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La Habanera: un género musical que no envejece

Culminó Encuentro Internacional Conocer la Habanera, pero deja entre nosotros esas melodías tan expresivas del ambiente cubano y su cadencioso ritmo, que le otorgan lirismo y elegancia para enamorar a todo el que la escucha

Autor:

Gusel Ortíz Cano

Ese sentimiento de lo habaneroso, del que hablaba el musicólogo Danilo Orozco, envolvió a los asistentes al Encuentro Internacional Conocer la Habanera, que se desarrolló recientemente en la capital de todos los cubanos, donde se dieron cita noveles y consagrados del pentagrama contemporáneo.

Aunque muchos investigadores afirman que este género musical ha desaparecido casi por completo de los repertorios actuales, solo hace falta soplar con suavidad las tenues llamas de las habaneras para que resurjan con todo su esplendor en las voces y las manos de los artistas más jóvenes.

La pianista Malva Rodríguez González, de 19 años de edad, interpretó varias piezas junto a la flautista Niurka González, en la segunda jornada del Encuentro. Sobre su aproximación al género comentó:

«A mí personalmente lo que más me gusta de las habaneras es que son muy fáciles de reconocer por ese patrón rítmico característico que siempre tienen. Al mismo tiempo, este patrón que grita Cuba en todo su esplendor posee una versatilidad tremenda. Acepta tantos matices, reflejados en piezas distintas y semejantes a la vez, que se unen alrededor de un mismo concepto y pueden expresar infinidad de sentimientos. Eso es lo que más me atrae».

Niurka González (Flauta) y Malva Rodríguez (piano) en el estreno de la versión de Una Habanera para Leal, del compositor Harold López-Nussa.

Sentada al piano, con esa pasión que desbordaba de sus gestos y sus palabras, nos atrevimos a lanzar una pregunta personal.

- ¿Te gustaría que te enamoraran con una Habanera?

-Eso depende de la persona y el momento, si alguien fuera a escoger una habanera para enamorarme, me gustaría que fuera la de la ópera Carmen, quizás porque es la que estoy estudiando ahora, pero, también porque me parece muy sensual.

La soprano Yahima de la Caridad Álvarez Pérez, recién graduada del ISA, comparte esta predilección por la misma pieza, «porque cuando se habla de la ópera Carmen, del francés Georges Bizet, de inmediato nos viene a la mente El amor es un océano rebelde. El tema es mundialmente conocido y realmente hermoso.  Como soprano siempre he querido interpretarlo y el Encuentro me ha dado esta inmensa oportunidad, es la primera vez que lo hago en público».

Yahima de la Caridad interpreta la Habanera de la ópera Carmen.

«Si bien es cierto que la habanera no se canta mucho actualmente, yo misma hasta ahora tenía solamente tres, en mi repertorio, esta experiencia me inspiró a trabajar para que eso cambie y voy a incluir muchas más».

El dúo NU9VE, compuesto por la cantautora Paloma Henríquez Pino Santos y el guitarrista Carlos Ernesto Varona Velázquez, se acercó por primera vez al género, para presentarse en el Encuentro Internacional Conocer la Habanera. «Esta invitación ha sido para ellos un feliz descubrimiento, que incluso nos ha regalado la solución musical para un tema nuestro», declaró Carlos.

Mientras Paloma, decidió cantarnos la emblemática , de Sánchez de Fuentes, porque «es una pieza autóctona, muy criolla y es internacionalmente conocida, nos identifica en Cuba y en otros países. Sus melodías son lindísimas y la lírica también es muy bonita».

Estos jóvenes que comparten el amor por la música y la vida en pareja, por lo general, incursionan en géneros como el son, el pop, la fusión y el blues. Quizás, la solución que encontraron para su Desojando girasoles, sea el inicio de un futuro fonograma con 9 habaneras, que contribuyan al rescate del género musical y adicionen una más, a las agradables coincidencias relacionadas con ese número, que para ellos es «mágico y espiritual».

Lucía Llanes Guerra, soprano solista de 29 años de edad, realiza su servicio laboral, actualmente, como parte del elenco del Coro del Teatro Lírico y confiesa que el Encuentro le ha recordado lo importante que es investigar y estudiar todo el tiempo.

«Me ha servido de mucho esta experiencia, porque yo pensaba que tenía un repertorio de habaneras y resulta que eran canciones en tiempo de habanera o tenían bajo de habanera, pero no eran temas propiamente del género. Creo que ha sido una manera muy especial de prepararme profesionalmente. Voy a aprovechar lo que he aprendido para hacer un repertorio de habaneras de verdad».

