Coronavirus Autor: LAZ Publicado: 06/04/2020 | 11:23 pm
El aislamiento es un esfuerzo para la economía mundial y subjetiva, aplicado con la intención de ganar salud y vida. Cada contagio que se evita es un modo de cortar la progresión de esta epidemia que tanto está costando a la humanidad.
Paradójicamente, este momento tan dramático para el ser humano es una oportunidad para detener el daño consecuente de tantos otros excesos que ponen en riesgo la existencia del planeta y la vida o su disfrute.
Pausa en la urgencia, la precipitación, la carrera cotidiana por cumplir, ganar, ser exitoso, consumir, estar a la moda, etc. Una pausa de esos días con la sensación de que no alcanzó el tiempo, de que se postergó lo que más importa o se disfruta. Estamos invitados a una pausa para la reflexión, la reorientación, el rencuentro con la brújula que indique esas pequeñas cosas que nos hacen sentir y ayudan a vivir. Este es también un descanso añorado por muchos, aunque sea difícil de reconocer.
Es una pausa que nos hará mirar, escuchar y hablarles a quienes nos acompañan en el hogar. Será una oportunidad de redescubrir lo que nos une a ellos. Tal vez es también el momento de preguntarnos cómo quisiéramos vivir el próximo aislamiento, aunque ese sí sea elegido en las mejores condiciones de un planeta palpitante de vida y vigor. Aislamiento para amar, trabajar y crear.