La Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) está llamada a consolidar tres misiones en el escenario actual, que fueron ratificadas después de la conferencia del VI Congreso del Partido, lo cual no significa que se desatienda a los campesinos y sus preocupaciones, sino todo lo contrario.
Así lo hizo saber su presidente, Félix González, en conferencia de prensa efectuada en la Escuela Nacional de Cuadros de la ANAP, Niceto Pérez, en el municipio artemiseño de Güira de Melena.
Estas misiones coinciden con las asignadas por la dirección de la Revolución a la ANAP, desde que esta se fundara, y que han estado presentes en la política agraria del país.
Lo primero, según explicó, es defender los intereses de todos los cubanos y su Revolución, por encima de cualquier interés individual. Para eso es preciso una preparación ideológica —afirmó— que comience por los cuadros de la organización.
La otra misión a la que se refirió es a la consolidación de la unidad obrero-campesina, comenzando por las cooperativas donde el escenario se ha modificado. En el caso de las de créditos y servicios existen obreros asalariados de las propias entidades, los cuales tienen derecho a asociarse.
Recordó que los campesinos pueden contratar obreros fijos, que no son asociados de las cooperativas, pero contribuyen a la seguridad social. En las bases productivas, reconocidas como estructuras empleadoras, debe haber constancia de los expedientes de estos trabajadores para justificar su derecho a la jubilación.
Asimismo, existen los obreros eventuales que tampoco son asociados, pero a los que igualmente hay que respetarles sus derechos y exigirles sus deberes.
Al referirse a la consolidación de la alianza entre campesinos y obreros en las cooperativas de producción agropecuaria (CPA), sostuvo que la inmensa mayoría de los fundadores de estas bases productivas ya no trabajan en ellas por estar jubilados, y en otros casos ya han fallecido, por lo que la masa que las conforman tiene una cultura organizacional esencialmente empresarial por proceder de este sector. Aclaró que ellos son también copropietarios de la tierra que explotan en usufructo y de los bienes creados.
Dijo que la alianza obrero-campesina también se expresa fuera de estos escenarios productivos, fundamentalmente con las empresas y los funcionarios del Estado que atienden al sector campesino, entre estos, los bancos y Planificación Física y tantas otras.
La responsabilidad y la preparación de los dirigentes campesinos, para que no surja el menor vestigio de antagonismo entre los diferentes actores sociales y quienes hacen producir la tierra, fue subrayada por el líder anapista, como presupuesto que debe fortalecerse en la medida en que el país actualiza su modelo de gestión económica.
El diseño de estrategias para trabajar en el futuro es la tercera misión de la organización campesina. Al decir de su Presidente, debe tenerse en cuenta su funcionamiento orgánico, el trabajo político ideológico, así como lograr la motivación de los productores para que cumplan sus compromisos con la contratación.
«Si todo eso se articula con sinergias coherentes nuestro trabajo se verá reflejado positivamente en la economía del país. Eso se materializará en la producción de millones de litros de leche, aumento de los rendimientos cañeros y el crecimiento y diversificación de nuestras producciones de manera general».
Añadió que, al igual que otras organizaciones de masas reajustan sus estructuras y plantillas, también la ANAP se encuentra en proceso de actualización de sus estatutos.
Félix González se refirió a la labor de la organización con los más de 170 000 usufructuarios incorporados a la ANAP por el Decreto-Ley 259. Con la implementación del Decreto-Ley 300 estos podrán construir viviendas en las tierras entregadas, y eso permitirá una mejor atención a los cultivos, y redundará en beneficio para quienes regresan o se incorporan por primera vez al campo.
También quienes reciben tierras tendrán otras opciones para asociarse. Ya no solo tienen esa oportunidad en las cooperativas de créditos y servicios.
«Con estas leyes ha cambiado la correlación de las cooperativas. Hay casos donde son mayoría los usufructuarios. Eso genera nuevas dinámicas en las relaciones de producción, distribución, cambio y consumo a escala local y en toda la sociedad».
Con insistencia se refirió a la importancia del rigor en los controles internos y la lucha contra la corrupción e ilegalidades.