Dejemos el pasado, miremos al futuro, mirémoslo juntos, un futuro de esperanza. Autor: ACN Publicado: 21/09/2017 | 06:29 pm
En su segundo y último día de visita oficial a Cuba, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pronunció un discurso dirigido al pueblo cubano desde el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, escenario al que asistió el mandatario anfitrión, Raúl Castro Ruz.
Al inicio de su alocución, condenó los ataques terroristas en Bruselas. Además, agradeció a los cubanos la calidez demostrada a él y a su familia. El presidente citó versos martianos al decir que cultiva una rosa blanca y destacó que con ellos el gran cubano hizo una ofrenda de amistad a sus amigos y enemigos.
Obama trasmitió a los cubanos un saludo de paz del pueblo norteamericano.
Para llegar aquí, dijo, tuvimos que recorrer una gran distancia. Enunció el constante conflicto entre Estados Unidos y Cuba y sostuvo que vino para dejar atrás los últimos vestigios de la guerra fría en las Américas y a tender la mano de la amistad al pueblo cubano.
Obama llamó a reconocer los puntos en común que compartimos. Hemos sido como dos hermanos separados. Como Estados Unidos, Cuba fue construida por esclavos traídos de África, tiene herencia de esclavos y de esclavistas. En ambos países dimos la bienvenida a inmigrantes.
El visitante recordó que José Martí escribió en Nueva York y Ernest Hemingway en La Habana y acotó que ambos pueblos comparten la pasión por la pelota.
En esta parte, el presidente enunció pasajes de hermandad deportiva y afirmó que, pese a otras diferencias, nuestros pueblos siguieron compartiendo estas pasiones, en Miami y en La Habana. «A pesar de tantas diferencias, nuestros pueblos tienen los mismos valores de patriotismo y orgullo, de amor a la familia, pasión por sus niños e iguales compromisos con la educación.
Obama consideró que se trata de una gran historia de amistad y de familia, a pesar de las diferencias de los gobiernos. Citó las diferencias de modelos políticos entre La Habana y Washington pero comentó que, a pesar de ellas, el 17 de diciembre del 2014 él y Raúl Castro anunciaron que comenzarían el proceso de normalización de las relaciones bilaterales, para lo cual las dos partes acordaron medidas como la apertura de embajadas, iniciativas de colaboración en salud, agricultura, educación, restauración de vuelos directos y del correo postal y ampliar la capacidad para que más estadounidenses viajen a Cuba.
¿Por qué ahora?, se preguntó el mandatario, antes de dar una «simple respuesta»: la política anterior de Estados Unidos no funcionó. Tenemos que tener la valentía de reconocer la verdad: la política de aislamiento no tiene sentido en el siglo XXI, afirmó antes de recordar al luchador por derechos civiles norteamericano Martin Luther King, quien llamaba a no temer a los cambios.
Obama refirió otra razón para el cambio: «creo en el pueblo cubano, creo en el pueblo cubano», repitió textualmente.
El presidente dijo que, además del proceso con el Gobierno de la Isla, los Estados Unidos están restableciendo relaciones con el pueblo cubano. Desde el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, compartió con los cubanos su visión del futuro, en la que enfatizó en el lugar de los jóvenes, quienes a su juicio «deberían tener esperanzas en el futuro», una esperanza, añadió, basada en el futuro que ustedes pueden forjar para su país.
Barack Obama reconoció que «el gran activo del país (Cuba) es el pueblo», y puso como ejemplo claro la ciudad estadounidense de Miami. «Aquí en La Habana vemos el mismo talento», sostuvo, y colocó como muestra a los cuentapropistas, las cooperativas y hasta los almendrones que todavía funcionan. «El cubano inventa del aire», agregó en una frase muy aplaudida.
El presidente de la primera potencia económica mundial también elogió la educación que Cuba garantiza a todos sus niños y niñas. El Gobierno cubano ha comenzado a abrirse al mundo y dar oportunidades de que ese talento se desarrolle, afirmó.
A continuación, citó ejemplos de cuentapropistas que conoció en esta visita y comentó los valores económicos y sociales que generan esa apertura.
«Ahí comienza la esperanza, por la posibilidad de ganarse su propia vida», dijo, por eso quitamos las limitaciones de las remesas y alentamos el viaje que va a reconstruir puentes. Vamos a intercambiar para sanar enfermedades, crear trabajos y dar posibilidades a más cubanos. «Por eso le solicité al Congreso que levante el embargo», señaló en otra declaración muy aplaudida.
