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El apoyo de la juventud en la comunidad resulta vital en el combate a la pandemia Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/01/2021 | 12:01 am
Otra vez las nuevas generaciones están a la orden para reforzar el control a la pandemia en la atención primaria de salud: estudiantes de Ciencias Médicas y jóvenes activistas seleccionados en los centros de trabajo y estudio apoyan al médico y la enfermera de la familia, sobre todo, en las labores de pesquisa activa en la comunidad, uno de los métodos innovadores y eficaces de Cuba contra la COVID-19.
La Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones estudiantiles los convocaron ante la compleja situación epidemiológica que vive el país y su respuesta no se ha hecho esperar. Para asumir esta encomienda cuentan con la experiencia adquirida en otros momentos de lucha contra el dengue y el propio virus SARS-CoV-2 el pasado año.
Ahora ya no solo se trata de la pesquisa activa en busca de febriles y personas con síntomas respiratorios, sino que los jóvenes también asumen —de conjunto con el equipo básico de Salud— la visita a los viajeros que llegan a los territorios, la promoción de salud en cuanto a la percepción de riesgo y las medidas de higiene, así como labores de higienización en las comunidades de riesgo.
La contribución de esta fuerza juvenil también se cuenta en las audiencias sanitarias en la comunidad, en la capacitación de quienes se incorporan a brindar ayuda en los centros de aislamiento y en las zonas rojas, y en los que se dedican a la atención a las personas vulnerables, en especial, las vinculadas con los Sistemas de Atención a la Familia.
Todos los que se suman a estas tareas entregan conocimientos y ejemplo necesario para que la población se cuide. Por eso, en el caso de los estudiantes, otra vez se reajustó el proceso docente educativo, de manera que dediquen la mañana a actividades de su sector como parte del llamado trabajo comunitario integrado, y en las tardes a cuestiones relacionadas con sus estudios.
No fueron pocos los reconocimientos que recibieron cientos de jóvenes meses atrás cuando se dedicaron a mantener la vigilancia y monitorear el estado de salud de muchas áreas, y a brindar promoción de buenas prácticas de seguridad, sobre todo, porque el cumplimiento de cada medida y protocolo establecido garantizó la inexistencia de contagio entre ellos.
