Un especial sentido que conduzca a lo óptimo

Entre nosotros debe haber inquietud revolucionaria, y nos tiene que molestar cualquier cosa que afecte a la Revolución. Para crecer en verdad como país, para acercarnos a la sociedad que soñamos, debemos poner en todo cuanto hagamos la cultura del detalle, e incorporar un sexto sentido que conduzca a lo óptimo, con un toque de distinción.

Tal reflexión que convida a no conformarnos con la mediocridad, con lo incompleto, con la acción en la cual no estuvo nuestra entrega máxima, fue compartida en la mañana de este viernes por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en sus palabras conclusivas del 31er. Seminario Nacional de Preparación del Curso Escolar 2019-2020, del sistema de escuelas del deporte.

En la Empresa Deportiva «Batos», perteneciente al Grupo Empresarial de la Industria Ligera y que tiene entre sus propósitos producir y comercializar artículos diversos para un movimiento que tantos triunfos ha dado a la Isla, el Jefe de Estado recordó a los participantes en el Seminario la idea de hacer lo grande desde cada acción pequeña y bien hecha, como nos enseñara el Comandante en Jefe Fidel.

Fotos: Estudios Revolución

La descripción del contexto mundial y regional en que Cuba está llamada a vivir y a desarrollarse, estuvo entre las primeras ideas expuestas por el mandatario durante el encuentro que sesionó desde el cuatro de junio y que en el momento de la clausura contó con la presencia de Olga Lidia Tapia Iglesias, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, con Osvaldo Vento Montiller, Presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), y con Susely Morfa González, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

En el 31er. Seminario que tuvo lugar para contribuir a la preparación de los principales cuadros del universo deportivo, así como para continuar la estrategia del ciclo olímpico 2017-2020, y cumplir con los objetivos del curso escolar 2019-2020, Díaz-Canel Bermúdez denunció la intención del gobierno de los Estados Unidos de restablecer su hegemonía en el hemisferio bajo los preceptos de la Doctrina Monroe.

Nosotros, dijo el Presidente, sabemos cuánto representa eso en amenaza, lo que significa el incremento de la retórica injerencista hacia Cuba, y lo que ello implica en la práctica: sanciones que han recrudecido el bloqueo, persecución financiera, limitación del intercambio con el país norteño, en un franco proceso de retroceso en las relaciones con el gobierno estadounidense.

Igualmente el mandatario mencionó un hecho a destacar de esa escalada agresiva del imperio, y es la guerra no convencional con la cual se pretende «someter y derrocar a la Revolución Bolivariana de la hermana República de Venezuela».

«Como todos conocemos, enfatizó Díaz-Canel Bermúdez, la unidad cívico militar, el valor del pueblo bolivariano alrededor de su presidente y de su liderazgo, del Presidente Nicolás Maduro, ha roto todos los intentos que ha tratado, fallidamente, de impulsar el gobierno de los Estados Unidos para derrocar el legado de Chávez».

El imperio, empantanado en tal situación, usa ahora como pretexto ante el mundo, subrayó el Presidente cubano, una supuesta culpabilidad de Cuba. «Dicen que tenemos una presencia militar de más de 20 000 militares en Venezuela, ustedes saben que lo que tenemos en Venezuela son médicos, maestros y representantes del movimiento deportivo cubano, y con eso tratan de justificar (…) esta escalada de agresión; y eso es totalmente, además de la parte injerencista, prepotente y genocida del gobierno norteamericano, una falta de respeto hacia el pueblo bolivariano, porque los que han sostenido esa Revolución, los que han defendido esa Revolución, han sido precisamente los venezolanos que confían en el legado de Chávez».

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros afirmó que «hoy enfrentamos el problema del recrudecimiento del bloqueo, de la persecución financiera, de la contracción de créditos y financiamiento ante las presiones que hacen los Estados Unidos»; sumó a eso otros problemas que nacen de nosotros mismos como manifestaciones de ilegalidad, o concepciones de comodidad, no proactivas ni creativas, que deben ser desterradas de los actuales escenarios.

Todo esto, resaltó, lo asumimos con serenidad, sin miedo. «Aquí esta presión del gobierno de los Estados Unidos no le ha quitado el sueño a nadie; seguimos avanzando en nuestros programas de desarrollo, no renunciamos a nada de lo que está en la política trazada por nuestro Partido, y tenemos la convicción de que vamos a resistir, vamos a seguir avanzando desde ese concepto de resistencia, y además vamos a lograr nuevas victorias para la Revolución, y ese es el espíritu con que creo que tiene que ir nuestra delegación a los Juegos Panamericanos en Lima, Perú».

