Vivir en paz constituye uno de los más elementales derechos humanos al que aspiramos todos los hombres y mujeres. Y vivir en paz, sabemos, no es solo la ausencia de contiendas bélicas. Es cohabitar en armonía y con respeto a la diversidad, es fomentar la concordia dentro de nuestras familias, comunidades y naciones.
Sustentando esta afirmación, desde este viernes en La Habana alrededor de 500 participantes cubanos y extranjeros de 12 países, en representación de las diversas denominaciones religiosas y asociaciones fraternales, reflexionan e intercambian ideas y experiencias que redunden en un mundo espiritualmente sostenible.
La jornada inaugural del Encuentro Internacional por el Diálogo Interreligioso y la Paz Mundial contó con la intervención del reverendo Pablo Odén Marichal, quien afirmó que solo con intenciones convincentes se puede desterrar la guerra.
«La paz no la alcanzaremos si la concebimos como algo externo a nosotros». Cada ser humano, reflexionó, está involucrado en la tarea de alcanzarla. No habrá un mundo de paz, justicia y libertad si arrebatamos estos conceptos a otras personas.
El religioso se refirió al proceso de diálogo que vive Colombia en busca de la paz y que, de materializarse, pondrá fin al conflicto bélico más largo que ha vivido América Latina y podrá, de esa forma, concretarse el hecho de la proclamación de la región como zona de paz.
«La paz hay que construirla desde las personas, las familias, las comunidades y las naciones, pero hay que apoyarse en convicciones éticas y morales acerca de la paz», sentenció.
Una visión islámica sobre la paz ofreció Mohammed Al Ruwaili, representante de Arabia Saudita. El Islam dignifica al ser humano y no lo hace por consideraciones de color, religión o raza, y esto lleva al respeto por los derechos humanos en general, sentenció. Difundir la coexistencia pacífica entre los pueblos y civilizaciones, y la preservación de los derechos humanos, es un concepto compartido por los profetas, afirmó.
En la jornada matutina de este viernes se incluyó un material audiovisual con un mensaje del destacado intelectual brasileño y fraile dominico Frei Betto y se inauguró una exposición sobre la diversidad religiosa cubana.
Entre los objetos que se exhiben en los salones del Palacio de Convenciones, sobresalen los que pertenecieron al padre Guillermo Sardiñas, comandante del Ejército Rebelde. Allí pueden apreciarse la sotana verde olivo y la gorra de gala que usara durante su trabajo como cura en la Sierra Maestra.
En esta primera jornada de trabajo se debatió, en tres paneles, en torno a la paz mundial y la lucha contra el terrorismo; y la mujer religiosa actual: sus metas y desafíos; así como un tópico sobre el diálogo interreligioso como acción de paz.
En este último los participantes resaltaron que Cuba es el único país de Latinoamérica en el que coexisten y comparten dentro de una misma organización, la Plataforma Interreligiosa Cubana, un sinnúmero de denominaciones religiosas. Fundada en 2011, esta asociación es expresión integral del diálogo heterogéneo y la libertad religiosa en la nación antillana.
Reflexiones importantes emanaron también del panel sobre la lucha contra el flagelo del terrorismo. Los exponentes hablaron sobre la necesidad de fomentar una sociedad global de paz y un nuevo contexto espiritual armónico entre todos los hombres.
El evento sesionará hasta este domingo y culminará con un diálogo entre todas las familias religiosas de Cuba e invitados de otras naciones que asisten al encuentro.