Un total de 1 280 toneladas de bioplaguicidas y 470 de biofertilizantes y bioestimulantes han producido las plantas de Labiofam este año, según informaron especialistas de la referida empresa adscripta al Ministerio de la Agricultura.
En conferencia de prensa, ofrecida este miércoles en la sede central de esta organización, se supo que con las producciones declaradas el país cumple al 95 por ciento lo planificado en materia de bioplaguicidas, y al 90 lo fijado por concepto de fertilizantes y estimulantes de origen biológico.
Yordanys Peña Álvarez, especialista principal del Programa de Bioproductos Agrícolas, sostuvo que aún es insuficiente la oferta para satisfacer la demanda de los productores.
Calibró lo alcanzado como una aproximación a un diez por ciento de la sustitución de las importaciones que por ese concepto realiza el Estado; y dijo que, con la puesta en marcha de las plantas que están en fase de construcción en varios puntos de la Isla, podrían aumentar los volúmenes productivos en un plazo medianamente corto.
Peña Álvarez ponderó la importancia de impulsar el programa de bioproductos, pues su aplicación permite elevar los rendimientos agrícolas hasta un 40 por ciento.
A las bondades de estos prospectos para restituir las propiedades de los suelos, lacerados por el uso y abuso de productos químicos, se refirió Orieta Fernández Larrea, especialista en productos biológicos. Dijo que con la aplicación de elementos de origen orgánico, o básicamente organismos vivos, puede coexistir la microflora de los suelos y mejorar su condición biológica para obtener cultivos más sanos y resistentes a las plagas.
«La aplicación de bioproductos conllevará a un uso mucho más racional de los recursos del ecosistema, y podremos obtener productos con mayores posibilidades de posicionamiento en el mercado por su repercusión en la salud humana. Esa práctica aporta un valor agregado a nuestras exportaciones, porque el mundo apuesta por alimentos inocuos».
Emilio Fernández Gonzálvez, director del Instituto Nacional de Sanidad Vegetal, valoró como una estructura fuerte el sistema de protección fitosanitario existente en el país. Los laboratorios y estaciones, así como los puntos de fronteras en todos los puertos y aeropuertos, permiten chequear con rigor los productos agrícolas que llegan y salen del territorio, para evitar la introducción de plagas.
Dijo que las tecnologías de los Centros de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos (CREE), donde se producen medios de control biológicos, datan de varias décadas, pero son muy efectivas. Su eficacia se ha probado fuera de fronteras, en países como Venezuela.
Como un logro de la sanidad vegetal destacó la participación de cerca de 2 400 personas, en todo el archipiélago, en las labores de manejo y control de plagas.