Cuba ha enviado brigadas sanitarias para combatir la COVID-19 en varios países de la región. Foto: PL Autor: PL Publicado: 24/03/2020 | 09:48 pm
El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, propuso que la presidencia del Consejo de Ministros de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), en coordinación con la secretaría general, organice en los próximos días un taller técnico virtual entre especialistas sanitarios de la región para establecer vías de intercambio de información y experiencias en el combate a la pandemia de COVID-19.
«Cuba propone que a este taller se invite a otros países del hemisferio, incluidos Estados Unidos y Canadá, que deseen participar en aras de ampliar la coordinación y el intercambio», afirmó en la Videoconferencia-Primera Reunión Extraordinaria de Ministros de Asuntos Exteriores y Salud de la AEC sobre COVID-19.
El jefe diplomático cubano consideró que, de forma interactiva, estas naciones podrían compartir una guía o cuestionario que ayude a identificar variables y prácticas de esta lucha a partir de otras experiencias. Para ello, ofreció la participación de expertos de su país en la confección de ese instrumento.
«Enfrentamos una crisis que nos supera a todos y cuyas consecuencias serán graves y perdurables», sostuvo el Canciller poco antes de agregar que, sin embargo, la responsabilidad es mayor: «Tendremos que enfrentar también, más adelante, devastadores y perdurables efectos en el ámbito económico y social una vez superada la pandemia. Sabemos que vamos en camino de una profunda recesión o depresión económica internacional y que nuestros países del Sur sufrirán sus consecuencias con severo impacto».
Por ello, afirmó que «el momento reclama apartar las diferencias políticas para concentrarnos en enfrentar la emergencia y sus graves consecuencias en el futuro inmediato. Cada país puede y debe aportar y contribuir con lo que esté a su alcance. La pandemia no respeta fronteras, ni ideologías».
Además, recordó que los reunidos en la AEC son Estados relativamente pequeños, muchos con escasos recursos naturales, que sufren la contracción económica global. «Algunos cargamos con el peso adicional de medidas económicas coercitivas», añadió.
En cambio, comentó que tienen la capacidad de complementarse unos a otros. «Solos, no podemos casi nada; unidos, podríamos soportar mejor el golpe, tener alivio, proteger a nuestros pueblos y encaminar la difícil tarea de la recuperación», convocó.
El Ministro de Relaciones Exteriores aseguró que los pueblos caribeños no deben esperar, y menos confiar, en que países ricos e industrializados vendrán a salvarlos. «Poca ayuda llegará del Norte. La responsabilidad de asumir el reto y de actuar como merecen nuestros ciudadanos, es nuestra», afirmó.
Al referir la experiencia de Cuba, destacó la infraestructura de atención primaria que garantiza el control epidemiológico, el desarrollo científico especializado en el área de las enfermedades transmisibles y la industria farmacéutica de alto nivel. «Se dispone y ejecuta en el país un plan nacional de control y enfrentamiento que prioriza la salud del pueblo y la de los visitantes y extranjeros residentes», refirió.
De igual modo, aseguró que, pese a la situación, Cuba puede, modestamente, prestar cierta ayuda: «Hemos venido encarando con esfuerzo las solicitudes de asistencia médica de varios de los países de la región, incluyendo cinco miembros de la Asociación que nos han solicitado personal de la salud».
El Canciller relató que, tras del éxito en China de un medicamento creado en Cuba, se ha recibido solicitudes que su país atiende de acuerdo con sus posibilidades. En ese sentido, se ha avanzado en un acuerdo con la Organización del Caribe Oriental para brindar un mínimo de Interferón Alfa B.