Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Flores para una flor

Desde Juventud Rebelde felicitamos a todas las madres en este día, a las que dan vida y a las de corazón. Para todas nuestro cariño, reconocimiento y admiración

Autor:

Nileyan Rodríguez Rodríguez

La flor que representa el Día de las Madres es el clavel, un símbolo que ha sido ampliamente adoptado en la sociedad. Sin embargo, su origen en Cuba es un tema que merece ser explorado. Para entender cómo llegó a ser el símbolo de la tradición cubana, debemos retroceder en el tiempo y examinar los eventos que llevaron a su institución en la isla.

La idea de celebrar un día especial para las madres surgió en los Estados Unidos. En el año 1872, la poetisa Julia Ward Howe propuso un día para honrarlas motivada por el sufrimiento que enfrentaban por la pérdida de sus hijos en las guerras.

En ese entonces no se materializó su sueño; pero años después, en 1907, Anna Jarvis, una estadounidense que había perdido a su madre, lanzó una campaña nacional para que se declarase un día en homenaje a todas. Su esfuerzo finalmente dio fruto, y el primer Día de las Madres oficialmente celebrado se llevó a cabo en Virginia Occidental el 10 de mayo de 1908, segundo domingo del mes y aniversario de la muerte de la mamá de Jarvis.

Como las flores preferidas de la difunta habían sido los claveles, desde entonces se utilizan los rojos para honrar a las madres vivas y los blancos para las fallecidas, una tradición inspirada en la iniciativa de Anna Jarvis y en el artículo Mi clavel blanco, publicado en El Mundo a principios de 1919.

Esta tradición de celebrar el Día de las Madres en Cuba comenzó el 6 de abril de 1920 en Puerto Padre, una semana antes de que Santiago de las Vegas lo hiciera. El maestro masón Doctor Eduardo Queral Mayo fue el impulsor de esta iniciativa. La celebración allí fue un éxito, y pronto se extendió a otras localidades.

Para 1921, el concejal del Ayuntamiento capitalino, Víctor Muñoz, propuso y logró instituir en toda La Habana ese agasajo. Años más tarde a propuesta del senador Pastor del Río, la Cámara de Representantes le dio carácter de Ley Nacional, y así el segundo domingo de mayo se oficializó como Día de las Madres en Cuba.

Hoy día, el clavel sigue siendo el símbolo por excelencia del Día de las Madres en Cuba, aunque lamentablemente se ha perdido el significado original de los colores. Sin embargo, lo importante es que esta tradición refleja el profundo respeto y amor que los cubanos sienten por sus madres, seres maravillosos que nos han dado la vida y nos acompañan mientras vivan.

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