Nueva Gerona, Isla de la Juventud.— Por fin en los intrincados parajes donde habitan los pineros Emérito Pantoja, Nilo Piñeiro y Santiago Yorky se hizo la luz, beneficio que agradecen a la Revolución.
Donde las sombras en las noches antes eran perfiladas por claridades rojizas proyectadas por quinqués o «chismosas», ahora son más intensas debido a la luminiscencia de las lámparas led de nueve Watts (W), parte importante del módulo para la electrificación.
Los módulos instalados constan de un panel fotovoltaico de 250 W, un inversor con dos baterías (acumuladores de energía) y cinco bombillas con tecnología de diodo emisor de luz (LED, por sus siglas en inglés) informó Ramón Duvergel, director de la unidad empresarial de base de Fuentes Renovables de Energía y Grupos Electrógenos de Emergencia.
Este beneficio conecta a Emérito, Nilo y Santiago con la realidad del territorio, del resto del país y del mundo, al tener la posibilidad ahora de utilizar los equipos de radio y televisión (si es moderno), al tiempo que refrescan el calor y espantan las plagas con un ventilador, cuya potencia no exceda los 55 W.
Los tres hombres propietarios de sus moradas, condición indispensable para que la organización básica eléctrica del municipio especial ofrezca el servicio, forman parte de los más de 31 000 clientes residenciales de esa entidad, que cuenta actualmente con el ciento por ciento de la electrificación del territorio.
Marzo, además de ser el mes que marca el inicio de la primavera y está dedicado a la poesía, también será para estos tres campesinos solitarios el inicio de una nueva etapa en sus vidas, iluminadas por fuentes renovables de energía, cuyo aporte durante una década de generación es de 25 462,2 MW/h con una sustitución de 6 620 toneladas de fuel oil, lo cual evita la emisión de grandes volúmenes de dióxido de carbono a la atmósfera.