El recorrido siguió hasta el Cuartel Moncada, convertido después del triunfo de la Revolución en la Ciudad Escolar 26 de Julio. En este sitio cargado de historia, Raúl compartió con Xi Jinping anécdotas de la lucha revolucionaria. Autor: Estudios Revolución Publicado: 21/09/2017 | 05:53 pm
SANTIAGO DE CUBA.— Justo al mediodía de este miércoles, los Presidentes de China y Cuba, Xi Jinping y Raúl Castro, llegaron a la ciudad de Santiago de Cuba para cumplimentar la última jornada del mandatario asiático en la Isla, luego de una fructífera gira por América Latina en la cual visitó también a Brasil, Argentina y Venezuela.
Al pie de la escalerilla del avión en el que viajaron juntos desde La Habana, fueron recibidos por Lázaro Expósito, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia, así como Reinaldo García, presidente del Gobierno. A ellos el líder chino les dijo: “es un placer venir a esta tierra tan linda”.
El periplo por la Ciudad Heroica comenzó justamente por el Cementerio de Santa Ifigenia, donde ambos líderes rindieron homenaje al Apóstol José Martí. Bajo un intenso sol, Raúl y Xi Jinping presenciaron el cambio de la guardia de honor y colocaron una ofrenda floral con rosas blancas en el sitio en que reposan las cenizas del “más universal de todos los cubanos”.
Allí el General de Ejército le explicó al mandatario asiático detalles del impresionante mausoleo que se ha convertido en visita obligada para quien arriba a esta ciudad oriental. Igualmente, le mostró los panteones dedicados a los mártires del 26 del julio y a los caídos en las luchas internacionalistas.
Luego, el recorrido siguió hasta el Cuartel Moncada, convertido después del triunfo de la Revolución en la Ciudad Escolar 26 de Julio. En este sitio cargado de historia, Raúl compartió con Xi Jinping anécdotas de la lucha revolucionaria, calificadas por él como “sus recuerdos imborrables”.
En el museo, que recibe más de 60 mil visitantes al año, caminaron por las distintas salas que muestran fotografías, documentos y artículos personales de los jóvenes que en 1953 asaltaron la institución militar. Entre otros valiosos objetos de la época, Xi Jinping se interesó especialmente por el fusil que el Comandante en Jefe usara durante la lucha.
Más tarde, se dirigieron hasta la sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular, en el edificio del antiguo Ayuntamiento desde donde Fidel proclamara el primero de enero de 1959 el triunfo de la Revolución. Justo desde el balcón que fue testigo del trascendental hecho, ambos Presidentes saludaron al pueblo santiaguero que se había congregado en el Parque Céspedes al conocer de la visita de los dos líderes.
Raúl dijo sentirse complacido por compartir con los santiagueros y recordó que el 25 de julio del año próximo Santiago de Cuba cumplirá 500 años de fundada. “¿Qué les parece si lo celebramos aquí, a la misma hora que asaltamos el Moncada?”, propuso a quienes estaban allí reunidos, lo cual fue respaldado con efusivos aplausos.
Además, comentó que casualmente Xi Jinping había nacido en junio de 1953, entonces jaraneó sobre su edad y entre aplausos de la gente les confió que se sentía saludable porque hacía ejercicios todos los días. “Un abrazo para las santiagueras y los santiagueros”, dijo, lo que fue respondido con vítores y saludos para Fidel.
Finalmente, escoltados por el pueblo, Raúl y Xi Jinping recorrieron el Parque Céspedes. Al culminar, el General de Ejército volvió a dirigirse a los santiagueros: “¡El 26 aquí! ¡Los 500 años aquí! ¡Y después que muera me traen para aquí, para Mayarí, con Vilma!”
A las 8 y 53 minutos de la noche, luego de la emotiva jornada vivida en Santiago de Cuba, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros despidió a Xi Jinping en el aeropuerto internacional Antonio Maceo, con lo cual se puso fin a una visita de dos días calificada como una oportunidad histórica para ambas naciones.