Este joven, diseñador y un optimista razonable que va por ahí esparciendo pequeñas maravillas. Autor: Dailene Dovale de la Cruz Publicado: 12/04/2021 | 03:17 pm
Mucho se habla de la necesidad de irse al campo o de sembrar desde casa y así obtener los alimentos necesarios. Mucho se dice y empiezan a aparecer canteros en el patio, entre otras inventivas. Otros dan un cambio monumental a sus vidas y cambian el ambiente citadino de Centro Habana por Guanabacoa.
Gabo Pérez, es uno de ellos, recibe la mañana con una taza de café. Solo así consigue empezar el día. Luego revisará su lista de trabajo pendiente y prepara las herramientas de trabajo. Es joven, diseñador y un optimista razonable que va por ahí esparciendo pequeñas maravillas. Ahora mismo se encuentra en su casa en Guanabacoa, apodada como la finca. Allí siembra y crea la Cuba que trae en la cabeza.
Decidió mudarse justo después de la primera cuarentena y se vio afectado el suministro de alimentos del pequeño negocio en que trabajaba “Justo ahí sabía que tenía que hacer algo".
Su casa colinda con un río y está rodeada de árboles de algarrobo, aguacate, mangos, mamoncillo... Dice que los sonidos son muy relajantes, desde los cantos de las aves al agua del río que parece cantar al correr.
Sobre este joven, trata el JR Podcast. Una mirada pequeña hacia la tierra y la belleza que surge cuando se le trata con esmero.