La congelación es un procedimiento vital en la conservación de la leche materna. Autor: Cortesía del autor Publicado: 21/09/2017 | 06:32 pm
No todas las madres pueden amamantar a sus hijos. Algunas, por los cuidados que requieren, no pueden ofrecerles el contacto directo de su pecho o se contraindica la lactancia en caso de que exista la condición materna de seropositiva de VIH.
Otras dan a luz bebés antes del término y con muy bajo peso, que no se podrían recuperar si se someten al esfuerzo de succionar el pezón.
Puede también que el bebé tenga una malformación congénita que requiera cirugía, y para ello su pronta evolución favorable necesite incrementos superiores de peso…
En cualesquiera de estos casos, el recién nacido requerirá la leche materna como alimento óptimo y fuente de factores inmunológicos, influyente en su desarrollo sensorial, cognitivo y emocional. Sin embargo, ¿cómo suministrársela?
Por fortuna existen unidades que se nombran bancos de leche humana, cuyo objetivo es fomentar la lactancia y apoyar el amamantamiento directo al pecho, así como captar madres que se conviertan en donantes voluntarias de leche humana, solo si se encuentra lactando a su hijo o hija.
La doctora Ana Lilia Triana Abad, especialista en Neonatología del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública, comenta que en Pinar del Río, La Habana, Camagüey, Guantánamo, Holguín, Las Tunas, Santiago de Cuba y Granma existen estos bancos, a partir de la colaboración entre el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Agencia Brasileña de Coo¬pe¬ración y el Programa Iberoamericano de Bancos de Leche Humana con el Gobierno cu¬bano y el Ministerio de Salud Pública. Al cierre del primer trimestre de 2016, 1 169 madres en el país han sido donantes y se han recolectado 349,6 litros de leche materna, con lo que se han beneficiado 396 bebés.
Precisa Triana Abad que además del principio de voluntariedad, existen otras condicionantes de selección de la madre donadora.
«La donante puede proporcionarle a otro bebé el beneficio del que disfruta el suyo, teniendo en cuenta que la extracción inducirá su mayor producción de leche. Debe mantener estilos de vida saludables, se valora como no aceptables el hábito de fumar y el consumo de otros tóxicos, y se necesita también descartar en los exámenes requeridos padecimientos relacionados con enfermedades transmisibles crónicas y agudas».
Especifica la especialista que la mujer que cumpla con los requisitos antes mencionados y resida en una de las provincias que ya cuentan con banco de leche humana, puede acudir a su consultorio del médico de familia o directamente al banco de leche de su territorio, para recibir orientaciones sobre la extracción y conservación.
Triana Abad detalla que en estas instalaciones, a las que se sumarán próximamente las de Sancti Spíritus y Cienfuegos, la leche materna se colecta, procesa y almacena hasta su distribución final bajo el cumplimiento estricto de normas específicas higiénico-epidemiológicas y de bioseguridad, que incluyen congelación y pasteurización Hol¬der, así como la realización de controles microbiológicos y toxicológicos que garantizan su inocuidad al receptor o receptora.
La congelación es un procedimiento vital en la conservación de la leche materna, precisa la también máster en Atención integral al niño, no solo para su preservación hasta el momento de la pasteurización, sino también en el traslado desde el punto de extracción hasta el banco, en caso de que la donante efectúe la extracción en su casa. «De ser así, se sugiere su almacenamiento en el congelador, en el frasco entregado por el personal del banco o del punto de extracción, hacia donde debe dirigirse luego, en un término prudente entre cinco y 14 días».
Triana Abad insiste en que siempre deben respetarse las indicaciones del personal capacitado que orienta la extracción y los principios de almacenamiento, entre ellos se encuentran el uso del frasco entregado, su limpieza y aislamiento dentro del congelador del resto de los alimentos, sobre todo de los cárnicos.
«En los primeros seis meses de vida del recién nacido se recomienda la leche materna como alimento exclusivo, y luego continuar hasta los dos años, aunque se inicie la alimentación complementaria a partir del segundo semestre de vida.
«Por ello, Cuba despliega esfuerzos para garantizar las condiciones indispensables para la existencia de los bancos».
Lo que necesitamos es que las donantes de vida, más que de leche materna, sigan incrementándose en el país, subraya la especialista. «Cada año ocurre un número no despreciable de nacimientos prematuros y niños con peso inferior a 1 500 gramos, por lo que se requerirá cada vez más de la ayuda de madres comprometidas con la óptima nutrición de su bebé y con la noble actitud de voluntariedad en la nutrición de otros que lo necesiten».