¿Dónde permanecen los adultos mayores cuando es imposible brindarles en el hogar la atención que necesitan? Precisamente en las casas de abuelos, hogares de ancianos y centros sicopedagógicos, instituciones que figuran entre las alternativas que brinda el Gobierno para el cuidado de esas personas, y cuyo fin es ofrecerles un entorno que les garantice bienestar.
Sin embargo, ello sigue siendo un desafío, si tomamos en cuenta que todavía persisten dificultades en la implementación de las políticas, medidas y programas multisectoriales dirigidos a estos centros. Y ello es más urgente, como se dijo recientemente en la reunión de la Comisión Gubernamental para la atención a la dinámica demográfica, pues en Cuba crecen las personas «de cabello blanco».
Al realizar un profundo análisis sobre el tema, el miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, quien preside esta comisión, reflexionó sobre deficiencias identificadas en sus recorridos por hogares de ancianos y casas de abuelos, como parte de las visitas de trabajo a varios territorios del país.
Se refirió, por ejemplo, a la mala calidad en la elaboración de los alimentos, el incumplimiento de los horarios establecidos para los diferentes servicios, el deterioro constructivo de numerosos centros, la falta de opciones recreativas, así como problemas con la higiene en estas instalaciones.
En tal sentido, el Jefe de Gobierno insistió en el deber de los gobiernos de garantizar el mayor bienestar posible a las personas de la tercera edad. «No podemos continuar viendo estos temas como estadísticas, sino con la sensibilidad que llevan para resolver las situaciones que se presentan. Aquí hay irresponsabilidad, aquí hay incluso cosas que pasan por alta negligencia».
En la agenda de la reunión también se evaluó el comportamiento de las casitas infantiles, esa variante de atención educativa a la primera infancia en la modalidad institucional que mucho ayuda ante el déficit de capacidades de círculos infantiles que no logran cubrir la demanda existente.
Al respecto, María de los Ángeles Gallo, directora nacional de la Primera Infancia en el Ministerio de Educación, detalló que hasta el mes de marzo se han creado más de 200 casitas infantiles en el país, y que actualmente se trabaja con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia para continuar ampliando capacidades y consolidando esta propuesta.
Apuntó que, recientemente, se creó un nuevo proyecto con la oficina en Cuba de esta organización, el cual permitirá reparar en La Habana 21 círculos infantiles, que, aunque están funcionando, presentan serios problemas constructivos. También, expresó, se van a dotar de recursos 186 casitas infantiles en el país, pues estas instituciones son necesarias en el contexto que vivimos.
Al destacar la importancia de estos centros, el Primer Ministro recordó que la mayoría de las casitas infantiles sigue siendo del propio sistema de Educación, y «cuando nosotros llamamos a este nuevo programa es para que todo el mundo participe. Tenemos que lograr que cada fábrica, cada institución, lo haga».
Durante la reunión, en la cual participó también la miembro del Buró Político Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, se reiteró la necesidad de incorporar la atención a la dinámica demográfica como un elemento prioritario en las estrategias de desarrollo económico y social a nivel territorial y local.