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Estudio y trabajo, ¿deber o derecho?

En el programa televisivo Hacemos Cuba, autoridades educativas y laborales se reunieron recientemente para debatir sobre el tema

Autor:

INÉS MARÍA ALFONSO RODRÍGUEZ

El trabajo es esencial para una vida humana plena; sin trabajo, propósitos o proyectos creativos personales, que luego se manifiestan colectivamente, la vida pierde su significado. Sin embargo, algunos optan por evitar el trabajo y el estudio, y eligen la ruta fácil: «dejar pasar los días sin ningún esfuerzo personal». El empleo digno es un derecho y una responsabilidad social y a su vez, es crucial integrar en el ámbito laboral a todos los individuos capaces de hacerlo.

Por tanto, el estudio y el trabajo son caminos inseparables, tanto como deber, como derecho. Hoy, muchas son las interrogantes, pero: ¿es obligatorio trabajar? ¿Estudio y trabajo, es esto posible? ¿Si no trabajo, qué pasa? En el programa televisivo Hacemos Cuba, autoridades educativas y laborales se reunieron recientemente para debatir sobre la importancia de la vinculación entre el estudio y el trabajo en el contexto cubano actual.

El Dr.C Eugenio González Pérez, viceministro de Educación; Ariel Fonseca Quesada, director general de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y Yaliel Cobo Calvo, miembro del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, ofrecieron sus perspectivas sobre el tema.

¿Es obligatorio trabajar?

No podemos decir que es una obligación, en el artículo 31 de la Constitución de la República quedó registrado que el trabajo es un deber social y un valor, pero en la sociedad en que vivimos es una obligación moral, no jurídica.

Al respecto, el Director General de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social refirió que el trabajo debe ser la fuente principal de ingresos para satisfacer las necesidades del propio trabajador y de su familia, pero la Constitución en otros artículos también dice que usted debe contribuir a la sociedad en la que vive y si usted no trabaja, no estudia y siente que no es obligado (porque la Constitución no te obliga a trabajar), de qué manera cumple con ese deber.

Desde el ámbito educativo, el viceministro de educación explicó, que el Ministerio tiene el gran empeño de fomentar en los educandos esos proyectos de vida que les permita su trayectoria estudiantil y laboral y que sean un ente activo en la sociedad. Nuestro sistema ofrece diversas oportunidades para que las personas estudien y mejoren sus calificaciones. También enfatiza en que la responsabilidad individual de los jóvenes es crucial, así como el papel de la familia en su desarrollo profesional.

Sin embargo, el sistema educativo también reconoce que existen brechas y que no todos los estudiantes pueden encontrar oportunidades de empleo en sus propias comunidades. Además, el sistema ofrece cinco vías principales para que las personas (sin límite de edad) que no están estudiando puedan hacerlo.

Estas vías están dirigidas a que aquellas personas que no terminaron el sexto y noveno grados puedan hacerlo a través de cursos de seis meses que culminan en un examen libre, y en el caso del nivel medio superior se ofrecen cursos de superación integral con una duración de dos años. Los graduados de 12mo. grado tienen varias posibilidades: continuar sus estudios en universidades, escuelas politécnicas, así como incorporarse al mercado laboral en
diversas ocupaciones, además de las personas que requieren de un perfil profesional para el
empleo (sobre todo son obreros calificados) que requieren prepararse aún mejor para asumir una responsabilidad laboral. Se han realizado esfuerzos coordinados para garantizar que estas oportunidades de formación estén disponibles en todos los municipios de Cuba.

Un joven que no estudie o no trabaje ¿a qué se dedica? ¿Qué visión tiene la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC)?

Al respecto, Yaliel Cobo Calvo explicó que es responsabilidad de la UJC priorizar el trabajo con esos jóvenes para ayudarles a encontrar una dirección y crear riqueza que pueda ser distribuida de forma equitativa con la participación de todos. Por tanto, en un país como el nuestro, es necesario que todos aporten desde un frente, teniendo en cuenta que «con el trabajo de todos se garantiza un grupo de servicios para todos».

Estudiar y trabajar, una realidad creciente

Cada vez más jóvenes cubanos optan por combinar el estudio con el trabajo, una práctica que es legal en el país para mayores de 17 años. «Hoy es una cifra que aumenta de jóvenes estudiantes que se han incorporado a trabajar», señaló el Dr.C Eugenio González Pérez, viceministro de Educación.

