Aliens Borges Rodríguez y Yasmara Varela Sánchez se casaron en condiciones poco frecuentes. Autor: Lisandra Gómez Guerra Publicado: 28/01/2025 | 08:18 pm
SANCTI SPÍRITUS.– Una pequeña mesa, dos fotos grandes de Raúl Castro Ruz y Vilma Espín Guillois, una bandera cubana y otra de la Federación de Mujeres Cubanas, (FMC) rompen con la imagen natural de la arboleda que ofrece la bienvenida en el Palacio de Matrimonios, de este territorio.
Un puñado de familiares, amigos y quienes llegan sin imaginar que serían testigos de la confirmación del amor que durante diez años han cosechado Aliens Borges Rodríguez y Yasmara Varela Sánchez, intentan vencer el frío que congela hasta los huesos.
Es 25 de enero de 2025, cerca de las 11 de la mañana en la ciudad del Yayabo y el clima se empeña en borrar que Cuba es un eterno verano.
«Escuché que como parte de las acciones por el Día Nacional de la Defensa, la Dirección Municipal de Justicia en Sancti Spíritus estaría presente en los ejercicios. Y, sin dudarlo, dije si hay una boda, me caso», cuenta Borges Rodríguez, pasadas las tensiones que captaron todas las cámaras, mientras esperaba por la ceremonia.
Fue así que en tres días, la casa, junto con sus dos pequeños Arianna y Arianni se vino abajo, y sus compañeros del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba, (PCC), en Sancti Spíritus sumaron a sus responsabilidades: hacer realidad el sueño de la pareja.
«Además, no perdimos la oportunidad de hacerlo coincidir con un hecho que recoge nuestra historia: la boda de Raúl Castro Ruz y Vilma Espín Guillois hace 66 años. Unas horas antes estamos aquí para honrarlos con la legalización de nuestra larga relación», añade Varela Sánchez, quien labora como bibliotecaria en el politécnico Eliseo Reyes, de la urbe del Yayabo.
Es el instante en que regresan a Meneses, el poblado rural de Yaguajay, donde crecieron juntos. Él, tres años mayor que ella, ambos delgados y con una timidez y humildad que no necesitan palabras para presentarse. Más de una vez se tomaron de las manos en los juegos infantiles hasta que quiso el destino, o la casualidad, que nunca más se soltaran.
«Prácticamente, nos conocemos desde que nacimos. Crecimos juntos y, un buen día, decidimos hacernos novios. La vida sola se tomó el trabajo de hacerlo. Tuvimos nuestros retoños. Hace tres años nos mudamos hacia la ciudad de Sancti Spíritus y ya era el momento de legalizar el matrimonio, porque siempre es bueno estar amparados por la ley», refiere él, de 40 abriles.
Permaneció de pie, de traje y corbata, junto a la pequeña mesa hasta que Yasmara, vestida de rosado y una discreta corona en la cabeza llegó a su lado. Detrás, los invitados estaban a la expectativa de cada expresión.
–«¿Los testigos?», preguntó la notaria Anay Valdés Milián, directora de Justicia en el municipio de Sancti Spíritus.
Una voz entre los asistentes rompió los nervios: «La presidenta y el vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial, Deivy Pérez Martín y Alexis Lorente Jiménez, respectivamente».
Con la sorpresa colgada en sus rostros, ambos, de verde olivo desde el inicio del Ejercicio Estratégico Bastión 2024 y durante el Día Nacional de la Defensa, sumaron sus firmas a un acto legal y de confirmación que desde hace una década, Aliens y Yasmara tomaron la mejor de sus decisiones.
«Como la de Raúl y Vilma, esta también es una “boda rebelde”, porque se hizo en condiciones atípicas y en un momento de suma trascendencia para el país. Todos están contentos y han contribuido para este homenaje sincero», añade el funcionario del Comité Municipal del PCC en Sancti Spíritus, tras colocar el ramo de flores a las dos fotos testigos del hecho.
Como estos jóvenes espirituanos, Raúl Castro y Vilma Espín legalizaron su relación frente a un grupo de amigos y familiares, quienes los acompañaron el 26 de enero de 1959 en el hotel Rancho Club, de Santiago de Cuba. Sobraban razones para celebrar, sobre todo a pocos días del triunfo de la Revolución, el proyecto soñado e impulsado por ambos y otros muchos hombres y mujeres, tanto en la sierra como en el llano. Por ello, no solo sus testigos Asela de los Santos y Manuel Piñeiro confirmaron la autenticidad de la unión y que ambos contrayentes aceptaron el compromiso. Ese idilio surgido en la manigua estaba a pruebas hasta de balas.
Tal y como lo perpetuó el propio General de Ejército en noviembre de 2010 al firmar el libro de visitantes del Memorial Vilma Espín: «El 26 de enero de 1959 en esta casa me puse un nuevo uniforme de guerrillero y me fui a la boda con Vilma…lo mejor y más lindo que hice en toda mi vida».
Despojados de las tensiones, Aliens y Yasmara disfrutaron de muchos abrazos y felicitaciones. También hubo cake y otros productos que siempre amenizan una fiesta cubana. No sin antes hacer un alto para compartir con sus compañeros de trabajo en el acto de clausura del Día Nacional de la Defensa y honrar al Paladín de las tres guerras, que como vigía certero ofrece la bienvenida a quienes cruzan por la Plaza de la Revolución Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, de Sancti Spíritus.
—¿Aliens, la seriedad que captaron las cámaras es porque hubo alguna duda?
—«Para nada, diez años después no hay ninguna. Estamos felices».
Luego de la ceremonia, la pareja espirituana obsequió su ramo de flores a quienes inspiraron su boda. Foto: Lisandra Gómez Guerra