Este miércoles en la tarde tuvo lugar un cordial intercambio entre el Presidente cubano y empresarios norteamericanos y cubanoamericanos. Autor: Estudios Revolución Publicado: 26/10/2022 | 11:18 pm
«MUCHAS gracias por su tiempo; por acceder a esta invitación y a este encuentro; por estar en Cuba». Así expresó en la tarde de este miércoles, desde el Palacio de la Revolución, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a empresarios norteamericanos y cubanoamericanos, con quienes sostuvo un cordial intercambio.
Según publicó el sitio web de la Presidencia y el Gobierno de Cuba, desde el emblemático Salón Portocarrero, el dignatario expresó a quienes vienen participando desde este martes en el Hotel Nacional, en un foro de negocios entre Cuba y Estados Unidos —organizado por la Cámara de Comercio Local y el grupo Focus Cuba—, que era necesario compartir con ellos un conjunto de razones sobre la realidad de la Isla, porque «ustedes han apostado a trabajar con nosotros; (…) ustedes son de los que quieren construir puentes y no muros».
El Jefe de Estado se refirió a sus interlocutores —quienes tomarán parte en el foro que concluirá en La Habana este 28 de octubre— como a hombres y mujeres con quienes pueden ser superados, de conjunto, los problemas; y con quienes «podemos avanzar».
En un ambiente distendido el mandatario dijo a los invitados: «Nosotros sentimos mucha satisfacción porque ustedes estén presentes hoy aquí en Cuba, participando en la Conferencia Empresarial Cuba-Estados Unidos. Y queremos expresarles que para nosotros esa participación de ustedes en un momento tan complejo como el que vivimos, tiene mucha significación».
Explicó las razones de tal «significación» a través de tres argumentos: «el primero es que manifiesta la voluntad que tenemos de estrechar las relaciones empresariales entre ambos países». Y al referirse al segundo, enunció que el encuentro «expresa también esa voluntad por estrechar las relaciones comerciales».
Sobre la tercera razón, Díaz-Canel afirmó que «en este grupo también hay compatriotas cubanos que viviendo fuera de la Patria quieren participar en el desarrollo de nuestro país».
«Encuentros como este —destacó el mandatario—, en los que tenemos mucha fe, también nos ayudan a ratificar un grupo de conceptos que hemos defendido: en primer lugar, que estamos abiertos a la cooperación con el mundo y consideramos que la cooperación y también la interrelación con el mundo empresarial a nivel internacional, es una vía para nuestro desarrollo.
«En segundo lugar, dijo, ratifica que nosotros estamos abiertos para fortalecer, estrechar el diálogo y las relaciones con cualquier país del mundo; y en particular con los Estados Unidos».
«Lo que pasa es —enfatizó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba— que tiene que ser un diálogo con respeto; un diálogo donde no se ataquen nuestra soberanía y nuestra integridad; un diálogo donde no haya posiciones unilaterales de fuerza. Y si eso se respeta puede existir ese diálogo, puede existir ese estrechamiento de relaciones, independientemente de las divergencias ideológicas que tenemos».
El Presidente cubano expresó que «reiteradamente nosotros le hemos planteado al Gobierno de Estados Unidos, por los canales que hemos podido utilizar, que nosotros estamos abiertos al diálogo y a esa conversación, sin condicionamientos, y con la posibilidad de abarcar todos los temas posibles».
Así lo hizo explícito a los empresarios amigos. E hizo hincapié: «Quería que ustedes, que han tenido la voluntad de visitarnos, que están también en la voluntad de hacer negocios con Cuba, de ver la manera en que podemos tener relaciones comerciales, conozcan nuestras posiciones». Lo expresó desde el espíritu de «reiterarles con toda sinceridad que son bienvenidos a Cuba».
En un recuento de intercambios similares que han tenido lugar, el dignatario enunció: «A algunos de ustedes los conocí cuando estuvimos hace unos años en Naciones Unidas, en Nueva York; a otros los hemos conocido por otras visitas que han hecho a Cuba, con los cuales hemos compartido en este mismo lugar».
Resaltó, además, que «sistemáticamente», y él en lo personal —«además de lo que hacen otras personas del Gobierno y del Estado cubano»— ha sostenido los intercambios «siempre que la parte norteamericana está de acuerdo», siempre que los interlocutores quieren hacerlo, siempre que no se sientan presionados. Cuando así es, dijo, «atendemos a todas las delegaciones norteamericanas que visitan el país».