Se trata, explicó, de una situación que impondrá muchos retos para el nuevo curso escolar, el mismo del cual dependen los resultados de Cuba en las próximas olimpiadas.

Educar, estrategia de primer orden

Al defender un concepto que resultó central en el 31er. Seminario Nacional de Preparación del Curso Escolar 2019-2020, Díaz-Canel Bermúdez habló del trabajo educativo y del trabajo político ideológico como una premisa que toca todos los ámbitos del deporte en el país, porque ante todo tenemos un desafío tremendo: «garantizar la formación integral de nuestros atletas que son jóvenes de la Patria, son jóvenes de la nación; lograr que esos atletas sean verdaderos revolucionarios, verdaderos patriotas».

Para cumplir el propósito, argumentó, hay que trabajar intensamente en la preparación integral de nuestros profesores, entrenadores, y de los cuadros de dirección que formarán parte del curso escolar, justo ahora cuando se produce «la arremetida de Trump y de la administración norteamericana contra el socialismo, para tratar de desacreditar el socialismo, en un momento en que el capitalismo del imperio está buscando la manipulación de sentimientos populares para afianzar los antivalores del imperialismo, en un momento en que pasan cuenta y tratan de confundir y manipular matrices de opinión a partir de supuestos errores que ha cometido el socialismo, o de retrocesos que hemos tenido sobre todo en el continente, en algunos procesos de izquierda».

Se fabrican fetiches y hay posiciones muy conservadoras en un grupo importante de las instituciones del sistema capitalista, reflexionó el Jefe de Estado cubano. «Y mientras eso pasa, nosotros tenemos el desafío entonces, desde el socialismo, de seguir construyendo paradigmas, y de seguir defendiendo esos paradigmas; de enfrentar la banalidad, de enfrentar la ignorancia, de enfrentar la vulgaridad, porque todos esos son elementos que tratan ellos de cultivar, fruto de las prácticas colonizadoras que están aplicando a través de la industria del entretenimiento y de la seducción capitalista (…) de todos los mensajes que hay en las redes sociales hacia los jóvenes fundamentalmente, y eso responde a la política que siempre ha tenido el imperio».

Díaz-Canel no pasó por alto otros desafíos ideológicos como la distancia histórica que ya existe entre las nuevas generaciones y la experiencia del capitalismo en Cuba, ese sobre el cual debemos contar a nuestros jóvenes a través de historias de vida, para que sepan qué fueron los desalojos, la explotación entre los seres humanos, los crímenes.

Ese acercamiento a la historia, como meditó el mandatario, debe darse de forma que motive. Y se hace muy necesario, añadió, «analizar cómo penetró el capital norteamericano en Cuba, porque ahora nos están demandando propiedades, ahora nos están criticando la manera en que nosotros hicimos, en que la Revolución llevó a cabo las nacionalizaciones. Las nacionalizaciones se hicieron incluso por leyes no socialistas, las leyes con las que se aplicaron las nacionalizaciones en los primeros años de la Revolución no eran las leyes de la Revolución, eran leyes que estaban en el gobierno que había derrocado la Revolución, y estas nacionalizaciones se hicieron de acuerdo con lo que está en la Carta de Naciones Unidas y con lo que contempla el derecho internacional.

«Siempre se habló de hacer nacionalizaciones pagando a las entidades que se afectaron; lo que pasa es que Estados Unidos, unilateralmente, que es la parte que no dicen, se fue de esa negociación, pero si buscamos cómo penetró el capital norteamericano a Cuba (…) veremos cuál es el origen de las propiedades que supuestamente nosotros les nacionalizamos a esos norteamericanos. Esas propiedades eran ante todo propiedades de Cuba, y ellos se apoderaron de eso, por lo tanto es ilegítima en casi todos los casos la propiedad que ellos están reclamando, y tiene que ver con trucos que hicieron, con la manera perversa con que confundieron, engañaron y se apoderaron de tierras, de industrias y de recursos naturales cubanos».

