Los jóvenes se levantan Autor: LAZ Publicado: 16/09/2019 | 07:29 pm
Pedro López tiene 33 años de edad y de lunes a viernes atraviesa más de cuatro kilómetros con su carretón para llevar a sus dos hijos a la escuela. Hace tres años pidió unas tierras en usufructo y se fue a las afueras de la ciudad de Sancti Spíritus para con sus propias manos hacerlas parir buenos frutos.
Aunque quienes lo conocen lo califican como un joven servicial, su actitud para con el resto de los seres humanos, en su mayoría desconocidos, se ha multiplicado, según asegura, desde el amanecer del jueves último. «Desde que el Presidente dijo cómo estaba la cosa, me dije: puedo ayudar porque ahora la local para cogerla es más difícil.
«Nos apretamos y monto hasta ocho personas, tanto cuando llevo a los niños como al regreso. No cobro porque no me dedico a eso. Tengo el carretón para resolver las cosas de mi casa y para moverme con la familia. Si cada quien no aporta desde lo suyo, no salimos adelante. Desde pequeño aprendí que es así como único se puede arrancar lo malo», asegura, mientras rectifica el freno en su yegua Paloma.
«Tití», como le dicen todos a Pedro, confiesa que esa no ha sido la única acción asumida, tras conocer de las medidas de ahorro en la actual situación coyuntural que vive la nación. «A mi mujer le dije: “Vela porque los muchachos no me enciendan luces innecesarias. Cuando salgan a jugar me apagas el televisor y estoy poniendo la turbina para los regadíos fuera de los horarios pico”.
«Pero todavía veo mucha gente indolente por ahí, sobre todo en la carretera. Carros estatales que me pasan por el lado y dejan botados a los que se levantan bien temprano para coger una botella. Esto es de todos; tenemos que pensar así», asegura.
Otro espirituano que se ha mantenido al tanto de todas las informaciones ofrecidas en los últimos días es Carlos Roque, trabajador por cuenta propia con su licencia de zapatero. Desde la ventana de su casa, donde lo mismo cose que pega calzado, sigue cada detalle publicado por Radio Sancti Spíritus.
«Cuba tuvo su etapa de prueba cuando en la década de los 90 vivimos el período especial; hoy es otro el momento, ya que económicamente somos más fuertes. Nuestra historia ha demostrado que tenemos la capacidad de resistir porque somos un pueblo unido y perseverante. La palabra de orden es cooperar», dice, sin dejar de unir mediante un grueso hilo la plantilla de unas sandalias con su suela.
A juicio de este yayabero de cuna desde hace 35 años, aún se precisa concientizar la verdadera realidad de la nación. «Tenemos que incentivar la conciencia de cada ciudadano. La prensa es vital, pero en cada casa los mayores tendrán que contarnos a los más jóvenes cómo se ha hecho en otros momentos.
«La solidaridad, estar informados y el apoyo de unos con otros nos permitirán salir de este bache que vuelve a ponernos el bloqueo para ver si nos tumban, pero que ya hemos demostrado que es por gusto, porque nos levantamos mucho más fuertes», insiste.
Estudiantes en primera fila
Como los espirituanos son muchos los jóvenes que han mostrado su comprensión ante la situación coyuntural que enfrenta el país derivada del recrudecimiento del bloqueo norteamericano. Compromiso, apoyo, responsabilidad social, ahorro… son algunos de los términos que más repiten cuando Juventud Rebelde dialoga con ellos, en sus propios centros de trabajo o estudio y en la comunidad.
Según cuenta Nathalie López, quien cursa el 2do. año en la carrera de Filosofía, en la Universidad de La Habana, en ese centro se han tomado varias medidas, pero en ningún caso la institución docente ha cerrado sus puertas. «Tanto profesores como alumnos somos concientes del papel que desempeñamos, por ello tratamos de concientizar al resto de la población para que también apoye».
Por su parte María del Carmen Valdés, de 4to. año de Medicina, considera que en estos momentos es imprescindible la solidaridad y las ganas de hacer entre todos. «Cada cual debe aportar su granito de arena desde su puesto, ya sea en el hogar o en el centro de trabajo o de estudios».
