CIEGO DE ÁVILA.— Santiago de Cuba, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus son hoy las provincias más afectadas por la sequía, cuyos efectos en las últimas semanas se generalizaron con mayor fuerza sobre la población y la economía de las regiones comprendidas desde Villa Clara hasta Guantánamo.
José Antonio Hernández Santos, director de Uso Racional del Agua en el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, explicó que en estos momentos se desarrollan acciones inmediatas y otras de carácter preventivo, ante la tendencia a disminuir las lluvias y el aumento de las tasas de evaporación.
«Uno de los problemas más grandes que tenemos es el déficit en el acumulado de lluvias, que va para tres años —indicó el directivo—. Eso nos hace estimar que, con precipitaciones aceptables, el país demoraría dos años en recuperarse de la actual sequía hidrológica».
Por esa razón, añadió, es importante reforzar las medidas en el control del agua, buscar las tecnologías más eficientes, evaluar en primer lugar la disposición de ese recurso y los modos de hacerlo sustentable cuando se realice alguna inversión, sobre todo en sectores como la agricultura y la industria azucarera.
Hernández apuntó que esta situación tiene que conducir a una mayor integración de los organismos y centros, sobre todo en la producción de alimentos, a partir de que solo el siete por ciento de las áreas cultivables de Cuba posee sistemas eficientes de riego.
En el caso de Ciego de Ávila, especialistas de los institutos de Planificación Física y Recursos Hidráulicos, junto con los del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, concluyeron un estudio, el cual arrojó que entre un cuatro y un siete por ciento de la provincia se encuentra en condiciones de sequedad extrema y severa. De esa área, el municipio más afectado es Florencia, pues la casi totalidad de su territorio se encuentra en sequía extrema.