Muchas investigaciones científicas han demostrado que la acción de caminar en cualquier escenario ayuda a mantener un peso adecuado, mejora la coordinación, fortalece al cuerpo y aporta energía. Ahora bien, cuando se hace en lugares ruidosos, con mucho tráfico y estrés, quizá puedan alcanzarse los mismos beneficios desde el punto de vista físico, pero se desaprovecha la oportunidad de inyectarle salud a la mente.
En la Universidad Jesús Montané Oropesa, de la Isla de la Juventud, se les ha prestado atención a estos asuntos y, particularmente, lo ha hecho el Doctor en Ciencias Douglas Crispín Castellanos, de la Facultad de Cultura Física, quien presentó una propuesta para el desarrollo de caminatas ecoturísticas como una estrategia sostenible.
«La finalidad del proyecto es aportar al desarrollo biológico, social y sicológico del hombre, y contribuir a la conservación del medio ambiente, el desarrollo sociocultural y la recaudación de finanzas».
Estas caminatas ecoturísticas, con carácter sostenible, para el uso del turismo nacional, local e internacional contemplan invertir las posibles ganancias financieras que reporten en la conservación y mantenimiento de los ecosistemas por donde se transite, en aras de lograr un desarrollo sostenible, comentó el estudioso.
Las zonas escogidas se ubican en la parte sur del territorio: Punta del Este, que exhibe el más grande y conservado uveral de la Isla y el país; Laguna Alvariño, la más importante de tipo interior en la región pinera; y el poblado de Cocodrilo, que muestra los mejores bosques de esta área.
Refiere Crispín Castellanos que «los usuarios podrán observar los principales atractivos, tanto de flora como de fauna, sin olvidar la presencia del hombre».
Con el desarrollo de las referidas caminatas se prevén beneficios, desde el punto vista socioeconómico y cultural, para las comunidades enclavadas dentro o en la periferia de las áreas: mejoras en los servicios, viales, comercio local y de pequeños artesanos, productores de alimentos… Asimismo los pobladores de esas comunidades pueden emplearse como guías, cuidadores de animales, custodios de las áreas turísticas, en el mantenimiento de los senderos y otros tareas que pueda generar esta industria, explicó.
De igual modo, todos los involucrados en esta actividad (turistas, personal de servicio y pobladores) se convierten en difusores y comunicadores de manifestaciones culturales. Desde el punto de vista económico las caminatas propuestas pueden generar altos ingresos a un bajo costo, pues se trata de una modalidad con altos precios en todo el mundo.
Datos oficiales del turismo en Cuba refieren que el origen del ecoturismo o turismo ecológico como concepto se remonta a la década de 1980, cuando el mundo lo reconoció como una alternativa viable de desarrollo sostenible y, en especial, para minimizar los efectos del cambio climático.
Pinceladas en marcha
Estudios científicos sobre el intercambio directo con la naturaleza aseguran que las personas asiduas a este tipo de actividad aumentan la creatividad. Nuevas sensaciones abren paso a las ideas desprovistas del estrés diario y las preocupaciones habituales.
Una caminata en entornos naturales dotados de bellezas en su flora y fauna incrementa la capacidad de concentración a partir del proceso de observación que, además, eleva la capacidad para retener información y reducir la pérdida de memoria.
Desde el punto de vista físico, los investigadores reconocen la posibilidad de quemar entre 400 y 700 calorías por hora, y en el ámbito espiritual mejora la autoestima y el buen humor.