Este proceso es una de las singularidades del modelo democrático y participativo cubano. Autor: Tomada del Periódico 26 Publicado: 18/09/2024 | 09:42 pm
Sin dudas, el proceso de rendición de cuenta del delegado a sus electores, a iniciar a partir de este 20 de septiembre, volverá a ser otro momento de crecimiento social y político para el país desde los barrios y comunidades.
Será ese el espacio idóneo para proponer, realizar la crítica oportuna y aportar entre todos ideas que ayuden al crecimiento. Por ello la participación directa de cada uno de nosotros es tan importante y adquiere un valor protagónico.
Recordemos que a las rendiciones de cuenta no solo asisten los delegados, sino también acompañan el proceso las instituciones administrativas, los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular y algunos directivos de los territorios.
De ahí que recientemente el secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), Homero Acosta Álvarez, asegurara que dichas rendiciones de cuenta constituyen una de las singularidades del modelo democrático y participativo cubano.
Nuestro sistema electoral, agregaba Acosta Álvarez, no termina con el ejercicio del sufragio en las urnas, además, ese proceso de vínculo, de intercambio y de valoración de la gestión de los representantes es permanente.
Luego de posponerlo en 2023, el Consejo de Estado convocó recientemente a realizar el importante ejercicio, el cual se desarrollará en un contexto económico y social muy complejo.
Sin embargo, como afirmara el secretario de la ANPP, también enfrentamos grandes dificultades en otros momentos de la historia de la nación, y ese espacio de participación política no dejó de realizarse.
Resulta un gran desafío y en virtud de ello nos preparamos para desarrollarlo con éxito, dijo, en el marco del aniversario 50 de la instauración de los órganos locales del Poder Popular.
Sin dudas, cuando este proceso se lleve a cabo entre el 20 de septiembre y el 15 de noviembre, quien estará rindiendo cuenta es la Revolución. Para Cuba resultará un momento genuinamente democrático, porque una de nuestras esencias fundamentales radica en la participación popular.