Lucía Llanes Guerra Guerra, soprano graduada del ISA.

Habaneras con olor a mar

El Dr. Cecilio Tieles Ferrer, pianista-concertista y director general del Encuentro Internacional Conocer la Habanera, no tiene un minuto de descanso entre la investigación, el estudio del pianoforte y las labores de promoción musical, que realiza junto a su esposa Xiomara Suárez. Cuando preguntamos por las razones que lo impulsan, para continuar su lucha incesante por el rescate de nuestra memoria histórica, nos responde con su sonrisa infantil de joven octogenario:

«Para contarte la historia del Encuentro, tengo que hablar un poquito de mi historia. Hace algunos años, cuando trabajaba como profesor del Conservatorio Profesional de Música de Villa-Seca y catedrático del Conservatorio Superior de Música, del Liceo de Barcelona, descubrí que los españoles asumían la habanera, como un género extranjero, a pesar de haber surgido en la Cuba Colonial, o lo que es lo mismo, en territorio hispano. Al mismo tiempo, mientras realizaba mis investigaciones sobre el compositor cubano Nicolás Ruiz Espadero, conocí la existencia de unos negros no esclavos, que llegaron a Cuba procedentes de España y que poseían amplios conocimientos de música y otras artes. Precisamente fueron estos negros, asentados en los puertos y vinculados a la exitosa industria naval, los padres del género habanera».

«Aquellos africanos transculturados, (ya cubanos) que asumieron la cultura española, hicieron uso de esa mezcla para crear un tipo de música diferente, ya desde el siglo XVIII. De ese grupo emerge la figura de Aponte, por ejemplo. Pero también surge la clave, los vitrales, la vitola o anilla del cigarro y hasta el uso de la palabra “botar”, para “tirar” algo, por la frase de “botar los barcos al mar”».

«Mi idea inicial era propiciar esa nueva mirada hacia la habanera y que se reconociera en España y en Cuba, como un género que surge de la música que hacían esos negros cubanos, no africanos, en La Habana y que también es parte de la cultura hispana».

«Cuando regresé a Cuba, le propuse al Museo Nacional de la Música, un proyecto para rescatar los Festivales de Habaneras en La Habana, que por más de 20 años mantuvieron la vitalidad del género. Es así como surge el Encuentro Conocer la Habanera. Se realizó en 2017 y 2018. Ya en 2019, como parte de los festejos por el 500 Aniversario de la Ciudad, se celebró nuevamente un Festival de Habaneras, pero después vino la pandemia».

«En este año 2022 hemos contado con el apoyo de muchas instituciones. Al Museo Nacional de la Música se unieron el Instituto Cubano de la Música, la Dirección Provincial de Cultura, de conjunto con la Oficina del Historiador, la Casa Eusebio Leal y le Revista Opus Habana. Contamos, además, con la colaboración del Centro Nacional de Música de Conciertos y la Associació Cultural Catalana-Iberoamericana».

«Del 14 al 20 de noviembre tuvimos un programa de conferencias y conciertos de alta calidad, con la participación de excelentes artistas y muy buena asistencia del público. Así empezamos otra vez, con energías renovadas, nuevos y fieles amantes del género y con mi investigación sobre el euroafricano culminada y publicada, en el libro El euroafricano. Su presencia en la cultura europea en los siglos XVI al XVIII, para los que deseen profundizar en estas interesantes historias, porque todavía queda mucho por decir».

El Coro Nacional dirigido por la maestra Digna Guerra, en el Museo Nacional de la Música.

Mujeres enamoradas de las habaneras

La reconocida cantautora Liuba María Hevia le puso voz y música a la inauguración del Encuentro Internacional, escenario que compartió con la agrupación “Sonantas Habaneras” y el pianista Cecilio Tieles. Ella se reconoce como una bendecida por este género, más que por el azar, gracias a una mujer que se llamó y se llamará siempre María Teresa Linares.

«Teté Linares, como le decíamos a la musicóloga y directora del Museo Nacional de la Música entre los años 1984 y 1997, me dio la oportunidad de grabar un grupo de habaneras del siglo XIX y otras muy importantes del XX, con lo que se conformó la primera antología de habaneras que se hizo en Cuba».

«Conociendo un poco más la habanera, y gracias a Teté, pude comprender cuán cercano era ese modo de decir. De hecho, es la primera forma que tuvo la cancionística cubana, incluso supe que muchas de las canciones de cuna se escribieron en tiempo de habaneras. Así fue como empecé a escribir las mías propias. Para mí este género es un espacio sagrado dentro de la música cubana, es un hogar bendecido por el amor, que en mi caso adquiere una complicidad mayor».