Mantener el ritmo que llevaba el recién inaugurado curso escolar sigue siendo una máxima. «Las clases se imparten con determinados ajustes en los horarios docentes y en los programas de estudio, y en las aulas estamos ahorrando toda la electricidad que podemos», expresa José Ernesto López, estudiante del Instituto Politécnico de Informática Raúl Cepero Bonilla, de la capital.
Y Lorena Llanes, quien cursa el 4to. año de Sociología, también en la Universidad de La Habana, comenta que estos son días que se deben asumir desde una óptica positiva y tratar de mantener la paciencia ante los largos tiempos de espera. «A pesar de las dificultades las clases se mantienen con la misma calidad. Se han encontrado alternativas, de forma tal que los que tenemos turno por la tarde no lleguemos en horas de la noche a nuestros hogares».
En ese mismo sentido Nathalie Muñoz, estudiante de 12mo. grado en el Colegio Universitario de la emblemática institución docente, explica que allí el horario lectivo termina alrededor de las tres de la tarde, para que los estudiantes no deban unirse al horario pico de salida del resto de los trabajadores.
«Los jóvenes podemos y debemos sumarnos a todas estas alternativas para disminuir las afectaciones de la situación actual», insiste Alejandro Betancourt, estudiante de 4to año. de Medicina, quien también opina que se debe mantener la comunicación para que todas las personas estén informadas, y conozcan claramente las medidas que está tomando el país.
Ganando la batalla
«Hoy más que nunca los jóvenes seguiremos dando una respuesta de apoyo, de fidelidad a la Revolución y a la patria. El Presidente cubano puede estar confiado y contar con nosotros en este y todos los procesos que vengan», aseguró Edelmis del Llano Toribio, quien se desempeña como vicepresidenta de la CPA Isidro Barredo, del municipio cabecera en Pinar del Río.
Para esta joven de 26 años de edad, son muchas las acciones en las que pueden participar las nuevas generaciones. «Desde nuestra cooperativa tomamos medidas para ahorrar energía eléctrica; para ello trataremos de usar menos combustible en el transporte, aprovecharemos más el riego, aglutinaremos a todo el personal para que las tareas sean conjuntas y emplearemos la tracción animal para así contribuir al ahorro del petróleo», sentenció.
María Rosa Moreno Hernández, licenciada en Economía, comentó que «tenemos un Gobierno que nos habla con la verdad y trata por todos los medios de que esta situación nos afecte lo menos posible. Una vez más, el llamado es a pensar como país y ahí es donde nosotros, los jóvenes, tenemos que mostrar nuestro talento y creatividad para encontrar soluciones inteligentes a los problemas».
Creo que es importante admirar la transparencia de las palabras de nuestro Presidente y de los ministros que lo acompañaron en las mesas redondas, expresó Yordan Hernández Hernández, quien trabaja como webmáster en el periódico Guerrillero.
«Todos nos hablaron con la verdad en la mano. Por ello debemos aumentar nuestro sentido de pertenencia, tener un compromiso con cada uno de nosotros y con nuestra nación, hacer lo que corresponda en cada momento y, sobre todo, ser fieles a nuestros principios de solidaridad y patriotismo».
Para mi generación no es nuevo este tipo de situaciones. Pasamos momentos duros, pero al final siempre hay una solución, y es esa la esperanza que tenemos siempre en Cuba, asegura la joven Laritza Rodríguez, 29 años, graduada de Química. «Quisiera que no tuviéramos problemas, o al menos que no nos afectaran tanto los problemas de los demás, o las políticas de los demás países.
«Es difícil, uno sufre todos los días un poquito por el transporte, por el dinero que te piden los boteros, por las colas… son rachas, pero las superaremos», manifiesta la joven, quien añade que si todos unimos voluntades el país saldrá adelante. «Mientras el imperialismo norteamericano busca, inútilmente, la rendición de un pueblo de Patria o Muerte, nosotros seguimos en pie de lucha».
Como apuntaron los jóvenes, ahora es preciso trabajar en las comunidades, barrios y centros de trabajo para contribuir a la disminución del consumo de energía, aportar ideas constructivas y ayudar a construir juntos nuestro país. Son, sin dudas, tareas que asumen con el compromiso y la responsabilidad que los caracteriza.