ARTEMISA.— La Universidad de Artemisa —con una matrícula de 2 787 estudiantes— celebra su 5to. aniversario (13 de noviembre), tras la experiencia de integrar en una misma institución, especialidades pedagógicas, humanistas, económicas, agronómicas y de Cultura Física, y graduar a más de 2 900 universitarios en solo cinco años de existencia.
Intercambios, reconocimientos, talleres e interacción social antecedieron los festejos del Centro, comprometido con el futuro de la provincia al aportar gran parte de los profesionales demandados, y preparar a otros en 481 diplomados, 23 entrenamientos y 5 633 cursos de interés provincial, acotó el ingeniero Doctor Carlos Eduardo Suárez Ponciano, rector de la institución.
Además de graduar a 534 directivos en las diez ediciones de los diplomados de Superación para Cuadros de la Administración Pública y de Dirección y Gestión Empresarial con, la Universidad ha convocado en dos ocasiones a la Maestría en Didáctica y Agroecología, y sostiene 17 convenios de colaboración Internacional y otras tareas de impacto social, señaló Suárez Ponciano.
Por ser la Universidad el sueño de muchos, donde como dijera el cantor, «…el futuro existe y acaba de empezar», durante la gala política-cultural por la fecha, se reconocieron a entidades y organismos que han aportado en los cinco años a concretar muchos anhelos, y recibieron igual la gratitud de quienes confían en el claustro docente y la comunidad universitaria.
En el homenaje —a teatro repleto y que presidió José Antonio Valeriano Fariñas, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Artemisa, junto a otros invitados— una representación de los fundadores se les entregó el Sello Quinto Aniversario, más el Doctor Omar Pérez Jacinto y José Alberto López, recibieron la distinción de Profesores de Excelencia, de manos José Ramón Saborido, Ministro de Educación Superior.
Rodolfo Alarcón Ortiz, quien fungía como ministro al constituir esta Casa de Altos Estudios participó en la celebración, en la cual Suárez Ponciano aseveró algunos de los retos de la más joven Universidad cubana: formar integralmente a los profesionales del territorio, diversificar los Doctorados, relacionar más la actividad científica a problemas locales y seguir fieles al legado de Fidel, a quien dedicaron este lustro.