Cuba y su voluntad de vencer adversidades
En otro momento, el dignatario comentó: «Ustedes saben que estamos en un momento sumamente complejo. Tradicionalmente se habla de bloqueo, pero en estos momentos no es el bloqueo de todos estos años que han pasado: desde la segunda mitad de 2019 nosotros hemos sufrido el bloqueo de manera recrudecida. Se aplicaron más de 243 medidas de la administración Trump, las que ha mantenido sin variación alguna la administración Biden».
Expresó que en esa política han comenzado a darse «algunos pasos en la dirección, diríamos correcta en los últimos tiempos, pero que no van más allá de algunos anuncios que todavía no se han concretado en lo fundamental».
Reflexionó que «esas medidas realmente nos han puesto en una situación muy compleja, porque se cortaron nuestras principales fuentes de financiamiento, y el punto final de esas medidas fue cuando, nueve días antes de Trump abandonar la presidencia, puso a Cuba en una lista de países que supuestamente apoyan el terrorismo, lo cual es totalmente incierto e irracional».
El mandatario argumentó que «estar en esa lista limita a un país, sobre todo a un país como el nuestro, de una manera agobiante, porque de entrada todos los bancos se niegan a trabajar (con la nación estigmatizada); pierdes todas las posibilidades de crédito; no puedes exportar divisas al exterior; no puedes operar con las cuentas cubanas en bancos en el exterior; y saltar esas problemáticas cuesta mucho trabajo».
Díaz-Canel no pasó por alto que «fue muy cruel la política norteamericana en los tiempos de pandemia. El recrudecimiento de esas medidas, y el mantenimiento de ellas por parte de la administración actual de Estados Unidos, fue precisamente en los momentos en que entró la pandemia a Cuba».
Denunció que «el Gobierno de Estados Unidos trató por todos los medios de que Cuba no pudiera tener acceso a vacunas, a medicamentos que necesitábamos»; y recordó que cuando se produjo un desperfecto en «nuestra planta de oxígeno medicinal», desde Norteamérica «hicieron todo lo posible para que entidades, empresas a las cuales les fuimos a comprar oxígeno en América Latina, no nos vendieran el oxígeno».
«Cuando necesitamos —detalló— ampliar los servicios de nuestras salas de cuidados intensivos, nos negaron y bloquearon la posible compra de ventiladores pulmonares; pero eso no nos detuvo». Y evocó un episodio trascendental, vivido por el país caribeño: la dirección del país pidió a sus científicos lograr soberanía, con vacunas propias, ante la epidemia de COVID-19.
El anfitrión destacó que aquel llamado «se convirtió en tres vacunas ya reconocidas, y en dos candidatos vacunales, y aunque llegamos tarde a la vacunación porque tuvimos que desarrollar nuestras propias vacunas, tuvimos que hacer los ensayos clínicos, tuvimos que hacer los estudios de emergencia para poder probar nuestras vacunas; cuando ya en octubre de 2021 habíamos vacunado a más del 60 por ciento de nuestra población, de inmediato empezó a bajar la cantidad de casos, y por supuesto de los fallecimientos».
«En esos meses, subrayó, Cuba pasó a ser el país que vacunó con más velocidad a su población. Hoy estamos entre los dos países que más dosis de vacunación tiene por habitante; tenemos más de un 90 por ciento de la población vacunada con esquema completo —en ese indicador ocupamos el quinto o el sexto lugar en el mundo—; y fuimos los primeros que vacunamos niños en edades superiores a los dos años».
El Jefe de Estado detalló que «en los últimos seis meses casi no hemos tenido fallecimientos —tres fallecimientos en seis meses—; casi no tenemos casos diarios; la letalidad de Cuba en esta enfermedad es de 0,77 (es decir, la relación de fallecidos contra enfermos)». El mandatario destacó que esa cifra está «muy por debajo de la del mundo —que es de 1,35; y muy por debajo de las Américas, que es de 1,7—».
A los amigos, comentó: «Y ustedes se pueden preguntar: ¿Y para qué él nos está contando esta historia? Se las estoy contando por una idea fundamental que quiero hilvanar». Y en ese punto de su reflexión volvió a la «situación muy compleja» que vive el país caribeño», y justo por eso les habló de la «resistencia creativa, que no solo es resistir, sino avanzar y desarrollarnos en medio de las adversidades».
Se refirió entonces a esa batalla como una «vivencia muy reciente», como una «filosofía» con la cual «estamos enfrentando todos los problemas que tenemos en la actualidad».