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Cuba baila por la vida

Con el coauspicio de diferentes entidades y organismos en el país, se estimula la práctica de ejercicios físicos y el baile, a fin de desterrar el sedentarismo desde una opción diferente

Autor:

Lisandra Gómez Guerra

SANCTI SPÍRITUS–. La mirada de Fabiana Cedeño Guzmán es por sí sola un espectáculo. No solo por irradiar un verde azul hermosísimo, sino porque baila al mismo ritmo que el resto de su cuerpo. «La danza es mi vida», dice esta joven residente en Nuevitas, Camagüey y el brillo que desprenden sus ojos encandilan.

Además de integrar desde niña la agrupación artística Aires de bahía, esta jovencita que iniciará en próximos días la enseñanza media superior, desde hace un tiempo practica ejercicios aeróbicos en el polideportivo de su territorio, donde descubrió el proyecto Cubaila.

«Ha sido una experiencia súper interesante porque logramos combinar los bailes tradicionales con el deporte. Beneficia la salud y se aprende».

Confiesa tras haber formado parte de una coreografía que reverenció la cultura campesina durante la gala nacional de premiaciones del Cubaila 2023 que tuvo lugar en Sancti Spíritus.

Ejercicios para las familias

«Es la expresión máxima de que el deporte es derecho de todas las personas, califica Dania García Fernández, metodóloga nacional del área de actividad física y comunitaria del Inder. Es el resultado de todo el movimiento que impulsamos en comunidades, combinados deportivos, escuelas…».

El santiaguero Luis Manuel Ramos, profesor de Educación Física, sabe bien de lo que ella habla. Ha sido testigo de cómo con un trabajo constante se han sumado a las acciones los diferentes grupos etarios, principalmente la juventud.

«Promovemos salud y bienestar. El sector de cultura aprovecha la masividad de nuestras propuestas y se inserta con nosotros. Así hemos logrado que en Santiago de Cuba exista un gran movimiento de amantes de nuestros bailes tradicionales y, sobre todo, del casino.

«Por nuestra parte, intensificamos el trabajo con la gimnasia básica», explica, quizá como respuesta a que durante dos años consecutivos la conocida como Tierra caliente del oriente se coloca en lo más alto del podio del proyecto Cubaila.

De acuerdo con la experimentada profesora García Fernández, en la cita final del referido proyecto se evalúan las mejores coreografías de cada provincia que se publican en formato de video en diferentes perfiles de Facebook y, además, se analiza la que se presenta en vivo durante la gala.

«Entregar reconocimientos siempre es difícil, pues sabemos que se trabaja mucho en la base. Nuestros profesores laboran todo un año en varias modalidades, bailo-terapia, zarabanda... y con personas que van desde la tercera edad, embarazadas, personas en situaciones de discapacidad, en fin, nuestras familias».

Santiago de Cuba se coronó en el Cubaila 2023.FOTO: Oscar Alfonso Sosa.

En comunión de ritmos

Basta con visualizar lo presentado por la Ciudad Héroe, donde alrededor de 2 000 personas bailaron al unísono en la Plaza Antonio Maceo para dejarnos con la boca abierta.

«Vamos sumando a nuestros alumnos poco a poco. Primero, los monitores se aprenden los pasos y luego los llevan a sus áreas. Ya existe un movimiento tan fuerte que se espera el evento e incluso piden estar sin ser parte de nuestras matrículas», dice Luis Manuel.

La pinareña Yusleivys Márquez Montesino es pionera del Cubaila con fecha de inicio en 2013 y solo con dos pausas, durante los años más fuertes de la COVID-19. Desde entonces, asegura ser una de las promotoras más activas de la práctica de ejercicios físicos al ritmo de los compases de bailes cubanos y latinoamericanos en Vueltabajo.

«Impartimos turnos de clases de zarabanda y eso en nuestra provincia ha tenido muchos seguidores. Y ya no solo de las mujeres que visitan los gimnasios, sino que poco a poco hemos demostrado que eleva la calidad de vida de todas las personas».

Similar sucede en Villa Clara y Granma, dos provincias que merecieron reconocimientos en la gala nacional del proyecto.

«Esto es una expresión de defensa de nuestra idiosincrasia. El baile y el deporte dan alegría, paz, calidad de vida, facilita las relaciones interpersonales…», añade la santaclareña Ana Bárbara Valle Méndez.

Sensaciones que ha experimentado durante la práctica la granmense Adriana Castellano: «Esta modalidad nos une como si fuéramos familia. Por eso, la incentivamos en las comunidades para que se disfrute».

Son esos los motores impulsores de quienes llevan por los diferentes rincones el mensaje de que el deporte es un derecho y sinónimo de calidad de vida y, mucho más, cuando se vincula con los contagiosos ritmos de nuestros bailes.

 

 

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