Jóvenes del programa crucero Semestre en el mar vivieron la pasión de nuestro deporte nacional. Autor: Otoniel Márquez Publicado: 21/09/2017 | 05:42 pm
ARTEMISA.— Llegaron asombrados, mirándolo todo, descubriendo el calor de un pueblo que los acogía como amigos. En solo unas pocas horas de estancia en este país, los jóvenes universitarios del programa crucero Semestre en el mar descubren una Cuba llena de gente agradable y sonriente, feliz.
Amantes o no del béisbol, permanecieron en el estadio 26 de Julio de esta ciudad para presenciar el partido entre los equipos de Artemisa y La Habana. Y sin ser industrialistas o cazadores se contagiaron de la emoción del público con cada jugada.
Francesca Santos Vargas, estudiante de tercer año de la Universidad de Nueva York, expresó. «Es la primera vez que vengo, pero me gustaría regresar. Conocía muy poco de este país, solo unas breves referencias del pensamiento de José Martí, pero desde nuestra llegada a La Habana la acogida ha sido especial; es una ciudad muy bonita, sobre todo por su gente».
Particular impresión les causó el recibimiento en la Universidad de La Habana. «Algunos estudiantes nos han acompañado en nuestro recorrido y ya los consideramos amigos nuestros».
Aunque nunca había disfrutado de un juego de pelota en un estadio, porque es muy caro en su país, se emocionó con este juego en Cuba tanto como muchos de sus compañeros.
De la Universidad de Nueva Haven llegaron los estudiantes Paola María Mendoza Rivera y William José Burgos Vega, ambos de la carrera de Justicia Criminal. Coinciden en que el mejor puerto en que han sido recibidos es el cubano. Y aunque tenían otra idea de cómo era este país, su concepción ha cambiado totalmente, al ver a tantas personas atendiéndolos.
Los más de 600 pasajeros, de los cuales 568 son estudiantes universitarios, en su mayoría norteamericanos, arribaron el pasado lunes a Cuba, como parte de este programa que desde 2004 no tocaba tierras cubanas, debido a las restricciones impuestas por el Gobierno de George W. Bush.