Evo comentó que, para él, Cuba ha sido una fuente de inspiración en la lucha por la liberación de los pueblos. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 06:32 pm
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, se declaró «sorprendido» al recibir este viernes en el Palacio de la Revolución, a nombre de su pueblo, la Orden José Martí de manos del presidente de los consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Raúl Castro Ruz.
Tras protagonizar las conversaciones oficiales y presidir el acto de firma de un convenio marco para fortalecer la colaboración bilateral, Evo y Raúl encabezaron una ceremonia cálida en la que todos los cubanos apreciamos se condecoraba a un amigo, sin embargo —o precisamente por ser auténtico acreedor de la Orden—, el presidente boliviano persistió en su modestia.
«Muchas gracias, hermano presidente, por esta máxima condecoración», dijo emocionado antes de reiterar su perenne admiración por toda la solidaridad del pueblo cubano. «Gracias a la Revolución estamos donde estamos algunos países de gobiernos antimperialistas», consideró el homenajeado.
Evo comentó que, para él, Cuba ha sido una fuente de inspiración en la lucha por la liberación de los pueblos. «Es ejemplo de unidad en la lucha antimperialista. Cuba, para mí, es modelo de país socialista» señaló antes de agregar que el patrimonio del pueblo cubano, y no solo paralos cubanos, es salud y educación, en lo que sorprende la colaboración que brindamos al mundo.
Fiel a su trayectoria, Evo recalcó su respeto a Fidel y dijo que en la actual generación de revolucionarios «somos los hijos y los nietos» de Fidel, quien en su opinión les dejó «una gran luz». Por ello manifestó su respeto, cariño y admiración a Fidel, Raúl y a todo el pueblo cubano.
El gran amigo boliviano recordó la importancia que para su formación tuvo su contacto con Cuba y destacó en particular las conferencias antimperialistas que la Isla acogió en los años ’90 del pasado siglo, donde asistieron importantes dirigentes sindicales, representantes de movimientos sociales y líderes políticos. «Nunca pensé estar acá condecorado», insistía Evo, quien comentó, para hablar de la derrota de quienes quisieron aislar a Cuba, que «es un lujo tener un sello del pueblo cubano» en el pasaporte.
El líder indígena rindió homenaje al proceso de integración que soñó «nuestro hermano Fidel» y, como parte de él, destacó la gran obra llevada a cabo por dirigentes como Inacio Lula da Silva, Néstor Kirchner, Hugo Chávez… en América latina.
Ahora que la derecha latinoamericana busca en la trampa lo que no ganó en las urnas, Evo reiteró en La Habana, con una medalla martiana en su pecho, el plan de trabajo de los revolucionarios: mientras exista el capitalismo, la seguirá la lucha hasta la definitiva liberación.