La cita martiana convoca a gran cantidad de jóvenes de todas partes del mundo. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 06:25 pm
Unidad, sabiduría, voluntad política, decisión inquebrantable y plena confianza en las masas populares es la combinación perfecta que requiere América Latina en el contexto actual frente a los esfuerzos imperialistas por convertir a esta zona en su patio trasero.
Con estas palabras de Armando Hart, director de la Oficina del Programa Martiano (OPM) y presidente de la Sociedad Cultural José Martí (SCJM), se inició este lunes la II Conferencia Internacional Con todos y para el bien de todos, que se extenderá hasta el 28 de enero, en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, asistió a la apertura de la cita —convertida en una de las más grandes del mundo en cuanto a pensamiento plural— que reunirá a más de 500 delegados de alrededor de 50 naciones.
En estos momentos convulsos, caracterizados por la pérdida sucesiva de los principios más elementales que garanticen la paz y la seguridad internacional, y una crisis intelectual, cultural, política, económica, ética, moral y cultura de hacer política resultan indispensables como nunca antes, señaló Hart, quien también analizó en su texto la trascendencia de la proclamación de América Latina y el Caribe como Zona de Paz lograda por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Corresponde a los martianos de América Latina y el Caribe situarnos a la cabeza de un esfuerzo especial y sostenido que apoye esa condición como garantía de soberanía, autodeterminación e integración, analizó.
Héctor Hernández Pardo, subdirector de la OPM y coordinador ejecutivo del evento, reiteró la convocatoria de la FEU a los delegados de participar en la Marcha de las Antorchas y anunció que con las ponencias de la cita se elaborará un texto para distribuir en las escuelas.
También explicó que el Proyecto José Martí de Solidaridad Internacional, que celebra eventos de diversa índole cada tres años, surgió en el 2003 a partir de las palabras de Fidel que aludían a sembrar conciencia e ideas.
La ética exige una respuesta: ¿busco mi felicidad aunque sea a costa de la infelicidad ajena o busco la felicidad de todos aunque la mía se vea coronada con el sacrificio de mi vida? Con esta interrogante el teólogo brasileño Frei Betto motivó al auditorio en su conferencia magistral El papel de la ética en las políticas de desarrollo.
En sus palabras, se refirió a las transformaciones que vive Cuba y al capital simbólico con que cuenta para seguir siendo única y que es consecuencia de siglos de resistencia y sentimiento de soberanía. Si la Revolución Cubana tiene el propósito de perdurar como un sol del mundo moral, su desafío es perfeccionar el socialismo; la cuestión ética se torna central en los procesos de educación de este país.
En la inauguración intervinieron además Ernesto Samper, secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas, (Unasur); Fernando Brugman, coordinador de Cultura de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Unesco en Cuba; y Catalina Andujar, representante de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura en República Dominicana.
A la primera jornada del encuentro asistieron también Julián González, ministro de Cultura; José Mujica, ex presidente de Uruguay; el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana; otras personalidades de organizaciones nacionales e internacionales del área, junto a intelectuales y otros políticos del mundo; así como el Cuerpo Diplomático acreditado en nuestro país.