estudiantes, favorecida por la compra de medios, equipos e insumos, entre ellos, cuatro yuntas de bueyes, mangueras, instrumentos para el laboreo agrícola y ropa de trabajo, entre otros recursos.

También, explicó la profesora Sosa Menencia, mejoró la base material de estudio especializada, se desarrollaron habilidades profesionales en todas las especialidades, se ha alcanzado una cultura tributaria, económica y ecológica, y mejoraron las condiciones de vida de estudiantes, profesores y demás trabajadores.

La Colombia tunera

A la finca El Manantial, en el municipio Colombia, llegó luego Díaz-Canel Bermúdez para comprobar con satisfacción los resultados que el joven campesino Jesús Rodríguez Lay ha logrado en apenas nueve meses: convertir una caballeria de tierra (13,4 hectáreas) de marabusal y manigua, en un jardín de cultivos varios.

Adscripta a la nueva empresa agroindustrial municipal, y gracias al empeño del agricultor y fondos aportados por proyectos de cooperación internacional, la finca ha aportado, en solo nueve meses, casi 40 toneladas de viandas y hortalizas.

Los principales beneficiarios han sido centros sociales, entre escuelas primarias y una instalación del sistema de atención a la familia (SAF). Más de 400 personas, entre niños, trabajadores de la educación y personas de la tercera edad y en situaciones de vulnerabilidad, han sido abastecidas por los productos de Lay, un joven fornido que levantó su hogar en medio de la sitiería junto a su esposa.

«Es este otro ejemplo de cómo en los tiempos más difíciles se pueden lograr grandes cosas si se trabaja», insistía Díaz-Canel.

Foto: Estudios Revolución.

El Presidente visitó más tarde el hogar de ancianos «Rogelio Rojas Tamayo», donde observó las recientes inversiones que permitieron la revitalización del centro y dar un salto en la atención y el mejoramiento constructivo de una institución donde viven 65 ancianos y ancianas, y otros diez son atendidos como seminternos.

El mandatario saludó a quienes descansaban en jardines y salas y expresó la satisfacción por verlos tan bien atendidos, algo que ustedes se merecen en esta etapa de la vida, porque ustedes —les dijo— hicieron mucho por el país y por la Revolución.

En las afueras del Hogar, donde decenas de habitantes del municipio lo esperaban, el mandatario hizo un recuento de la experiencia vivida en la mañana de este viernes en Las Tunas, provincia en la que a pesar de las dificultades, su gente no se detiene y trabaja para salir adelante, algo que sin dudas—aseveró— lograremos.

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