Raúl fue el primer comandante que salió a abrir un frente guerrillero fuera de la Sierra Maestra. Autor: Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estad Publicado: 10/03/2018 | 06:54 pm
Hoy, 11 de marzo, se cumplen 60 años de la creación del Segundo Frente Oriental Frank País. Quiso la historia de Cuba que coincidiera con otro trascendental acontecimiento para la Patria: la celebración de las elecciones generales para elegir a los delegados a las asambleas provinciales y diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Después de un año y tres meses de campaña en la Sierra Maestra, el Comandante en Jefe del Ejército Rebelde, Fidel Castro Ruz, decidió expandir la lucha contra las fuerzas de la tiranía batistiana hacia otras regiones de la entonces provincia de Oriente e iniciar una nueva fase de la guerra revolucionaria. El 23 de febrero de 1958, Fidel le informó al entonces capitán Raúl Castro Ruz, su decisión de darle el mando de una nueva columna y le indicó escoger un grupo de unos 50 combatientes armados de la Columna No. 1 José Martí para formar la nueva unidad rebelde.
Cuatro días después, mediante orden escrita, Fidel dispuso la creación de dos nuevas columnas y ascendió a los jefes designados. A la No. 6, bajo el mando del Comandante Raúl Castro Ruz, se le asignó la misión de operar en el territorio montañoso situado al norte de la provincia de Oriente, desde el municipio de Mayarí al de Baracoa, y la No. 3, a las órdenes del Comandante Juan Almeida Bosque, operaría en las inmediaciones de Santiago de Cuba.
El 1ro. de marzo de 1958 Fidel sostuvo una reunión final con Raúl, Almeida y los oficiales de sus respectivas columnas en el campamento del Comandante Ernesto Che Guevara en Pata de la Mesa. Todos juntos marcharon ese día para cumplir las misiones asignadas. La Columna No. 6 partió con 67 hombres, distribuidos entre una escuadra de la Comandancia y cuatro pelotones, capitaneados por Félix Pena, Reinerio Jiménez, Ciro Frías y Efigenio Ameijeiras, quien además fungía como segundo jefe de esta columna. Durante el trayecto se incorporaron otros 11 combatientes, para sumar los 78 del núcleo inicial.
Ante aquella separación de dos hermanos, quienes habían estado juntos en las luchas estudiantiles, en el Moncada, en la cárcel de la Isla de Pinos, en el exilio en México, en el Granma y en la Sierra Maestra, Raúl escribió en sus apuntes personales:
«Lo más duro para mí era separarme de Fidel y de Almeida y ver que se alejaban y que quizás no los volviera a ver. Para Fidel fue tan difícil, que durante todo el trayecto no hizo otra cosa que tratar de restarle importancia al asunto, pero no podía disimular su estado de ánimo. A la hora señalada me dio un fuerte abrazo. Cuando proseguí al norte, luego de separarme de Almeida, unos días después que lo hice de Fidel, aunque íbamos en grupo, mi único compañero era el recuerdo de seis años de lucha juntos».
La marcha de la Columna No. 6 se realizó en tres etapas: una primera —a pie— desde Pata de la Mesa hasta San Lorenzo en la Sierra Maestra (71,2 km); otra segunda —motorizada— que comprendió el cruce por la carretera central y el llano, hasta Jimbambay (90,7 km); y una tercera —nuevamente a pie— hasta Piloto del Medio (21,1 km), donde quedó oficialmente constituido el Segundo Frente Oriental Frank País, el 11 de marzo de 1958.
Ese día el Comandante Raúl Castro Ruz, al cumplir la primera fase de la misión encomendada y consciente de los desafíos que enfrentaría en lo adelante, expresó: «Sabemos que empezar un Segundo Frente es cosa difícil, máxime cuando aquí no tenemos un Fidel. Pero guiándonos la fe de este que nunca se da por vencido y el espíritu de Frank, estamos seguros que podremos hacer las cosas bien».
Y así se cumplió. Participaron en más de 248 acciones bélicas; aniquilaron, rindieron o tomaron 35 cuarteles o guarniciones enemigas; construyeron y operaron más de 400 escuelas; instalaron no menos de 20 hospitales; entre otras destacadas acciones combativas y organizativas. Se llegaron a dominar 12 000 kilómetros cuadrados en territorios pertenecientes a las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo.
Surgieron las columnas No. 6 Juan Manuel Ameijeiras, la No. 19 José Tey, la No. 17 Abel Santamaría, la No. 18 Antonio Ñico López, la No. 20 Gustavo Fraga, y más tarde la No. 16 Enrique Hart, bajo la dirección de destacados comandantes y capitanes. En la medida en que el Segundo Frente Oriental se consolidaba en un territorio estable, se fue perfilando su organización estatal.