Este fenómeno se debe en parte al perfeccionamiento del sistema educativo nacional, que a su vez ofrece dos opciones para los estudiantes de técnico medio (pertenecientes a las 107 especialidades que brinda el país): completar un programa técnico o abandonar después del tercer año con un título de obrero calificado. Esto con el objetivo de lograr una mayor preparación integral y que el estudiante pueda ejercer varios oficios, para aprender varias especialidades en un solo curso o una sola graduación.

Además de estas opciones
formales, los cubanos también pueden certificar sus conocimientos a través de comisiones de evaluación. Esto permite a las personas que han adquirido habilidades fuera de un entorno educativo formal obtener una credencial reconocida que les facilite el acceso al empleo. Asimismo, el Estado cubano tiene la obligación de ofertar empleo a todos los graduados, independientemente de su edad. Las direcciones de Trabajo son responsables de ubicar a los graduados de educación superior y técnica y profesional.

«La norma establece que las direcciones de Trabajo están convocadas a ubicar a los jóvenes graduados del nivel superior, en todas sus especialidades», explicó Ariel Fonseca, director general de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. «De igual forma, deben dar respuesta ante el llamado de ubicación laboral de los graduados de
técnico medio, obreros calificados, escuelas de oficio y enseñanza especial».

Al respecto, Fonseca añadió que es importante promover el pluriempleo debido al desafío demográfico que enfrenta el país, dada la disminución de la población en edad laboral. Además, el Gobierno está incorporando al programa de inserción social la posibilidad de que los estudiantes se empleen en varios centros de trabajo con mayor flexibilidad.

Sin embargo, es importante garantizar que los jóvenes que trabajan lo hagan en el perfil que están estudiando para que continúen superándose y aportando como fuerza laboral, respetando sus garantías laborales, como horarios de trabajo razonables y descansos adecuados.

Si no trabajo, qué pasa

La Constitución establece en su artículo 90, inciso l-) que el ejercicio de los derechos y libertades implica responsabilidades y deberes para los ciudadanos, incluyendo el deber de actuar de acuerdo con los principios de solidaridad humana y respeto a las normas de convivencia social.

La especialista Iliana Gómez Guerra, magistrada y presidenta de Sala del Tribunal Supremo Popular, señaló que el no trabajar o estudiar no es una obligación legal, pero sí un deber y un valor social. Sin embargo, si las personas que no trabajan ni estudian tienen ciertas conductas que infringen las normas de convivencia social, pueden ser objeto de control por parte de la policía y otros órganos competentes.

El tribunal no puede sancionar directamente a alguien por no trabajar o no estudiar, pero puede tomar medidas contra las personas que cometan delitos relacionados. Además, existen mecanismos de prevención social para abordar el problema de las personas que no trabajan ni estudian. Estos mecanismos incluyen advertencias y medidas para alentar a estas personas a obtener ingresos legítimos y contribuir a la sociedad.

Al respecto, el Dr.C, coronel Rogelio Luis Lazo, explicó que las personas que incumplen sus deberes cívicos no tienen empleo y no pueden justificar legalmente sus ingresos son sospechosas de actividades delictivas y, por tanto, se convierten en una amenaza potencial para la comunidad.

Asimismo, la participación de organizaciones políticas, sociales y de masas, representadas en el consejo popular, fortalece los esfuerzos para prevenir y abordar conductas antisociales. Esto incluye el consumo excesivo de alcohol, el comportamiento inapropiado, el ruido excesivo y el uso de lenguaje ofensivo, que perturben el bienestar de la comunidad.

Aunque anteriormente se ha abordado el tema, es importante recalcar que existen excepciones a la regla general. Hay personas que no trabajan ni estudian pero tienen fuentes de ingresos legales, como remesas, apoyo de terceros o ahorros sustanciales. No obstante, debemos reconocer que la mayoría de las personas que no trabajan ni estudian tienen más tiempo libre y, en ocasiones, lo utilizan para participar en comportamientos que afectan el descanso de quienes sí trabajan.

Es importante señalar que no todas las personas en esta situación tienen ingresos bajos. Existen oportunidades laborales tanto en el sector estatal, como en el privado, y también es posible estudiar mientras se trabaja. Las personas que no trabajan ni estudian, y además exhiben una conducta inapropiada, pueden enfrentar consecuencias legales por parte de las autoridades. (Tomado del blog El joven cubano, de la UJC)

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