Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Gloriosas coincidencias de la historia

El 7 de diciembre concurren el aniversario del nacimiento de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, la muerte de Antonio Maceo, la Operación Tributo, con la que se rindió homenaje a los cubanos caídos en misiones internacionalistas, y el nacimiento de Frank País

Autores:

Susana Gómes Bugallo
Luis Hernández Serrano
Eduardo Pinto Sánchez

El 7 de diciembre tiene confluencias gloriosas en la historia patria. Concurren el aniversario del nacimiento de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), la muerte de Antonio Maceo, la Operación Tributo, con la que se rindió homenaje a los cubanos caídos en misiones internacionalistas, y el nacimiento de Frank País.

Más de 300 000 luchadores revolucionarios fundaron hace 20 años la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), el 7 de diciembre de 1993. Integraron la organización los luchadores clandestinos, del exilio, los expedicionarios del Granma, el Ejército Rebelde, de la lucha contra bandidos en el Escambray, en Girón, los internacionalistas en África y los que sirvieron en las FAR y el Minint.

Se escogió para fundarla el 7 de diciembre y el mausoleo habanero de El Cacahual, donde reposan los restos de Antonio Maceo y su ayudante Panchito Gómez Toro. La ACRC se constituyó oficialmente en un solemne acto, presidido por Fidel, Raúl y Almeida.

Alrededor de 45 compañeros conformaron la dirección nacional de la nueva organización. Como Presidente de Honor fue elegido Fidel, y como su jefe directo sería seleccionado el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, cuya legendaria historia, patriotismo, sensibilidad y humanismo marcan la organización.

Ahora que la importancia de las ideas se agiganta y las posibilidades para difundir nuestra verdad se multiplican, ninguna voz es débil si decide hacerse oír. Los miembros de la ACRC, junto a todo el pueblo, han tenido y tienen grandes motivaciones para resguardar el espíritu patriótico y el ideal de libertad y justicia de todas las generaciones de combatientes revolucionarios cubanos.

La Asociación de Combatientes se honró naciendo un 7 de diciembre, en fecha que evoca a Antonio Maceo. Muchas veces fue la muerte al encuentro del Titán. Lo persiguió por la manigua, lo golpeó en el campo de batalla o lo vigiló sigilosa en sus senderos en el exilio.

En la época donde se requería tanta acción como palabras, aquel espartano mambí consagró su existencia a la causa independentista, sacerdocio sostenido en la integridad ética y la fidelidad a sus principios. Guardaba en su piel curtida las cicatrices de las numerosas heridas, y llevaba orgulloso la promesa que le hizo a Marcos Maceo y Mariana Grajales, maestros de seriedad, trabajo, disciplina, respeto y amor.

Aquella actitud gallarda que lo dotaba de una gran personalidad y capacidad política, lo llevó a actuar inalterablemente en servicio de la Patria.

También un 7 de diciembre nació Frank País, joven que al decir de Fidel «no sospecha siquiera el pueblo de Cuba quién era…; lo que había en él de grande y prometedor».

Frank era un joven polifacético; poeta épico y romántico, el novio con el corazón dividido entre una cándida muchacha y la mujer-patria que le hacía arder las venas por servirla; el consecuente cristiano o el sensible músico, que traducía en las teclas de un piano los anhelos más sublimes de un alma irredenta.

Se puede imaginar la alegría de sus padres Leonor y Francisco cuando fueron al Registro Civil del distrito sur de Santiago de Cuba a inscribir a su primogénito.

En medio del recuerdo de la muerte del Titán de Bronce por parte de los viejos y los nuevos patriotas, nacía otro indómito elegante y culto, pero con el temple de acero como el Maceo que abonó con sangre la tierra patria en 1896.

Valor maceísta

«Me asombra su juventud», dijo el general español Arsenio Martínez Campos cuando vio llegar a Antonio Maceo con sus 33 años y toda una región en pie con su fortaleza.

Aquel glorioso día de la Protesta de Baraguá brillaron aun más la superioridad de su fuerza moral, su apasionamiento, su manera afectuosa y esa serenidad que se convertía en exaltación si se violaba alguna norma moral.

Estas y otras ideas las compartió Eusebio Leal, historiador de La Habana, en conferencia impartida a jóvenes cubanos que rinden homenaje durante estos días a la familia Maceo y Grajales en el primer Seminario Juvenil Maceísta.

Convocado por el Movimiento Juvenil Martiano, este evento motivó el acercamiento de las nuevas generaciones al ejemplo de la insigne estirpe, mediante ponencias y diálogos que tuvieron lugar este viernes en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en una jornada que contó con la presencia de Armando Hart Dávalos, director de la Oficina del Programa Martiano y presidente de la Sociedad Cultural José Martí.

Hasta el Monumento de San Pedro, donde Antonio Maceo recibió la última de sus heridas, llegaron los jóvenes martianos para homenajearle junto a pioneros de la localidad y a miembros de la Comisión José Antonio Aponte de la Uneac.

El pensamiento latinoamericano del General de las 27 heridas fue comentado por René González Barrios, presidente del Instituto Cubano de Historia. Estos días de estudios y debates están dedicados a Hugo Chávez y Nelson Mandela. Hoy comenzará el trabajo en comisiones y continuará el homenaje al Titán de Bronce, en el aniversario 117 de su caída en combate.

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