Se oficializaron siete departamentos, el de Guerra, compuesto por las fuerzas terrestres y la Fuerza Aérea Rebelde, los de Justicia, Sanidad, Educación, Finanzas, Construcciones, y Comunicaciones y Propaganda. El perfeccionamiento de la organización civil del territorio y la vinculación que lograron sus combatientes con la población, permitieron la realización del Congreso Campesino en Armas, el 21 de septiembre, y el Congreso Obrero en Armas, el 8 de diciembre de 1958.
En el desarrollo del Segundo Frente Oriental tuvieron también una meritoria participación las mujeres. Entre ellas se destacaron Vilma Espín Guillois y Asela de los Santos, quienes por su valentía y capacidad organizativa asumieron importantes responsabilidades. Vilma llegó a desempeñarse como Coordinadora Provincial del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, ante la muerte de Frank País, por lo que tuvo que viajar en varias ocasiones a los territorios guerrilleros para participar en misiones decisivas, entre ellas las reuniones efectuadas en los primeros meses de 1958.
Surgió así, en medio del combate, el amor eterno entre Vilma y Raúl. A la entrada de la antigua Comandancia Central, en el Complejo Histórico del Segundo Frente Oriental Frank País, se puede leer: «Aquí conversaron, tejieron sueños para el futuro, alimentaron sus convicciones de una Patria libre y sintieron crecer el amor».
Los méritos alcanzados por los combatientes rebeldes se sumaron a la historia de la región del Segundo Frente Oriental. Cada cueva del monte, cada árbol del bosque, cada quebrada, cada poblado del territorio, recuerda alzamientos, operaciones militares y desembarcos de expediciones en sus costas desde los aborígenes, en las tres gestas independentistas y durante las intervenciones norteamericanas en la primera mitad del siglo XX. De ahí que sea uno de los lugares de más constantes luchas populares armadas de Nuestra América.
Hace diez años en el acto por el Aniversario 50 del Segundo Frente Oriental Frank País, uno de sus fundadores y quien dirigió el Departamento de Sanidad Militar, José Ramón Machado Ventura, durante el discurso pronunciado resaltó el papel jugado por el General de Ejército y la visión que tenía el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana:
«El jefe del nuevo frente guerrillero, el recién ascendido Comandante Raúl Castro Ruz, era ya, como hasta hoy, un firme convencido de que el revolucionario dirige en primer lugar con el ejemplo y de que la inercia y la inactividad son los peores enemigos de una Revolución verdadera.
«El superior desarrollo económico, social y político del nuevo territorio permitió que las ideas acerca de la conducción de la guerra revolucionaria, ya materializadas en las montañas de la Sierra Maestra, encontraran terreno fértil y pudieran llevarse a la práctica con elevada eficacia, gracias a la conducción certera y creadora de su jefe.
«El compañero Fidel, en la entrevista que Tomás Borge reseñó en el libro Un grano de maíz, lo resume así:
«El primer comandante que sale a abrir un frente fuera de la Sierra Maestra es Raúl, y demostró notables capacidades de jefe y de organizador, un gran sentido de la responsabilidad, mucha firmeza revolucionaria. Realiza un gran trabajo político dentro de los campesinos, desarrolla una influencia muy positiva en todos los cuadros y todos los jefes.
«Es una opinión que sé compartimos todos sus compañeros de lucha, aunque ninguno lo diga en público porque sabe que el aludido responderá seguramente con una reprimenda.
«Pero contraeríamos una imperdonable deuda con la verdad y deformaríamos además la historia, si al menos no mencionamos, en este aniversario 50 del Segundo Frente Oriental Frank País, el decisivo papel desempeñado por su jefe, el compañero Raúl Castro».
Han transcurrido 60 años de aquella epopeya. Calificado por el Comandante en Jefe como un «modelo de organización y eficiencia que jugó un papel de extraordinaria importancia estratégica en la guerra», el Segundo Frente Oriental constituye una guía para las presentes y futuras generaciones.
Ante los retos y desafíos para la Cuba socialista de hoy y del mañana, el pueblo cubano continuará defendiendo sus ideales revolucionarios por los que cayeron sus mejores hijos. Razones suficientes para que este 11 de marzo demuestre una vez más ante el mundo la verdadera participación democrática, con la fe de Fidel, el espíritu de Frank y el ejemplo de Raúl.