La contralora general de la República de Cuba, Gladys Bejerano Portela, anunció que hoy comienza la 13ra. comprobación nacional al control interno que se extenderá hasta el 12 de diciembre próximo, y tendrá como principal objetivo contribuir al uso racional de los recursos del Estado, al tiempo en que contribuirá a la consolidación de la eficiencia y al ejercicio de buenas prácticas.
Antes de que se dieran a conocer los pormenores de la comprobación, la también Vicepresidenta del Consejo de Estado envió un reconocimiento especial a los jóvenes por apoyar la Resolución que Cuba presentó a la Asamblea General de las Naciones Unidas para poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero mantenido por Estados Unidos durante más de medio siglo contra la Isla.
Significó el papel de los mil estudiantes universitarios y los profesores que participarán, junto a cerca de 2 400 auditores, en las diferentes comprobaciones, y aclaró que este ejercicio es provechoso tanto para los especialistas como para los educandos, puesto que unos aprenden de los otros.
En otro momento, la vicecontralora Alina Vicente Gaínza explicó que en los 30 días hábiles de trabajo en el terreno se revisarán las operaciones realizadas entre enero y septiembre de 2018, y en los temas que se requiera se podrán contemplar períodos anteriores o posteriores.
Entre los objetivos priorizados de esta comprobación figuran el cumplimiento de las normativas para el sistema empresarial estatal cubano, y el control y uso de los inventarios; mientras que los programas complementarios atenderán asuntos inherentes a la contratación, los pagos a trabajadores por cuenta propia, las cuentas por pagar y por cobrar, así como el control del combustible.
Por la incidencia que tiene para la economía del país, el tema de los inventarios es la tercera vez que se contempla en los programas de la comprobación nacional al control interno. Por esa razón el 42 por ciento de los centros auditados en ediciones anteriores volverán a someterse a revisiones rigurosas.
Según la Contralora General de la República, este tema es de alta sensibilidad, porque son numerosas las pérdidas por la permanencia de mercancías e insumos de lento movimiento u ociosas en almacenes de entidades y anaqueles de ventas minoristas.
Ese flagelo de la economía también se presta para el descontrol, advirtió, y es tan dañino como el robo. Por lo que insistió en la búsqueda no solo de las cifras ociosas o de lento movimiento, sino también de las causas que propician los excesos de inventarios.