El Presidente resaltó la importancia de conversar con nuestros jóvenes sobre qué es la Ley Hemls Burton, sobre su contenido y génesis, «para que entiendan toda la expresión de colonización, de intervención directa que hay en esas ideas del gobierno norteamericano, para que entiendan lo que significaría que nos despojaran de nuestras instituciones y de nuestras conquistas, a dónde irían el deporte, la educación y la salud de Cuba si se hiciera aplicable la Ley Hemls Burton».

Trabajando con intencionalidad y rigor, argumentando, haremos comprender a nuestros jóvenes deportistas, dijo el mandatario, «que el futuro del país es el socialismo, es lo que necesitamos, es lo que nos conviene, pero también la construcción del socialismo es algo totalmente retador, porque se basa en sacrificios, se basa en colectivismo, se basa en la defensa de todos y para todos y no de uno para sí mismo, por lo tanto romper ese individualismo que está presente como condición humana (…) desarrollar esos otros valores, cuesta mucho trabajo y tiene que ser parte de una labor formativa».

No olvidemos la memoria histórica de nuestra nación, nuestra historia; y de ella, la historia del deporte cubano, porque creo que suman muchos símbolos, muchas páginas dignas de valor, enaltecedoras, dijo Díaz-Canel Bermúdez, quien pidió tener siempre presente que «lo que compromete al ser humano es participar».

Foto: Estudios Revolución

Borrar las malas señales

El Jefe de Estado disertó sobre el estilo de trabajo que está haciendo falta. Y aunque habló de entrenadores, de los directores, de los decanos, de los profesores, de los cuadros que participan en el curso deportivo, el tema puede aplicarse al país todo.

Díaz-Canel, entre las malas señales que nos hacen más difícil la vida, habló de no romper inercias, de indolencias, de trabas, burocracia, falta de sensibilidad y falta de inquietud revolucionaria en quienes dirigen.

A veces, alertó, un deportista tiene problemas, un equipo tiene alguna opinión, y no hay quien ofrezca una respuesta. «Demoramos la respuesta, o no atendemos, y enseguida vamos con los epítetos: “este es malcriado, este es protestón”». Preocupémonos primero, exhortó, por las causas de la preocupación, y vamos a discutir, vamos a analizar, a ver qué desarrollo nace de esa preocupación, de ese reto.

Lo otro, expresó, es la necesidad de vincularse con la base, y evitar la chapucería en todo lo que hacemos, así como rendir cuenta a todos los niveles de dirección.

Los dirigentes, enfatizó el mandatario dentro del tema del estilo de trabajo, deben tener sensibilidad por los problemas de la población, no se pueden molestar cuando la población los critique. «Vamos a ver en esos criterios qué hay de verdad, en qué nos equivocamos, qué hay que superar».

De tres herramientas para el trabajo en el caso de los dirigentes habló Díaz-Canel Bermúdez: de la comunicación social —que no es solo la relación con la prensa, no es solo la actividad divulgativa sino el ejercicio de saber comunicarnos, de saber argumentar, de saber debatir, de saber exponer todos nuestros problemas, todos nuestros procesos—; de la informatización; y de la investigación científica para resolver cualquier problema.

Hay que continuar con la reanimación de nuestras instalaciones deportivas, dijo el Presidente, porque no es lo mismo entrenar en un buen estadio, en un lugar con orden, que en un escenario abandonado. Hay muchos problemas acumulados y todos no encontrarán solución de inmediato. De lo que se trata, resaltó, es de arrancarle un pedacito todos los días a cada problema, y de saber trabajar con esa concepción.

Momentos antes de compartir sus reflexiones en las conclusiones de un Seminario que calificó de abarcador, el mandatario hizo un recorrido por naves de la Empresa Deportiva «Batos», la cual cuenta con unos 700 trabajadores y de la que nacen, entre otros artículos, guantes, pelotas, bates, balones y vestuario para competencias.

«Vamos a seguir haciendo cosas», declaró Díaz-Canel sobre una empresa que el pasado año alcanzó producciones cuyas cifras no se tenían desde los momentos anteriores a los momentos duros del período especial.

Sobre la industria deportiva cubana, el Jefe de Estado comentó ante los participantes en el XXXI Seminario: «hoy uno ve, con mucha satisfacción, que se va reanimando, y va regresando a los mejores momentos que tuvo (…) y estamos convencidos de que con el tesón con que están trabajando, con el compromiso y la iniciativa con que están trabajando, esa va a ser la industria deportiva que realmente necesita el país, y marcará hitos, también nuevos, en el desarrollo industrial, apoyando a la actividad deportiva en Cuba».

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