A mediados de noviembre deberá comenzar en Cuba la zafra azucarera en 23 centrales, cifra inferior que en la anterior contienda, los que «debemos lograr que sean eficientes, que cuenten con un nivel de recursos que garanticen una producción estable», indicó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante un encuentro que evaluó los preparativos para la zafra azucarera 2022-2023.
En el intercambio, enlazado por videoconferencia desde el Palacio de la Revolución con los 13 territorios implicados en la zafra y en el que participaron el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, y el Vicepresidente, Salvador Valdés Mesa, se pasó revista a la implementación del nuevo concepto para planificar la zafra.
Según apuntó Julio Andrés García Pérez, presidente de Azcuba, se trata de planificar la zafra para que esta sea objetiva, flexible y, aunque pequeña, con buenas prácticas, concentrando los recursos en menos centrales para lograr mayor eficiencia.
Sustentar la zafra, dijo, en el financiamiento real del que se pueda disponer y bajo el principio de garantizar el
consumo interno y obtener derivados de esa producción, como alimento animal, alcoholes y mieles que permitan un plan de exportaciones en dependencia de los precios en el mercado.
Se enfocará el plan en un nuevo modelo de negocios, en el cual la planificación sea financiera y no solamente medir producción de azúcar, considerando de manera priorizada la economía circular, así como el modelo de ciencia e innovación, señaló García Pérez.
Según informó, deberán molerse 6 millones 574 mil toneladas de caña y producir 455 mil 198 toneladas de azúcar, con destino a la canasta familiar y otros consumos de la economía, como el turismo, medicamentos, producciones industriales y para la exportación.
El vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca precisó que resulta imprescindible rescatar la disciplina en todo lo que hacemos. Marchan bien los trabajos, hay buena respuesta de los azucareros, pero la certificación de calidad de las reparaciones por parte de los equipos técnicos de Azcuba es imprescindible.
Tapia Fonseca consideró esencial que los trabajadores dominen cuánto van a ganar cada día, cada semana, a partir de las tareas principales, y que sientan que si el central no muele sus resultados económicos no van a ser buenos, porque ya se aclaró que este año no habrá más subsidios por pérdidas en el sector.
Los indicadores de eficiencia son el arma principal de esta zafra que será «el inicio de la recuperación cañera en el país», auguró el Vice Primer Ministro quien llamó la atención además sobre el seguimiento constante que deberán dar los directivos de Azcuba y las principales autoridades de los territorios a las labores de reparación y mantenimiento para garantizar la contienda azucarera siguiente en los centrales que no muelen en esta.