Sobre su concepción de modelo, el presidente de Estados Unidos dijo que «es momento de levantar el embargo, pero aunque lo levantemos mañana, hacen falta cambios en Cuba». El presidente visitante considera que debería ser más fácil abrir una empresa aquí y que el acceso a internet debe ser más expedito porque la prosperidad depende del intercambio libre de ideas, pero agregó que «estos pasos dependen de ustedes».
«Estados Unidos no tiene capacidad ni intención de imponer cambios en Cuba; los cambios dependen del pueblo cubano. Cada pueblo debe forjar su propio destino», señaló.
Obama refiere que en Estados Unidos existen aún problemas de discriminación racial, segregación, entre otros, pero afirma que en su país hay un debate al respecto. Y rememora que en 1959, cuando su padre llegó a la nación norteña, procedente de África, su tierra natal, era ilegal en el país casarse con su madre, que era blanca.
Pero con esfuerzo, esa familia logró prosperar y él llegar a ser Presidente de Estados Unidos.
Los ideales que son el punto inicial de cualquier Revolución, tienen la expresión real en la democracia. No porque la democracia en mi país sea perfecta, pero exactamente porque no lo es necesitamos a la propia democracia para lograr los cambios y a la sociedad de imaginar cómo debería ser y mejorarla. «La democracia le da a las personas la posibilidad de lograr mejor nivel de vida», afirmó.
En perfecto español Obama afirmó que «el futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano». Aunque, reconoció, «hay todavía luchas muy duras por librar».
Al propio pueblo cubano le pide que no tema a Estados Unidos. Confía en que Cuba seguirá jugando un papel importante en el continente y el mundo, así esperamos que lo pueda hacer también como socio de Estados Unidos. «Tengo esperanza en este futuro porque yo sé que el pueblo cubano va a tomar las decisiones correctas».
Destaca que nadie puede negar que Cuba ha llevado salud a los pobres, a los que sufren, en todo el mundo. Rememora el trabajo que mano a mano realizaron médicos cubanos y estadounidenses el pasado año para erradicar el ébola en África. «Tenemos que seguir esa colaboración».
Resaltó el papel de Cuba como punto importante en las negociaciones de paz para Colombia y el que también juega Estados Unidos en ese proceso.
Queremos que esta relación ayude a las personas de ascendencia cubana. Al normalizar estas relaciones creo que va a alentar un mejor sentido de unidad en las Américas. Todos somos americanos.
En sus palabras finales dirigidas al pueblo de Cuba, el presidente de Estados Unidos recordó a las familias cubanoamericanas que han vivido separadas a ambos lados del Estrecho de la Florida, el pasado de lucha y el futuro de unidad que se tiende ante los dos pueblos.
El mandatario estadounidense afirmó que los cambios son posibles y que a veces, «los cambios más importantes empiezan por los más sencillos», apuntó.
A muchos cubanos de allá y acá los acoge el dolor, la separación, el sufrimiento. Parte de ellos consideran que este es aun su país. «Por eso para la comunidad cubano americana de Miami, que respeto, no es solo el tema político, sino de familia, de un hogar perdido, la esperanza de un mejor futuro, deseo de volver, de reconciliarse», reconoció
Asimismo, habló del esfuerzo realizado por la población de la Isla y las grandes esperanzas de la juventud de hoy.
«Si el pueblo cubano trabaja junto para el futuro va a ser muy factible que los jóvenes de hoy sean dignos y logren un futuro aquí en Cuba», expresó.
La historia de la nación cubana, comentó el jefe de la Casa Blanca, es de lucha y sacrificio, pero ahora también será de reconciliación. Es hora de ver un futuro, un futuro de esperanza, que no será fácil, aseveró, conllevará retos, sin embargo, «mi estadía aquí me da más esperanza de lo que podemos hacer juntos como amigos, familia, vecinos».
«Sí se puede», concluyó en español.
El primer vicepresidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez; el canciller Bruno Rodríguez Parrilla; el presidente del Parlamento Esteban Lazo Hernández, también estuvieron en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, por la parte cubana.
A su llegada a la instalación con su comitiva oficial, el jefe de la Casa Blanca saludó a la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, ícono del Ballet Nacional de Cuba (BNC) con amplio reconocimiento mundial y, en particular, en Estados Unidos, país con el que Alicia, el BNC y muchas primeras figuras de este han sostenido continuos intercambios.