«Se han sucedido muchos géneros en Cuba después de la habanera y quizás por esa velocidad con la que fue moviéndose la música, no se preservan como debería ser. Pero lo importante es recordar de dónde somos y por qué estamos aquí. Para mí siempre ha sido una fiesta cantar habaneras. Es un honor, un privilegio, además es una responsabilidad que tengo de por vida con el género, con María Teresa Linares y con la música cubana».

Niurka González aprovechó el aislamiento provocado por la pandemia de COVID-19 para concebir un CD con 12 fantasías para flauta sola, del compositor alemán Georg Philipp Telemann, pero ella quería incluir también, música cubana y pensó en las habaneras, sin saber que se realizaría este Encuentro Internacional.

«Llamé al compositor Juan Piñera y le dije: ¿Maestro usted cree que pueda escribirme unas habaneras para flauta sola? Y me respondió de inmediato: ¡Cuenta con eso! Me escribió para esa ocasión cinco habaneras, que ya están grabadas en un disco próximo a salir y luego él se quedó embullado y me entregó dos más. Cuando lo escuchen, verán cómo hay formas disímiles de acercarse a este género y de mantenerlo vivo, como fuente de creación de los compositores contemporáneos para que no se pierda de las salas de concierto».

Otra pieza importante en el repertorio de la destacada flautista, estrenada en la segunda jornada del Encuentro, junto a su hija, la pianista Malva Rodríguez, es Una Habanera para Leal, compuesta por Harold López-Nussa. En ese concierto, que tuvo lugar en el Palacio del Marqués de Arcos, en La Habana Vieja, Niurka compartió con los presentes, la significación que para ella tiene tocar esa pieza por primera vez, justo en el lugar donde estuvo por muchos años, la oficina del eterno historiador de la Ciudad.

«Cuando escuché Una Habanera para Leal, en su versión original para piano solo, me le acerqué a Harold y le dije: ¿Tú crees que puedas hacernos una versión para flauta y piano? Y gracias a él, queremos regalárselas a ustedes y a Leal, que siempre nos acompaña donde quiera que haya cultura, amor por el arte y por la belleza».

Habaneras de Cuba y del mundo

Del tronco de la Habanera nacieron géneros como la clave, el danzón, el bolero, y de ese mismo tronco surgió también el tango argentino y el jazz temprano.

Entre las canciones más famosas se conocen , de Sánchez De Fuentes, Veinte años, de María Teresa Vera y La paloma, del español Sebastián Iradier.

En Cuba, la contradanza habanera casi desapareció como baile, en la segunda mitad del siglo XIX, quedando como género cantable. Se dice que entró en Argentina, por el Río de la Plata, introducida por la marinería española, gracias a los marinos negros, que en tierra se reunían para cantarlas y bailarlas en grupos, a lo que ellos llamaban «tango».

Según nos comenta Pere Lluís Domènech Santos, representante de la Associació Cultural Catalana-Iberoamericana, las habaneras también llegaron a España por el ambiente de mar y se fueron mezclando en las tertulias de taberna que hacían los marineros. Esas melodías, traídas por los negros y mulatos que llegaban de Cuba, se impusieron al punto que hoy se cantan más habaneras en algunas regiones de España, que en la propia Habana. 

La investigadora Zoila Lapique escribió que sus elementos estructurales han aparecido en piezas de importantes compositores europeos, como el español Isaac Albéniz y los franceses Maurice Ravel, Claude Debussy, Camille Saint-Saëns y Georges Bizet.

Quizás por estas razones, también se conoce la habanera, como un género de ida y vuelta; y en esas espirales transoceánicas de la historia musical, se ubica ahora esta iniciativa, promovida por el Maestro Cecilio Tieles, desde el Museo Nacional de la Música. Tanto para los asistentes como para los organizadores fue una semana intensa y feliz, de reencuentros, reflexiones y proyectos futuros. Mientras soñamos con una ciudad donde resurjan las serenatas y los espacios se inunden otra vez de bellas melodías, esperamos que las elegantes habaneras que se escucharon esta vez, nos acompañen hasta el próximo año, cuando celebremos en noviembre de 2023, un nuevo Encuentro Internacional Conocer la Habanera.

 Gala de clausura del Encuentro Internacional "Conocer la Habanera". Fotos: Daniel Cervantes Gispert.

 

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